La Criolla, la sala de baile más canalla del siglo XX.

A principios del siglo XX, en pleno Barrio Chino de Barcelona, se levantaba una sala de baile que se convertiría en todo un referente del exceso y lo políticamente incorrecto. Aquel lugar llevaba el nombre de La Criolla.

Corría el año 1928, cuando en la calle Cid número 10 de la ciudad de Barcelona, se inauguraba la Sala de Baile La Criolla. Situado en pleno Barrio Chino, La Criolla rápidamente empezó a atraer la atención de todo tipo de personas, que la convirtieron en poco tiempo en el centro de atención y también de problemas.


El edificio donde se encontraba, fue desde 1881 hasta 1908 una fábrica textil en aquel conflictivo barrio. Justo en 1908, sufriría un incendio que lo único que dejó fueron las paredes de aquella fábrica. Poco después, se reformaría por completo, incluso construyendo en su parte superior unos pisos pequeños. En 1925 nacería La Criolla como local de baile y en 1928, por motivo de la Exposición Universal de la ciudad, su propietario Valentín Gabarró, llevaría a cabo una ambiciosa reforma creando palcos, desde los cuales la gente pudiente pudiera acomodarse y contemplar el ambiente de la pista de baile.


Pero La Criolla no solo era una sala de baile cualquiera, ya que según las crónicas de la época, se la calificaba como transgresora y canalla, un lugar indecente donde se juntaba lo mejor y lo peor de aquella Barcelona de principios de los años 20. Desde ladrones, proxenetas, chulos y demás personas de mala reputación, pasando por vecinos y vecinas del barrio que lo único que buscaban era un rato de diversión, homosexuales y transformistas que allí encontraban un lugar donde poder ser ellos mismos, hasta gente de la alta sociedad que o bien desde los palcos o desde la misma sala, compartían momentos entre todos y todas las demás.



La sala tenía un escenario desde el cual había una banda que tocaba cada noche. El lugar también era el centro de distribución y venta de droga, que circulaba con total impunidad con la sala a reventar de personas. La prostitución tanto de mujeres, como de hombres y menores era también algo conocido dentro de La Criolla. Su salida no era menos tranquila, pues en plena calle Cid número 10, eran habituales las peleas y reyertas a las que tenía que acudir la policía para sofocarlas. Al encargado del lugar, se le conocía como Pepe y controlaba todo lo que sucedía y se movía en La Criolla. Se hacía respetar y nada se escapaba a su control, incluso se decía que tenía una cierta habilidad para evitar los problemas dentro de la misma sala, donde no permitía ningún tipo de altercado. Curiosamente en el año 1936, Pepe abandonaría La Criolla, para abrir y regentar otro mítico cabaret de la ciudad, situado en la calle Tapias y conocido como "Barcelona de Noche". Poco después a finales de abril de ese año, mientras caminaba de camino a su casa Pepe sería asesinado, sin más explicación al respecto.


La fama de La Criolla fue grande y se extendió incluso más allá de nuestras fronteras, pero su historia duró poco. El 24 de septiembre de 1938 una bomba de la aviación italiana, que bombardeaba Barcelona en apoyo al bando Franquista que asediaba la ciudad, cayó sobre La Criolla haciéndola practicamente desaparecer del lugar. Allí terminó aquel lugar que albergaba lo peor de la ciudad junto a todo tipo de estratos sociales de la misma de los años 20 y 30. Hoy La Criolla no existe y el lugar fue aderezado para mejorar un barrio que en aquella época estaba dejado de la mano de dios. Supe de la historia de La Criolla hace un tiempo a través de un programa de radio y aquello me llamó mucho la atención, pues sin duda era historia de la ciudad, tal vez no de lo mejor, pero al fin y al cabo historia de un lugar que acogió a todo tipo de personas bajo un techo noche si, noche también. Un lugar que perfectamente podría ser nuestra Sodoma y Gomorra y de la que poco se conoce. Espero que para quién no la conociera le haya interesado y de esta manera, conozca un poco más de una ciudad que como siempre me gusta decir, tiene mucha historia.


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