El secreto del Castillo de Trécesson.

En la localidad francesa de Campénéac se encuentra un majestuoso castillo que preside, a su vez un estanque en el que se reflejan desde hace siglos sus muros. A ese castillo se le conoce como El Castillo de Trécesson y guarda un oscuro secreto aún no resuelto.

Allá por el siglo VIII el castillo empieza a ser nombrado en textos antiguos en los que para aquel entonces, servía de hogar para los señores Plöermel y Campénéac. No sería hasta el siglo XIII cuando la familia Trécesson se haría con la propiedad del castillo, al que se empezaría ha conocer como Castillo de Trécesson.

No sería hasta el 1750 cuando una terrible leyenda nace y marca al castillo. Fue una cazador furtivo que agazapado entre la maleza de los alrededores presenció una escena dramática. De repente un carruaje tirado por caballos negros se detuvo muy cerca de donde él estaba. Miedoso por si le descubrían, el cazador decidió seguir escondido mientras tan solo presenciaba lo que aún estaba por llegar. 

Al carruaje le acompañaba una escolta de hombres armados a caballo y al detenerse, otros hombres que parecían sirvientes hicieron bajar del mismo a una joven vestida con un vestido de buenas y blancas sedas. La joven portaba un tocado en su cabeza y un ramo de flores en las manos, que bien parecía que fuera vestida y preparada para su boda, aunque lo extraño era su cara pues se la veía triste y sollozante. 

El cazador vio como los sirvientes empezaron a cavar un hoyo cerca del camino. Cuando ya era suficientemente hondo dos hombres bien vestidos bajaron del carruaje y agarraron a la joven que entre lágrimas suplicaba clemencia. Los hombres hicieron oídos sordos y la lanzaron a esa fosa. Inmediatamente ordenaron que la sepultaran en vida. Poco a poco la voz de aquella joven fue apagándose, hasta ni tan siquiera escuchar sus desgarradores gritos. Una vez terminaron, se marcharon por donde vinieron.

El cazador afectado por lo que presenció se marchó a casa y le contó a su mujer lo que vio. Esta al escuchar la historia afeó a su marido que no hubiera hecho nada por salvarla y le instó a volver. El hombre prefirió no volver por miedo a que les culpabilizaran del asesinato, por lo que acordaron ir hasta el Castillo de Trécesson y hablar con su Señor. La joven resultó ser la hija del Señor de Trécesson, el cuál inició una investigación en busca de los responsables de la muerte de su hija, a los que jamás encontraron. El Señor de Trécesson organizó a su vez una partida para desenterrar el cuerpo de su hija, allí donde el cazador y su esposa les habían indicado que estaba. Al desenterrarla la descubrieron con los ojos totalmente abiertos y la cara desencajada por el miedo. Quienes cuentan la historia aseguran que la misma familia Trécesson estuvo vinculada en la atroz y cruel muerte de la joven, concretamente los hermanos de esta, por motivos que aún hoy son todo un misterio.

El Castillo de Trécesson es conocido en el país galo por esta leyenda, pero también por otras y por diversos misterios que se dan lugar allí y que atraen a muchos curiosos. Uno de esos misterios está relacionado con la conocida como la Dama Blanca, es una chica joven vestida de blanco que much@s aseguran que es aquella pobre chica que fue enterrada en vida y que pasea por los tejados del Castillo de Trécesson. Tras ser desenterrada su vestido de bodas y ramo fueron conservados a modo de recuerdo en la misma capilla del Castillo.

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