Jiang Shi, los muertos vivientes chinos.

Muertos vivientes o zombies, es un concepto que no es exclusivo del mundo occidental. Su inspiración, tal y como la conocemos gracias a las películas clásicas de Hollywood, radica en las leyendas y mitos haitianos relacionados con los rituales vudú, pero en lo que respecta a otras culturas, el mito del muerto viviente también fue algo a lo que temer y evitar en otras latitudes. China es una de esas culturas que, desde la antigüedad relata historias y nos legó mitos y leyendas, relacionadas con los Jiang Shi, los muertos vivientes chinos.

ENTRE EL ZOMBIE Y EL VAMPIRO.

Pese a que su descripción fácil es la de zombie chino, aunque también lo encontramos en otros países como Corea, Japón o Vietnam, en realidad, tanto por su aspecto, como por los riesgos y consecuencias que atañen a los vivos, el Jiang Shi (algo así como cuerpo rígido en chino) es, a efectos prácticos, un híbrido entre ambos.


Al Jiang Shi se le acostumbra a describir como un ser que se convirtió en tal, debido a una muerte violenta o sobrenatural. También se decía que era el resultado de no haber sido enterrado tras la muerte, por causa de una muerte sobrenatural o una posesión. Otro motivo que puede provocar la transformación en Jiang Shi, es que alguien intente devolver al muerto a la vida de forma fallida o que la persona, antes de fallecer, fuera mordido por uno.

Habitualmente se les representa con las típicas vestimentas funerarias de la Dinastía Qing, describiendo su aspecto como pálido, delgado e incluso algo verdoso, posiblemente debido a los hongos que surgen en el proceso de putrefacción. Sus ojos acostumbran a estar velados, por lo que se dice que son ciegos, pese a que pueden percibir perfectamente a la gente a su alrededor, mientras que sus uñas y cabello son largos.


El Jiang Shi, debido a su estado de muerto en vida, se encuentra en un estado de rigidez perpetua, por lo que no puede caminar de forma normal, ni tan siquiera errática, como sucede en las películas y series del género, desplazándose a saltos con los brazos extendidos hacia adelante y el cuerpo prácticamente rígido.


LOS EXPERTOS EN LOS JIANG SHI.

Muchas familias que tenían a familiares ganándose la vida lejos de casa, cuando se enteraban del fallecimiento de uno de ellos, buscaban la manera de devolverlos a casa para enterrarlos debidamente. Pero contratar los vehículos necesarios para el transporte de vuelta a casa de los cuerpos, era demasiado para aquellas humildes familias, que recurrían a los servicios de sacerdotes taoístas dispuestos a recorrer cientos de kilómetros, para transportar los cuerpos de esos seres queridos hasta sus hogares.

Estos sacerdotes cargaban el cuerpo en una especie de camilla, velándolo todo el camino hasta su destino. Su figura fue muy popular en épocas pasadas, asociándolos rápidamente con esos Jiang Shi, a los que no dudaban en enfrentar si era el caso. De hecho, de ellos se decía que eran los mejores expertos para mantenerlos a raya.


Entre los diferentes métodos utilizados y recomendados para evitarlos o enfrentarlos, estarían:
- Los espejos, decían que eran la esencia del metal líquido, se creía que los Jiang Shi temían ver su propio reflejo en ellos.
- Los objetos de madera de melocotonero. Según se cree, el melocotón es la esencia de los cinco elementos y, la madera de su árbol, es utilizada para ahuyentar a los espíritus malignos.
- El canto mañanero de un gallo. Debido a su naturaleza oscura y nocturna, los Jiang Shi temen el canto de los gallos, puesto que anuncian el inminente amanecer.
- Las semillas de jujube. Esta fruta exótica, propia del sur de Asia, se debe utilizar en la espalda del cadáver con acupuntura, para evitar que se transforme en un Jiang Shi.
- El fuego. Literalmente, los Jiang Shi lo temen, porque de arder en fuego, quedarían por completo consumidos y destruidos.


Otros como el vinagre, la pezuña de un burro negro, las cáscaras de arroz, el hilo negro, la sangre de un perro negro, encantamientos sagrados escritos en papel y enganchados en las frentes de los Jiang Shi, las hachas o las escobas, que también están entre esos consejos, son esos métodos utilizados durante cientos de años para protegerse de estos aterradores seres.


UN ORIGEN TERRENAL.

Aunque se ha escrito y hablado mucho sobre los orígenes de los Jiang Shi, con historias y aventuras adaptadas a nuestros tiempos a través del cine, la televisión o los videojuegos, el origen real del mito o leyenda de los Jiang Shi podría residir en la tradición de los llamados “cadáveres ambulantes”.

Antiguamente, las familias que querían traer desde lejos a sus familiares fallecidos, recurrían a sacerdotes taoístas, que solían viajar de noche, haciendo sonar campanas para anunciar su paso, puesto que daba mala suerte que un vivo viera un Jiang Shi. Estos sacerdotes transportaban los cuerpos en camillas de bambú que, con el vaivén de las camillas al paso de los sacerdotes, algunos que presenciaban esa procesión podría haber llegado a pensar que los cuerpos saltaban. Estas prácticas eran habituales en Jiangxi, en la actual provincia de Hunan.

Otra teoría sobre el origen de la leyenda, radica en los contrabandistas que, para pasar inadvertidos y burlar a las autoridades chinas, escondían sus actividades bajo la fachada de los sacerdotes taoístas. Por ello, hay quien cree que la leyenda de los Jiang Shi fue creada por esos contrabandistas, para evitar que nadie sospechara.

Como ves, la cultura y tradición de los zombies va más allá de nuestra propia cultura y lo que conocemos. Mismos mitos y mismos conceptos que se repiten, incluso, en el lejano oriente.

Comentarios

  1. Muy interesante esto que cuentas. No sabía de la existencia de seres combinados entre vampiros y zombies, pero tiene su razón de ser: al fin y al cabo, ambos están en estado de "no-muertos".
    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  2. Muy curiosa historia. Solemos pensar que muchas cosas vienen de las películas de hollywood pero no sabemos cómo se perciben en otras culturas. Curiosas también las formas que tienen de protegerse o ahuyentar a los JianShi :)

    ResponderEliminar
  3. Sin duda un artículo muy interesante

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Si quieres comentar, adelante, pero siempre con respeto. ¡Gracias!