Mis Impresiones sobre: ALIEN Romulus.

Hacía mucho tiempo que no lograba quedarme con una sensación igual, probablemente desde que vi por primera vez aquella primera entrega titulada ALIEN, el octavo pasajero (1979) y su posterior secuela ALIENS (1986). El hype que se generó al conocer las primeras noticias de su rodaje y sus primeros tráilers, fueron dignas de la expectación que despierta esta magnífica franquicia. 


El uruguayo Fede Álvarez como director y mago en esto del entretenimiento en el género de terror, lo volvió a conseguir. Tras su magnífica Posesión Infernal, el despertar (2023) se puso a los mandos de una de las franquicias más prolíferas y exitosas de las últimas más de 3 décadas. 


Pese a que su gran valedor y creador, Ridley Scott, intentó retomar el rumbo de su franquicia con ALIEN Prometheus (2012) y ALIEN Covenant (2017), dos entregas que me parecieron muy interesantes y buenas, pero que no terminaron de convencer al público y crítica en general. 



En este caso, y con el propio Scott como productor, el director uruguayo se adentra en la saga con una entrega que funciona como secuela de aquella de 1979, con referencias y guiños a la del octavo pasajero y Aliens, además de un estilo que recuerda mucho a ese terror auténtico y propio de las mejores entregas del género de los 80.



Tras muchos años protagonizando la saga, ALIEN Romulus (2024) encuentra en Cailee Spaeney (Ray) a una digna sucesora de Sigourney Weaver, en su icónico papel como Ripley, aunque es complicado alcanzar su carisma en pantalla. 



En esta ocasión Ray (Cailee Spaney) es una joven huérfana que trabaja junto a su hermano adoptivo, el sintético Andy, en una colonia de Wayland-Yutani para la propia empresa. Ray y un grupo de amigos deciden abordar una nave abandonada en el espacio, con la intención de hacerse con sus cámaras de criostasis que les permitirán realizar un largo viaje hasta el planeta Yvaga, donde escaparían de una dura vida trabajando en las minas de la colonia. Al llegar a la nave, que en realidad es una estación espacial operada en dos partes llamadas Romulus y Remus, Ray y los demás descubren que allí dentro algo aterrador les espera.




Desde ese momento la trama no se detiene apenas un momento, brindando al espectador sustos y escenas que los fans creíamos olvidadas. Desde esos abrazacaras espeluznantes, los míticos xenomorfos y unos escenarios angustiosos y claustrofóbicos, donde la acción y la trama se desenvuelven de forma natural, todo ello con el sello inigualable de Fede Álvarez.




Como digo, ALIEN Romulus puede ser considerada una secuela directa del octavo pasajero, de hecho sucede en el tiempo entre la primera entrega, unos 20 años después, y la segunda, unos 37 años antes, esta segunda dirigida por James Cameron, conectando definitivamente en un momento con los hechos finales de aquella Nostromo. A medida que avanza la historia y se descubren algunos secretos, enlaza con Prometheus y Covenant, algo que para Ridley Scott seguramente la haga en parte algo suya, pues aporta sentido a ese proyecto suyo de precuelas que lamentablemente no consiguió finalizar ni hacer triunfar como él esperaba.


Con unos 350 millones de dólares recusados en taquilla, frente a los 80 millones que costó la película, ALIEN Romulus es una de esas entregas que si eres fan de la saga te enamorará, porque te devuelve a una época donde el terror era algo trabajado y alejado de esos adelantos en escenas CGI, que a la larga desnaturalizan el propio terror. 



Justamente, la intención de Fede Álvarez en rodar la película como prácticamente se hizo en aquella de 1979 con efectos manuales, una filmación de película de manera lineal, la utilización del vestuario, escenografía, decorados, etc. para lograr embellecer la película y hacerla más realista como secuela de la original, así como su trabajo de investigación manteniendo reuniones para opiniones y consejos con Ridley Scott y James Cameron, ayudan a que el resultado sea algo más que una excelente entrega de la saga, también un homenaje en toda regla. 



Comentarios