Los espíritus hambrientos.
Cuentan que desde hace más de cinco décadas, existe una leyenda que advierte de un peligro doméstico que no debemos descuidar. Este no es otro que el de la correcta limpieza y orden en nuestra cocina y mesa después de comer, puesto dejar el fregadero con platos sucios de comida, puede invitar a ciertas entidades a nuestras casas.
Aunque existen leyendas de espíritus hambrientos en el continente asiático, a los cuales se les otorga presentes en forma de comida o dinero, esta leyenda es más propia de algunos países hispanoamericanos, teniendo a las abuelas como principales difusoras de unas creencias que, interesadas o no, calaron en varias generaciones.
Cuentan que cuando dejamos platos sucios en la cocina como, por ejemplo en el fregadero, estamos invitando a entrar en nuestros hogares a los espíritus hambrientos, entidades que vagan por nuestro plano desconocedoras de su estado y que tienen hambre. Estos espíritus al detectar comida entran hasta nuestras cocinas e intentan alimentarse, sin éxito, de esos restos. Al comprobar que les es imposible saciar su hambre, hacen ruidos por la noche en la cocina para asustar a los miembros de esa casa.
Tampoco hay que dejarlos en la mesa sin recoger, porque estos espíritus creerán que han sido invitados a casa, con su posterior enfado al entender que allí no se les esperaba.
Esto puede provocar que estos espíritus decidan alimentarse de la energía de los que habitan en la casa o generar diferentes fenómenos que aterroricen a los vivos.
Para evitar estas visitas indeseadas, debes tener recogida la mesa después de cenar y lavar los platos, dejando la cocina limpia y ordenada antes de irte a dormir, de lo contrario estarás dando vía libre para que esos espíritus perdidos, confundan esos malos hábitos con invitaciones no deseadas a nuestros hogares.
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