El viaje mortal del Demeter.

El Conde Drácula viajó desde su Rumanía natal hasta Londres, en un arduo viaje por mar que terminó de forma trágica para toda la tripulación. Sobre ese viaje, que duró justo un mes, conocemos algunos detalles gracias al diario de bitácora que su capitán logró proteger hasta el final. En las entradas de ese diario, se relataría la pesadilla que supuso aquella travesía mortal y que aparece en la archiconocida novela de Bram Stocker.


EL INICIO DEL VIAJE.

6 de Julio de 1897.

En el puerto búlgaro de Varna, un bergantín con bandera rusa, fletado por un misterioso noble rumano de familia con pasado glorioso, conocido como Conde Drácula, embarca un extraño cargamento de cajas llenas de tierra. La tripulación que consta de cinco hombres, un cocinero, dos oficiales y el capitán, zarpa al mediodía.


11 de julio de 1897.

El Demeter es abordado por inspectores de aduanas turcos, que tras revisar el barco y su cargamento, les permiten seguir navegando.

12 de julio de 1897.

De nuevo, los abordan inspectores de aduanas turcos, junto a un barco de guardacostas, que tras otra inspección, le permiten continuar su ruta.

13 de julio de 1897.

El Demeter avista el cabo de Matapán, en la costa sur-occidental de la península del Peloponeso, en Grecia. La tripulación se muestra callada y preocupada.


ALGO GENERA INQUIETUD.

14 de julio de 1897.

El capitán decide hablar con su tripulación. Se encuentran inquietos por lo que describen como “algo” que se encuentra abordo. El piloto, al escuchar lo que dice la tripulación y pierde los nervios golpeando a uno de ellos. No es bueno hablar de infortunios durante un viaje por alta mar.

COMIENZA LA PESADILLA.

16 de julio de 1897.

Por la mañana, uno de los marineros que la noche anterior se encontraba en su turno de guardia, desaparece sin dejar rastro. El capitán y el primer oficial piensan que pudiera haberse caído por la borda, en cambio, los hombres repiten que “algo” amenazante se encuentra a bordo.


17 de julio de 1897.

Uno de los hombres acude al camarote del capitán presa del pánico. Durante su guardia, asegura haber visto una sombra moverse por cubierta que desapareció por proa. Se organiza una batida, para intentar descubrir si abordo se encuentra un polizón.

EL TEMPORAL ENTRA EN ESCENA.

22 de julio de 1897.

Un fuerte temporal tiene a los hombre ocupados en mantener la estabilidad de la nave, algo que les hace estar distraídos del misterio que les ocupa durante su viaje. El Demeter cruza el Estrecho de Gibraltar, encontrándose a mitad del viaje.


24 de julio de 1897.

El navío llega hasta el Golfo de Vizcaya y un hombre más desaparece durante la noche. Los hombres exigen ir en parejas en el servicio de guardia, a riesgo de negarse realizarlo.

28 de julio de 1897.

El Demeter pasó cuatro días interminables en mitad de un tifón infernal. Nadie duerme, nadie descansa, nadie parece poder permitírselo.

LA MUERTE ES YA UNA REALIDAD ABSOLUTA.

29 de julio de 1897.

Desaparece el segundo oficial. El capitán y el primer oficial deciden ir armados y armar a los demás hombres. El riesgo de perder la cordura y el orden, es algo cada vez más posible.

30 de julio de 1897.

El tiempo amaina cuando están cerca de Inglaterra y, de nuevo, malas noticias. Otro hombre desparece durante su guardia, así como el piloto de la nave. El capitán, el primer oficial y dos hombres componen ahora una tripulación de agónicas circunstancias.

1 de agosto de 1897.

Tras dos días rodeados por una niebla espesa, la posibilidad de encontrar ayuda o refugio a su paso por el Canal de la Mancha, se antoja difícil, puesto que la visibilidad es nula y no hay hombres suficientes para controlar las velas del barco. El Demeter viaja prácticamente a la deriva.

2 de agosto de 1897.

Desaparece otro hombre más mientras realizaba su guardia. Creen haber pasado junto al Estrecho de Dover, aunque no pueden confirmarlo, debido a la niebla que no les abandona.

EL FINAL DEL VIAJE ESTÁ CERCA.

3 de agosto de 1897.

Sin hombres, presumiblemente todos muertos, el capitán se encuentra al timón de la nave. El primer oficial aparece de entre la niebla, blandiendo un cuchillo mientras dice haber visto a ese “algo”. Imbuido por la locura, asegura que lo encontrará en la bodega, escondido donde aún no han registrado nunca, entre el extraño cargamento de cajas de tierra. Es en ese entonces cuando acabará con él. Sin posibilidad de abandonar su puesto, ni fuerzas ya para impedírselo, el capitán ve como su primer oficial corre a la caza del responsable de aquel infierno. Tras unos minutos de incertidumbre, se escucha un grito y ve al primer oficial lanzándose por la borda, mientras grita que eso es lo único que les puede salvar.

CARA A CARA FRENTE A LA MUERTE.

4 de agosto de 1897.

Solo y en mitad de esa extraña niebla, el capitán vislumbra una figura, algo como una sombrada alargada y negra. Decidido a no abandonar su puesto, ni su barco, se ata con una cuerda al timón del barco e introduce las hojas de su diario de bitácora en una botella vacía, por si naufraga y muere, quien la encuentre sepa los horrores vividos por la tripulación del Demeter.


FINAL DEL VIAJE, EL CONDE HA LLEGADO.

El 6 de agosto de ese año, el Demeter encalló en la playa de Whitby, en el Reino Unido. 


La policía del puerto tan solo encuentra el cargamento de cajas de madera repletas de tierra y al capitán del bergantín atado al mismo al timón, con un rosario y un crucifijo agarrados fuertemente entre sus manos. Dentro de una botella, descubrieron las hojas del diario de bitácora que se usarían para la investigación policial. De la bodega surgiría, como llevado por el diablo, un enorme perro negro que sorprendió a los agentes y que saltó a la playa, perdiéndose entre las rocas. Ese mismo perro sería avistado en varias ocasiones, los posteriores días del naufragio, por las tierras colindantes.


En los pocos días posteriores, los periódicos recogerían la noticia del sepelio al capitán del Demeter, así como las noticias de esos avistamientos de aquel extraño perro.


El resto de la historia, por todos, es sobradamente conocida. El Conde Drácula lograría llegar a su ansiado destino, tras convertir al Demeter en un barco portador de muerte y, como la peste, desataría sus horrores y maldad por Londres.


Tal vez no lo sepas, pero Bram Stocker, el autor de la famosa novela de terror gótico, Drácula, se inspiraría en naufragios reales ocurridos años antes de la publicación de su novela, para crear los sucesos acontecidos en el viaje del Demeter. También, lo más probable es que fuera asesorado minuciosamente por algún marino experimentado, al ser la ruta del Demeter descrita y detallada a la perfección.


Si no fuera porque es ficción, el viaje del Demeter se convertiría en una de esas travesías misteriosas jamás contadas en la historia.

Si quieres disfrutar de esta historia, el libro “Demeter” de Ana Juan es perfecto para ello. Un libro con ilustraciones geniales, algunas de ellas presentes en esta entrada, que reflejan ese ambiente aterrador que vivieron los marineros del Demeter en la novela de Bram Stocker.


La película “The last voyage of the Demeter” (2023), es otra opción perfecta para poder descubrir esa parte de la historia.



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