Mis clásicos de cine favoritos: MORTAL KOMBAT (1995).

En 1992 Midway Games distribuiría en máquinas arcade y más tarde, en consolas domésticas, un videojuego de lucha que rápidamente comenzó a viralizarse. Mortal Kombat rivalizaría directamente con el otro gran título de referencia del momento, Street Fighter, ¿la diferencia?, su diseño de los personajes y su marcada y explícita violencia en la que no se escatimaba en sangre, además de sus famosos “fatalitys”, formas brutales y diferentes de morir en combate, que se volvieron uno de sus sellos de identidad. Su éxito fue tal, que como suele pasar en estos casos, Hollywood no tardaría en querer aprovechar la ocasión y adaptarlo a la gran pantalla. Fue en 1995 cuando pudimos ver el resultado de una película que, pese a no haber envejecido del todo bien y poder considerarse hoy en día una obra menor, supuso un estreno millonario en taquilla y una adaptación bastante fiel a lo que conocíamos del videojuego. Hoy recupero otro de esos clásicos del cine, que tienen un lugar muy especial en mi recuerdo: MORTAL KOMBAT.


El Dios del rayo Raiden tutela a los luchadores Liu Kang, Sonya Blade y Johnny Cage que competirán en el Torneo de Mortal Kombat, como máximos representantes de la Tierra. Del otro lado, se encontrarán con temibles luchadores como Sub-Zero, Scorpion o el Príncipe Goro, liderados por Shang-Tsung, que representan al Mundo Exterior, que lleva nueve victorias seguidas y que, a la décima, tendrá la oportunidad de conquistar la Tierra.


La Mortal Kombat de 1995, dirigida por un joven y aún poco conocido Paul Anderson, es de esas películas que seguro gustarán a aquellos que ya peinan canas, por ser la adaptación de un videojuego que quien más, quien menos, jugó en alguna ocasión. Un videojuego que aquellos que vivimos esa época dorada y especial de las consolas de 8 y 16 bits, seguro que mantenemos un gran recuerdo, pese a estar, en su momento, envuelto en cierta polémica y crítica por su violencia extrema. 



Cuando se estrenó esta adaptación, la expectación fue máxima entre los fans, tanto que su recaudación fue todo un éxito. Más de 122 millones de dólares, por los 18 millones de presupuesto con los que contó. Y es que, posiblemente, ese presupuesto tan bajo en comparación a otras producciones del momento que duplicaban su inversión, fue lo que finalmente hizo que visualmente se quedara algo corta. 

A nivel de guion y trama, su simplicidad fue un acierto, puesto que lo que se esperaba ver eran los combates entre los personajes más admirados del videojuego y no tanto una historia, que de por sí en esos primeros años de la franquicia, no estaba tan desarrollada como lo está hoy. Justo las escenas de lucha, salvo las que protagonizan Liu Kang, incluso, Johnny Cage, son bastante flojas, como en el caso de las coreografías de acción de Sonya Blade, bastante nefastas.


Aun así, la película tenía una ambientación bastante acertada y unos personajes bien caracterizados. Visualmente, destacaría el personaje de Goro. Los efectos digitales utilizados, a excepción de algunos casos, van acorde con el escaso presupuesto destinado a una adaptación, que bien merecía una apuesta más importante.



Con claras referencias en el cine de artes marciales de los 80, Mortal Kombat supuso el inicio cinematográfico de una franquicia, que más allá de los videojuegos, fracasó en cada proyecto que estrenaba. Ya fueran películas o series, animadas o de acción real, exceptuando unos pocos títulos, entre ellos la superproducción estrenada en 2021, la Mortal Kombat de 1995 fue durante mucho tiempo, con sus más y sus menos, una de las mejores adaptaciones realizadas del videojuego al cine. Y eso que los precedentes de Súper Mario Bros (1993), Double Dragon (1994) o Street Fighter (1994), aunque esta última con bastante buena nota a nivel de recaudación en taquilla, fueron sonoros fracasos de crítica muy olvidables.

LA ANÉCDOTA.

Para el papel de Sonya Blade, la dura comandante de las Fuerzas Especiales, en un principio se pensó en Cameron Díaz. De hecho, Díaz comenzó a entrenarse para las escenas de acción, hasta que se lesionó la muñeca justo antes del inicio del rodaje. Los productores decidieron sustituirla, a contrarreloj, por la actriz Bridgette Wilson, que sin tiempo para entrenar las escenas de acción, tuvo que meterse en el papel.


Para el papel de Raiden, la primera opción no fue Christopher Lambert y si Sean Connery. Aunque rápidamente los productores de la película supieron que el mítico actor escocés, no iba a estar demasiado interesado, ya que Conneryestaba más interesado en jugar al golf, que en volver a interpretar a un personaje físicamente”. Incluso antes de Connery, Danny Glover llegó a ser una opción para el papel.

Y hasta aquí otra película de Mis clásicos de cine favoritos.


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