El exorcismo de Tanacu.

En 2005 tuvo lugar un caso escalofriante que sobrecogió a toda una sociedad y que, además, tuvo repercusión a nivel internacional. Aquel caso tuvo como víctima a una joven de 23 años en una pequeña localidad de Rumanía y se dio a conocer como: El exorcismo de Tanacu.

Tanacu (Rumania), año 2005, a una joven monja de 23 años, llamada Maricica Irina Cornici se le practicó un severo exorcismo que duró tres días, la joven monja terminó perdiendo la vida. Tras sufrir un ataque de epilepsia durante su estancia en el monasterio en el que residía, se empezó a sospechar que el mal que asolaba el alma de Maricica no era una enfermedad mental y si el efecto de una posesión demoníaca. El monje Daniel Peter Corogeanu de entonces 29 años, decidió drásticamente tomar a la joven monja y practicarle el mismo un exorcismo, que la permitiera deshacerse de su mal. 

Con la ayuda de 5 monjas, Corogeanu sometió a Maricica a un brutal exorcismo que la tuvo retenida contra su voluntad durante tres días, aunque hay quién asegura que fueron seis, sin comer ni beber nada, amordazada y atada a una cruz de madera (crucificada). Durante esos días además fue golpeada y estrangulada de forma grave. Corogeanu no informó a la iglesia de que iba a realizar ningún exorcismo, como tampoco pidió permiso alguno ya que se hubiera demorado demasiado su autorización. Al tercer día la monja falleció sin remedio.

El suceso saltó rápidamente a las portadas de los periódicos y la iglesia se puso en contra de Corogeanu, acusándole de ser el responsable de la muerte de Maricica. En palabras del portavoz de la Iglesia Católica Ortodoxa: “un acto abominable, una práctica bárbara, que no tiene precedentes en la historia de la vida monástica oriental”. De hecho pocos días antes del exorcismo, Maricica Irina Cornici fue diagnosticada de esquizofrenia y según dijeron posteriormente los médicos que la trataron, el hecho de vivir en un ambiente excesivamente religioso, pudo agravar peligrosamente sus síntomas. El informe de los forenses determinaron que la muerte fue debida a una insuficiencia aguda cardio respiratoria motivado por asfixia mecánica, diversos traumas y deshidratación, todo ello derivó en un ataque de esquizofrenia. El pueblo clamó justicia para Maricica, incluso su familia denunció que el cuerpo de la joven estaba irreconocible.

El juicio duró 5 años y llevaron al monje Daniel Peter Corogeanu a ser condenado a 14 años de prisión, para la Madre Superiora 8 años y para cada una de las otras monjas que colaboraron en el rito de exorcismo 5 años. Corogeanu declararía en una entrevista realizada a un periódico local: “los diablos no pueden ser curados con píldoras. Toda la comunidad estaba de acuerdo con que se trataba del diablo y no de una enfermedad mental. Sus gestos y las palabras que gritaba mostraban la presencia demoníaca”. En 2011 fue puesto en libertad por buena conducta.


¿Posesión o enfermedad mental? Todo indica, que al menos en esta ocasión, la fe de unas pocas personas llevaron a la muerte a una joven enferma que lo único que necesitaba era ser tratada por médicos. Un caso increíblemente en pleno siglo XXI, que tal vez no sea el único y que motivó en 2017 un película de terror con el nombre de “The Crucifixion” que, aunque indica que se basa en hechos reales, tan solo lo son los hechos ocurridos, porque sobre la posesión da por hecho que fue realmente demoniaca.

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