El origen milenario de la Tarta de Queso.

Si hablamos de recetas de uno de los postres más famosos y virales que podamos encontrar en la gastronomía de medio mundo, esta es la Tarta de Queso. Un postre repleto de versiones y sabores, adorado y degustado por muchos, que tiene un origen milenario.


Todo comenzó hace 4.000 años en la Isla de Samos, en Grecia, donde se preparaba una tarta con ingredientes naturales horneados como queso fresco, harina y miel. Esta primigenia Tarta de Queso, era valorada como una perfecta fuente de energía para los atletas que participaban en las Olimpiadas de, por ejemplo, el 776 a.c.


Cuando el Imperio Romano conquistó Grecia, estos hicieron suya la receta y la adaptaron incluyendo huevo a la misma, mientras la horneaban entre ladrillos calientes. La Libuma, como la llamaron los romanos, se servía en ocasiones especiales y de celebración, siendo Catón el Viejo el escritor romano que ayudó a difundirla a través de sus escritos, donde incluía la receta.


Una receta que con el paso del tiempo siguió expandiéndose por Europa, hasta que en el siglo XVIII los colonos europeos la exportaron al continente americano, junto a otras muchas recetas mundialmente conocidas de la gastronomía como la Hamburguesa, el Hot dog, el Pollo frito o los Pretzels.

Y fue tras la llegada a América, donde la receta sufrió la enésima evolución. El año 1872 fue, sin duda alguna, el momento en el que la receta de la tarta de queso obtuvo su punto de inflexión más importante cuando, un fabricante de quesos de Philadelphia descubrió, de forma totalmente accidental el queso crema, ingrediente clave en la conocidísima Cheesecake.


Pero la Tarta de Queso no es solo su variante más viral, como la New York Cheesecake con su base de galleta y su relleno de un suave queso de crema, también lo es la Tarta de queso La Viña original del País Vasco, más concretamente de San Sebastián, con una textura muy cremosa y una superficie dorada, la Quesada Pasiega tradicionalmente española y elaborada con leche cuajada y una textura firme, la Tarta de Queso Japonesa de textura esponjosa y ligera o la Käsekuchen alemana, elaborada con el característico queso alemán y de países escandinavos quark con una base de masa quebrada. Todas ellas variantes riquísimas de un postre con una receta con mucha historia.

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