El origen del trineo de Santa Claus: mitología, historia y leyenda.
Son muchas las cosas con las que identificamos a Santa Claus: su espesa barba blanca, su inconfundible traje rojo, sus elfos, su saco mágico capaz de contener todos los regalos del mundo… y, por supuesto, su trineo volador tirado por sus inseparables nueve renos.
Gracias a él, Santa surca las regiones cubiertas de nieve y los cielos de todo el planeta, raudo y veloz, hasta llegar a las casas de millones de niños y niñas en la noche de Navidad.
Pero ¿siempre fue así?
Gracias a él, Santa surca las regiones cubiertas de nieve y los cielos de todo el planeta, raudo y veloz, hasta llegar a las casas de millones de niños y niñas en la noche de Navidad.
Pero ¿siempre fue así?
CIELOS INVERNALES.
En la mitología nórdica al dios Odín se le conocía como el dios errante, porque recorría los cielos durante el invierno a lomos de su caballo de ocho patas Sleipnir.
Mientras viajaba por los aires, Odín observaba a los seres humanos, les repartía regalos o castigos y, mientras tanto, los niños dejaban comida en sus botas para Sleipnir.
El trineo de Santa Claus no nació como un invento infantil, sino como la evolución natural de mitos antiguos, viajes divinos y la necesidad humana de imaginar que alguien —al menos una noche al año— puede dominar el invierno.
DE ODÍN A SAN NICOLÁS: CÓMO EL CRISTIANISMO ADAPTÓ EL MITO.
Con la llegada del cristianismo en pleno medievo, parte de aquellos detalles del dios Odín fueron asimilados en la figura de San Nicolás. Desde entonces, San Nicolás también surcaría los cielos, pero con ciertas diferencias o adaptaciones.
EL TRINEO COMO SOLUCIÓN LÓGICA EN LOS PAÍSES NEVADOS.
Sleipnir fue sustituido por renos y, en un lugar donde la nieve cubría vastas extensiones de terreno en invierno, el trineo era la solución más lógica.
Durante los siglos XVII-XVIII a San Nicolás ya se le empezaba a representar en grabados y cuentos populares desplazándose en trineo por la nieve… todavía no volando.
EL POEMA DE 1823 QUE CONVIRTIÓ EL TRINEO EN MÁGIA.
Aunque no sería hasta 1823, en el poema “A visit from St. Nicholas”, también conocido como “Twas the Night Before Christmas”, donde se describiría y popularizaría la versión más reconocible (antes que la de Coca-Cola) de un San Nicolás que:
- Viajaría en un pequeño trineo.
- Tirado por ocho renos.
- Volando por los cielos.
- Entrando por las chimeneas, para repartir regalos.
CUANDO EL TRINEO DEJÓ DE SER SOLO INVIERNO Y SE VOLVIÓ LEYENDA.
A partir de entonces, el trineo dejaría de ser solo un elemento del invierno, para convertirse en algo mágico que, además, a través del mismo simbolizaría el dominio del invierno.
Un medio de transporte al que se relacionaba siempre con el silencio, reforzando esa idea de una Santa que se mueve en secreto y sin ser visto.
Pese a esos cambios, asimilados del dios nórdico Odín, en algunas tradiciones antiguas San Nicolás viajaba no en trineo y sí en sacos o carros.
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