En el folclore rumano existe una creencia aterradora extendida incluso hasta nuestros días. El Strigoi es considerado por muchos un demonio, un vampiro que aterroriza a las buenas gentes de su alrededor. La cultura popular también asocia al Strigoi con una especie de bruja medio vampira que se desliza dentro de los cuartos de los más pequeños, para absorberles su fuerza vital a través de mordiscos mientras estos están dormidos. Las víctimas que se sospecha han muerto a causa de un Strigoi , acostumbran a ser enterraradas apuntaladas al suelo, aunque también se les puede llegar a encontrar enterradas con la cabeza separada del cuerpo, desmenbradas, con el corazón atravesado, clavos de hierro en la boca o rodeadas de ajos. Todas estas medidas se acostumbran a tomar para evitar que el alma del difunto, pueda volver a la vida en forma de Strigoi . Aquí es donde entra la figura de Ion Rîmaru , un asesino en serie condenado y ejecutado en la década de los 70, el cuál es considerado por la ...