La Fumera, el aterrador emisario de los Reyes Magos.
Llegada de la mitología catalana, concretamente de la Catalunya norte y Girona, descubrimos una leyenda que obliga a los niños a mantenerse vigilantes con su comportamiento durante las vacaciones de Navidad. Conoce a la Fumera, el espía de los Reyes Magos.
Cuentan que durante las vacaciones de Navidad, que tienen los niños durante dos semanas entre diciembre y enero, estos son vigilados y observados de cerca por un enviado de los Reyes Magos. Este personaje es considerado un page real, pero su aspecto dista mucho de los pages característicos que vemos en las representaciones y cabalgatas de Navidad.
La Fumera, como se le conoce en Catalunya por colarse en los hogares por las chimeneas, que son las fumeras en catalán, de ahí su nombre, tiene un aspecto aterrador. Este page tiene siete ojos para evitar que se le pueda escapar ningún detalle de las buenas o malas acciones de los niños y niñas catalanes, cuatro ojos delanteros y tres en la parte trasera de la cabeza. Además, aseguran que tiene un dedo índice con otro ojo en la punta del mismo, que puede extenderse para alcanzar hasta observar por donde lo requiera. Para colarse en los hogares por la chimenea, la Fumera se hace humo, de esta forma logra acceder sin hacer el menor ruido.
Si la Fumera observa comportamientos que a su juicio no son buenos, este lo comunicará a los Reyes Magos y dejará durante la noche del 5 al 6 de enero carbón a modo de toque de atención y advertencia, porque si el niño o niña no mejora su comportamiento, seguirá sin recibir regalos de sus Majestades los Reyes Magos.
Alerta a los más pequeños, porque tal y como dice la leyenda, la Fumera “es un misteriós benefactor que tot ho veu, tot ho sent i tot ho xerra” o traducido al castellano, “es un misterioso benefactor que todo lo ve, todo lo oye y todo lo habla”.
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