El pueblo maldito de Marmellar.

Los pueblos abandonados tienen esa extraña aura que los hacen atractivos y, en algunos casos, aterradores. Lugares con historia, aunque no siempre una buena historia. Uno de estos últimos es el pueblo catalán de Marmellar, en el Baix Penedés (Tarragona).


Este pueblo, del que existen registros de nada más y nada menos que el año 1023, con un castillo del siglo XV, quedó prácticamente abandonado tras la Guerra Civil española. Para aquel entonces, la gente que quedaba decidió definitivamente marcharse y buscar un futuro más próspero lejos de allí.



Tanto vivos como muertos abandonaron el lugar, puesto que la autoridades exhumaron los cuerpos del pequeño cementerio que colindaba con la iglesia del pueblo, para trasladarlos hasta el cementerio del Vendrell, dejando nichos y tumbas abiertas tras de sí.


La imposibilidad de hacer llegar agua y electricidad fácilmente, acabó por dejar en el olvido a este pueblo milenario.

EL CASO DEL 93.

Aunque donde las malas lenguas aseguran que todo comenzó fue en 1993, cuando una pareja de cazadores descubrió el 26 de junio de ese mismo año, en el interior de una fosa vacía que tiempo atrás sirvió de reposo a un antiguo sacerdote del pueblo, el cadáver calcinado de una mujer. 

Al llegar la policía, descubrieron un colchón quemado en el exterior, donde presumiblemente hicieron arder el cuerpo. La mujer de melena larga y morena, que había sido abandonada desnuda y semienterrada en aquella fosa, presentaba signos de agresiones varias, así como la amputación de los dedos de las manos. En las paredes que rodeaban el exterior de la fosa, los agentes descubrieron pintadas de simbología satánica, algo que hizo pensar que el movil del crimen pudo tener algo que ver con algún tipo de ritual oscuro. 


Debido a que el cuerpo estaba muy calcinado, los forenses no pudieron averiguar la identidad de la víctima, a la que estimaban que debía tener una edad de entre 20 o 30 años.

La hipótesis principal de la policía fue que la mujer debía ser una prostituta sin identificar, pero todo comenzó a generar dudas ante la denuncia de unos padres, naturales de Alemania, que residían en la población del Vendrell. Estos denunciaron que la noche de San Juan desapareció su hija. 

Lo poco que se conocía de la descripción del cuerpo, la ubicación del pueblo de Marmellar y la estimación de que pudiera llevar muerta entre dos o tres días, hizo sospechar de que pudiera ser esa chica desaparecida.

La policía y el juzgado del Vendrell, cerraron el caso como el asesinato de una prostituta sin identificar, aunque solo por suposiciones.

EL CASO DEL 96.

Aquel terrible asesinato, realmente sin resolver, marcó el lugar, convirtiéndolo en un sitio al que la gente temía acercarse.

Y de nuevo, la historia se repitió el 15 de febrero de 1996, cuando un pagés (campesino) de la zona encontró el cadáver de una joven desnuda y oculta bajo unos tablones de madera, cercana a aquel mismo pueblo abandonado.

Cuando la policía forense llegó, descubrió que eran los restos de Anna María de 19 años, desaparecida un día antes mientras trabajaba como cajera en una gasolinera de la zona. Los secuestradores se llevaron a la joven y un botín de 40 mil pesetas.

El cuerpo presentaba signos de una brutal violencia, que ponía de manifiesto el ensañamiento de los asesinos con la víctima.

Como sucedió con el crimen del 93, los asesinos no fueron descubiertos, por lo que jamás nadie pagó por aquellos terribles crímenes.

MARMELLAR HOY.

Hoy en día, el pueblo de Marmellar continúa abandonado. Suele recibir visitas de curiosos durante el día, interesados en sus ruinas y su historia, mientras a otros solo les mueve el morbo de aquellas muertes. Aunque la gente de la zona, sigue murmurando que por el lugar, durante las noches, se sigue acercando gente para realizar rituales extraños a la luz de las velas y la luna.


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