The Pigman, el hombre con cabeza de cerdo.

Desde pequeñas ciudades a pueblos rurales de Estados Unidos, las historias y leyendas de terror forman parte de su cultura popular. Historias que, en muchos casos, sirven como leyendas urbanas que han ido pasando de generación en generación, con la intención de aterrar a los jóvenes del lugar. Una de estas aterradoras leyendas tiene que ver con un extraño e inquietante personaje conocido como The Pigman.


Cuentan que en Angola, un pequeño pueblo cerca de Nueva York, una joven pareja de apellido Derek’s, vivía allá por mediados del 1800 de lo que podían. Entre sus fuentes de ingresos constaba la recolección de trozos de carbón, que caían de los trenes que pasaban por las vías que bordeaban el pueblo.

En uno de esos días en los que paseaban por las vías buscando esos pedazos de carbón, debieron mover uno de los listones que unían las vías de acero, retirándolo de su posición. Ese pequeño gesto pudo haber causado la tragedia conocida en el lugar como el “Horror de Angola” del 18 de diciembre de 1867, en el que un tren de pasajeros descarriló a su paso por un puente que salvaba un río, despeñándose con los pasajeros que murieron calcinados por el fuego del carbón ardiente de la locomotora. Por ese motivo los Derek’s fueron rechazados socialmente, algo que les obligó a vivir en una cabaña en el bosque, lejos de las miradas y comentarios de sus vecinos que los creían culpables de aquella tragedia.


En aquella cabaña los Derek’s tuvieron un hijo, al que llamaron William, pero este pequeño bebé nació con unas marcadas deformaciones en el rostro. William Derek’s creció prácticamente aislado, atormentado por los constantes insultos y bromas hirientes por su aspecto, al que comparaban con un cerdo.

Cuando fue mayor de edad, William contrajo matrimonio y junto a su mujer, vivirían varias décadas en la cabaña familiar. Pese a que William intentaba mantenerse ajeno, los constantes ataques e insultos hacia su aspecto iban minando su ánimo y fuerza de voluntad. Se cree que al morir su mujer, William comenzó a perder la cabeza.

Fue a partir de entonces, cuando comenzó a trabajar para una carnicería del pueblo, limpiando los restos que caían al suelo. De hecho, gracias a eso pudo hacerse con las cabezas de cerdos que luego colocaría en la entrada de su casa, con la intención de ahuyentar a los curiosos que se acercaban hasta allí. Pero no lo consiguió y eso terminó por desquiciarlo aún más. Poco tiempo después, William dio caza a dos chicos que fueron a espiarlo, los agarró y los arrastro mientras aún vivían hasta el interior de la cabaña, donde los descuartizó colgando sus cabezas al lado de las de los cerdos.



La noche de Halloween de 1973, la cabaña Derek’s ardió hasta los cimientos sin explicación alguna. La gente dio por muerto al extraño medio hombre, medio cerdo, hasta que un día comenzaron a morir jovenes aquí y allá, a la entrada de túneles o en caminos solitarios. Y es en esos lugares donde hoy en día los jovenes continúan acercándose, con la mera intención de tentar a la suerte e invocar a Pigman, siendo muchos los testigos que aseguran haber visto al Hombre Cerdo en alguna ocasión.


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