El Pato Donald y Suecia, tradición navideña.

Existen tradiciones navideñas antiguas y populares que continúan celebrándose generación tras generación y otras, que sin tener siglos de antigüedad ni tradición en el país, han logrado arraigar profundamente en alguna que otra cultura. La que me ocupa en esta entrada tiene que ver con una curiosa costumbre televisiva del país de los vikingos y del sol de media noche: Suecia y el Pato Donald.

Todo comenzó en 1959. Para aquel entonces, el país nórdico tan solo gozaba de dos canales televisivos, por lo que igual que pasaba en otros países, normalmente no había mucho que ver. El 24 de diciembre la televisión pública aprovechaba esa fecha tan señalada para emitir dibujos animados de Disney, momento que muchas familias se tomaban para disfrutar de ese rato televisivo en familia. Pero un especial de aquella Nochebuena de 1959 lo cambiaría todo.

El canal público SVT1 emitió a eso de las 15:00 h del mediodía, un especial de Disney que tenía de protagonista al Pato Donald o Kalle Anka, como se le conoce allí. Aquel programa sería titulado “Kalle Anka och hans vänner önskar God Jul” (El Pato Donald y sus amigos les desean una feliz Navidad) y constaría de un especial y varios cortos animados de Disney. 

Esa emisión gustó tanto a la población, que desde entonces cada 24 de diciembre los suecos esperan puntuales su especial de Navidad de las 15:00 h con el Pato Donald. De hecho, es tal el cariño que le tienen al personaje que lo han ido incluyendo como un símbolo de estas fechas, que no puede faltar en ningún hogar. Si bien es cierto que con el paso de los años se ha ido adaptando, en esencia sigue representando lo mismo.

En varias ocasiones la televisión pública, que tiene un acuerdo con la propia Disney para no faltar cada año a su emisión, decidió fulminar de su parrilla dicho especial, desatando siempre el enfado de una sociedad que no está dispuesta a que les arrebaten su momento navideño con Donald, llegando a protestar enérgicamente por ello.

Han pasado ya más de seis décadas de aquel primer especial navideño, que acumula en cada una de ellas una cuota de pantalla de cerca del 40% o 50% de la población, unos 4 millones de suecos sintonizados con ese canal esperando ver su tradicional y favorito programa televisivo. Un especial que no sería lo mismo en Suecia sin el Pato Donald.