El cementerio de Bacherlor’s Grove.

El cementerio de Bacherlor,s Grove, situado en Illinois (Estados Unidos), es considerado el cementerio más embrujado de Chicago. Su historia se remonta a la llegada de los primeros colonos anglosajones allá por el 1833 y cuenta con una buena colección de historias, leyendas y avistamientos de fantasmas, que lo convierten en uno de los lugares más misteriosos de Norteamérica. 


Aunque los primeros entierros conocidos no se dieron hasta el 1836, se cree que se comenzó a enterrar a gente en aquel terreno en 1834, tras la muerte de unos trabajadores alemanes mientras trabajaban en la construcción del Canal de Illinois y Michigan.

A partir del 1835, los terrenos fueron adquiridos por una tal Corintha Everden y, en honor a su propietaria, el cementerio recibió el nombre de Cementerio Everden. Desde entonces el campo santo comenzó a crecer a medida que la población a su alrededor también lo hacía. 

Ya entrados en el nuevo siglo, son varios los rumores que cuentan que el cementerio, rodeado de una espesa masa forestal y con un estanque pegado al mismo, sirvió de lugar para deshacerse de los cuerpos de las víctimas de las mafias en los años 20 o 30.


LOS FANTASMAS.

En este cementerio se ha podido presenciar la figura de la conocida como Dama de Blanco, la cual pasea por el cementerio en noches de luna llena, junto a un bebé en brazos, ambos enterrados en el cementerio. Otros aseguran haberla visto sola, precisamente buscando a su bebé. De esta aparición, las más conocida y popular, existe una supuesta fotografía tomada en 1991 de una mujer vestida de blanco y sentada sobre la lápida de una tumba, sin que en principio nadie hubiera estado en aquel momento allí. A esta imagen se la relaciona comúnmente con la Dama de Blanco.


A esto hay que sumarle la que muchos aseguran es la tumba sin nombre del hijo o hija de la Dama de Blanco. Tumba a la que los visitantes acostumbran a dejar presentes, como si de un altar se tratase.


El avistamiento de todo un edificio como una casa o granja de paredes blancas que aparece y desaparece a ojos de sus testigos, es otra de esas curiosas apariciones. Esta casa fantasma, tuvo su punto álgido de avistamientos durante la década de los 50. Una extraña aparición de la que se puede intuir que tiene que ver con la de unos antiguos propietarios de los terrenos, en los que también estaba el cementerio, los Schmidt, que compraron aquella extensión de terreno a los Everden. Una casa de la que se asegura, existen vestigios de ella en el bosque.


Otra aparición es la de un granjero acompañado de su caballo de arado, que murieron en el lugar debido a un accidente por el que terminaron ahogados en el estanque y que fue avistado por un policía de la zona.

Paseando alrededor del estanque, se ha reportado la figura de un hombre con dos cabezas.

Las apariciones de monjes caminando con sus características túnicas por el cementerio, fueron durante décadas figuras que algunos aseguraban haber visualizado entre las tumbas.

La gente del lugar explica que durante una época, muchos vehículos desaparecían en las inmediaciones, presumiblemente debido a crímenes perpetrados por la mafia. Se da la casualidad de que una antigua autopista cruzaba el lugar, aquella autopista cayó en desuso y fue eliminada, ganando el bosque esa parte del terreno. El final de esa antigua autopista finaliza justo en la entrada del cementerio.

Y para terminar, otra de las aportaciones más extrañas e inexplicables de testigos, sobretodo durante los 90, es la de un perro negro haciendo guardia en la entrada del campo santo.

LAS LEYENDAS.

El cementerio más encantado de Chicago no iba a quedarse tan solo en historias de fantasmas, puesto que tiene alguna que otra leyenda macabra que se cuentan los jóvenes del lugar y que con el paso del tiempo, han ido adaptando o incluyendo a ese encanto oscuro de Bacherlor’s Grove.

Algunas de esas leyendas tienen que ver, por ejemplo, con la conocida como “la muerte del amante”, que relata como en uno de esos caminos del bosque, donde las parejas de adolescentes llegan con sus vehículos para dejarse llevar por la pasión, el chico tiene que dejar a su chica en el coche mientras este va a pedir ayuda a la policía por haberse quedado tirados por el coche allí. La chica al ver que tardaba demasiado en volver, decide bajarse y averiguar que pasaba. Al bajar coincidió con que un coche patrulla de la policía llegaba hasta el lugar. Los agentes se bajaron visiblemente preocupados, pidiendo a la chica que se les acercara sin mirar atrás. La joven extrañada giró la cabeza y al levantar la mirada, pudo ver el cuerpo de su pareja colgando boca abajo de un árbol, justo por encima del coche, con el cuello cortado y casi tocando con la punta de los dedos el techo. 

Otra leyenda hace referencia a un supuesto asesino serial que vagaba por los alrededores, al que llaman “el garfio”, por tener una mano apuntada y, en su lugar, un garfio. Este personaje, especula la leyenda, pudiera haber sido un antiguo soldado que tras sobrevivir a la guerra y volver mutilado, ahora amenaza los alrededores de Bacherlor’s Grove buscando víctimas con las que saciar su sed de sangre homicida.

Y otra muy viral, tiene que ver con un antiguo guardes del cementerio, que vivió junto a su familia en una pequeña casa en el interior del mismo. La leyenda explica que acabó loco, por lo que decía eran las voces de los muertos que resonaban en su cabeza y que le obligaron, hacha en mano, a asesinar a su propia familia. 

MUERTES, VANDALISMO Y PROFANACIONES.

También los alrededores al cementerio han tenido su cuota de misterio, en este caso tras el descubrimiento del cuerpo sin vida de una joven en 1966 en pleno bosque o, ya dentro de los límites del cementerio, el cuerpo de un hombre asesinado por su propia novia en 1988.

La mala conservación y dejadez del cementerio han provocado que durante años, muchas personas vandalizaran el lugar y que, incluso, realizaran profanaciones y ritos satánicos.

Como puedes comprobar, Bacherlor’s Grove no es un lugar cualquiera en Chicago.


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