Especial Halloween: Las leyendas japonesas más escalofriantes que te perseguirán de noche.

Japón es tierra de templos silenciosos, bosques que guardan secretos y ciudades donde lo cotidiano puede convertirse, de repente, en la antesala del horror. Sus leyendas urbanas tienen una cualidad única: no parecen historias del pasado… parecen advertencias. 

Para cerrar Halloween en Mundo Pandereta, te traigo una recopilación de algunos de los relatos más inquietantes que exploré en alguna ocasión en el blog. Apariciones en baños públicos, figuras al borde de la carretera, sombras que se estiran demasiado… y voces que preguntan cosas que nadie debería contestar. 

Si lees de noche, no mires demasiado a tu alrededor.

Comenzamos.
 


Kuchisake-onna – La mujer de la boca cortada. 

Se dice que aparece en calles tranquilas, especialmente al anochecer. No grita, no corre. Solo se acerca… y hace una pregunta simple. La respuesta puede cambiar tu destino. 


Aka Manto – ¿Qué color eliges? 

Un baño público. Un cubículo solo. El ligero sonido del papel rozando. Y una voz que te obliga a decidir. Una elección sencilla… pero ninguna opción es la correcta. 


La niña del agujero – No te atrevas a jugar. 

Una leyenda nacida en la era de internet, capaz de pasar de la pantalla a la realidad. Un juego que muchos han probado por curiosidad… y del que pocos hablan después. 



Hachishakusama – La mujer que mide más de dos metros. 

No corre. No necesita hacerlo. Su voz y su presencia se sienten antes de verla. Cuando escuchas el inquietante “po… po… po…”, ya es demasiado tarde para esconderse. 


Oni Baba – La devoradora de carne. 

Una anciana en apariencia inofensiva. Una sonrisa amable. Y un secreto oculto entre montañas y caminos olvidados. No todos los monstruos son sobrenaturales. Algunos aprenden a parecer humanos. 


Teke Teke – La aparición que se arrastra. 

No corre detrás de ti. Se desliza. Rápida. Incansable. Una figura dividida en dos, condenada a vagar y a perseguir sin descanso. Si escuchas su sonido metálico… corre. 


Hanako-san – El fantasma del baño escolar. 

Cualquiera que haya estudiado en Japón ha oído su nombre. Una puerta cerrada. Un golpe suave. Y una pregunta que puede abrir una puerta a algo más que un simple baño. 



Jiang Shi – Los muertos vivientes que se mueven dando saltos (Bonus track asiático). 

Mitad leyenda, mitad superstición, mitad advertencia ancestral. No se arrastran ni caminan: avanzan rígidos, directos, sin descanso. Algunos aseguran haberlos visto aún hoy. 


Halloween se termina, sí… pero estas historias se quedan. Porque el verdadero terror no aparece solo en octubre. 

Así que, si al apagar la luz esta noche escuchas un golpe suave en la puerta… 

Recuerda esto: no contestes.



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