EL PROYECTO RAINBOW.

En 1943 la Marina de los Estados Unidos trabajaba en secreto, en un ambicioso proyecto que permitiera a sus barcos una ventaja frente a la poderosa flota nazi. El resultado obligó a la Marina a cancelar y ocultar ese proyecto, por representar un potencial peligro.


Basándose en la teoría de la dinámica de la gravedad, la Marina pretendía dotar a su flota de un escudo de invisibilidad, frente a los radares enemigos y, también, al ojo humano. Un proyecto ambicioso e inimaginable en aquel tiempo, más cercano a la ciencia ficción.

El Proyecto Rainbow o Expediente Filadelfia, como también se le conoce por llevarse a cabo en los astilleros navales de la Marina en Filadelfia, comenzó su primera prueba en julio de 1943. Para ello, se decidió utilizar al destructor escolta de la Armada, el USS ELDRIDGE, un buque nuevo y a estrenar, junto a un pequeño grupo de marineros y científicos, que se mantendrían a bordo durante las pruebas.

Al activar un campo electromagnético alrededor de todo el barco, este comenzó a desmaterializarse poco a poco, hasta desaparecer por completo. Aquello duró unos pocos segundos y al volver a ser visible, su tripulación tan solo presentaba signos de mareos y vómitos. La Marina consideró un éxito la prueba y ordenó repetirla, con la intención de que esta vez fuera totalmente invisible para los radares enemigos.

En octubre del mismo año, en los mismos astilleros de Filadelfia y con el mismo USS ALDRIDGE como conejillo de indias, los científicos responsables del Proyecto Rainbow la segunda prueba. Al activar el campo electromagnético, esta vez, el destructor no fue desmaterializándose poco a poco, en cambio, hubo un fogonazo de luz y desapareció al instante. La prueba parecía haber vuelto a ser un éxito, con la única diferencia de que durante 15 largos y eternos minutos, perdieron por completo la pista al buque de guerra.

Al mismo tiempo, la base naval de Norfolk, en Virginia, comunicó el avistamiento de un destructor de la armada a 600 km de la costa. Ese destructor no era otro que el USS ALDRIDGE.


Finalmente el USS ELDRIDGE fue volviendo a los astilleros de Filadelfia. Tal cual se fue, volvió, pero esta vez no como lo hubieran imaginado. Parte de la tripulación desapareció y no volvió, otra no se materializó por completo, mientras que otros tantos volvieron, pero fundidos con el casco del barco. Un horror que obligó a la Marina a cerrar el Proyecto Rainbow, por el alto peligro que representaba. 


Para ocultar cualquier prueba, se desmanteló el USS ALDRIDGE, que fue vendido por piezas a la marina griega. De esta forma, se daba carpetazo a uno de los casos más sorprendentes, que los teóricos de la conspiración persiguen desde hace décadas.


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