BETA vs VHS, los inicios del cine en casa.

Los años 70 supusieron un logro en el adelanto de la tecnología de vídeo doméstico, con la aparición de los primeros reproductores que permitían ver cine y grabar cualquier programa televisivo en tu propia casa. Su éxito, no exento de polémica entre las grandes productoras, duró aproximadamente hasta principios de los 90, cuando finalmente una nueva tecnología, dio paso a una era digital que, de nuevo, revolucionaría el mercado. Aquellas cintas en formato videocasete son hoy algo antiguo y viejo para muchos e, incluso, algo totalmente desconocido para algunas generaciones, pero lo que representaron va más allá de algo pasajero, para muchas personas supuso un hobby e incluso un estilo de vida. Conoce estos formatos que, durante dos décadas, entraron en millones de hogares del mundo.

BETAMAX (SONY).

En un tiempo en el que los productos televisivos y sus contenidos dominaban el mercado audiovisual, muy por encima de la industria del cine, que protegía su cuota de mercado, evitando que sus películas llegaran pronto a la pequeña pantalla, rentabilizando por más tiempo sus ingresos en taquilla, hubo la necesidad de aportar algo al consumidor que proporcionara una opción de entretenimiento novedosa. Por ello, en 1975, la poderosa empresa nipona Sony, lanzaría al mercado el primer reproductor doméstico de vídeo, junto a un televisor, todo ello unido a una consola que completaba el voluminoso aparato reproductor. En los sucesivos años, Sony introduciría mejoras y funciones adicionales como ofrecer el reproductor independientemente del televisor. 

Entre las características que disfrutaron aquellos que adquirieron un reproductor BETAMAX, estaba la de grabación de contenidos televisivos, ya sea en el momento, mientras se visualizaba otro programa o programando el reproductor a una hora concreta, calidad de sonido hoy comparable a la de CD, función BetaScan que consistía en adelantar y retroceder rápidamente la cinta con imagen o función de pausa, entre otros.

Sony utilizaba para la reproducción y grabación un formato de cinta analógica, inspirado en los clásicos casetes de audio, diseñados originalmente por Phillips, así como en su propio formato profesional U-Matic. Estas cintas tenían un tamaño reducido y gozaban de una muy buena calidad de imagen y sonido, aunque de corta duración, tan solo 1 hora como era lo normal en la época, pese a que con los años se lograría ampliar esa duración.

VHS (JVC).

Un año después del lanzamiento del formato BETAMAX, en 1976 la empresa JVC, a través de su filial japonesa Matsushita (Panasonic), lanzaría el primer reproductor de VHS

Los reproductores VHS de JVC, portaban prácticamente las mismas características que los reproductores BETAMAX de SONY, siendo su principal diferencia el precio. Una diferencia que fue decisiva en el futuro, a la hora de marcar las prioridades de los usuarios. 

Más allá de las especificaciones técnicas entre uno y otro, JVC priorizó el coste más económico de sus componentes para rivalizar directamente con SONY. La cinta de videocasete que también utilizaban los reproductores VHS, se diferenciaban con las de BETAMAX en su tamaño. Estas utilizaban dos bobinas de cinta magnética, igual que las típicas cintas de casete de audio de Phillips, también era muy fácil acceder a su interior gracias a un sencillo mecanismo. Aunque si algo las hacía mejores a las de BETAMAX, o más llamativas, era su capacidad de duración, de hasta 2 horas, mejorando incluso esa característica con el tiempo.

Pero esas mejoras, siempre fueron en detrimento de la calidad, tanto en sus reproductores como en la calidad de sonido e imagen de sus cintas, que sin ser de pésima calidad, sí que estaban por debajo de la calidad incuestionable de SONY en sus reproductores y cintas BETA.

BETA vs VHS: LA GUERRA POR EL CONTROL DEL MERCADO.

En el momento en que ambos formatos irrumpieron casi al unísono, se pudo ver fácilmente que la convivencia entre ambos por un mismo mercado, iba a ser mucho más que complicada.

El formato BETAMAX empezó antes y poco después, en 1979, SONY ya tuvo que enfrentarse a una dura demanda por parte de Universal Studios y Disney, que se unieron en la defensa de que era ilegal comercializar un artículo que permitía grabar contenidos que emitía la televisión. Este conflicto, que nos debe sonar a muy reciente en el tiempo con el tema de la piratería en internet, lo ganó ya en ese momento SONY, aunque no salió demasiado bien parada. Pese a ello, logró salvar un negocio que estuvo a punto de estar tocado de muerte muy rápido.

Tras esa demanda, quien aprovechó el momento fue JVC. A diferencia de SONY, se mostró siempre más abierta en el aspecto de las licencias, algo que le favoreció a la hora de comenzar a establecerse como estándar en el sector. A mediados de los 80, JVC contaba con 40 fabricantes que trabajaban con el formato VHS, frente a tan solo los 12 que hacían lo propio con BETA.

Para aquella época, los videoclubs llevaban ya unos años proliferando y tener que comercializar un mismo servicio con dos formatos, se tornaba difícil y costoso. JVC fue un paso más allá en su expansión, llegando a acuerdos comerciales con algunas grandes productoras de Hollywood, entre las que estaba la demandante de SONY, Disney. Con ello logró que más y mejores títulos llegaran a esos videoclubs en VHS, algo que también decantaba las preferencias de los usuarios y de esos mismos videoclubs, que optaban por trabajar con un único formato. 


SONY decidió, entonces, adquirir la productora Columbia Pictures Entertainment, en una maniobra millonaria para equilibrar las cosas.

Finalmente, VHS se convirtió en el estándar dominante y en el formato preferido por gran parte de los usuarios. A principios de los 80, el 75% del mercado norteamericano se decantaba por VHS y, a finales de los 80, en una maniobra que certificó el final de la gran guerra comercial de aquel tiempo, audiovisualmente hablando, SONY comenzó a fabricar y comercializar reproductores VHS. Además de lo esgrimido más arriba, la gente terminó decantándose por VHS, valorando mucho más el aspecto económico, que la calidad que se obtenía con BETAMAX.

PRINCIPIO, DOMINIO Y FINAL. 

El VHS dominó el mercado hasta 2007, cuando el formato DVD lo desbancó por completo, comenzando a comercializar masivamente reproductores en ese nuevo formato digital. Hasta entonces, y desde 1975, el formato de vídeo analógico estuvo presente activamente en la vida de millones de personas.

En 2016, la empresa japonesa Funai Electric, que era la única que seguía fabricando cintas VHS y reproductores en ese formato, cesó por completo su fabricación y, un año antes, en 2015, SONY anunció en su página web el fin de la producción de cintas BETA.

La era de los reproductores de cintas analógicas, terminó con un estilo de vida que para muchos completó grandes momentos de ocio familiar. También representó el trágico final de un negocio, como el de los videoclubs, que un servidor soñaba con regentar siendo un crío. De aquella, solo queda el recuerdo de muy buenos momentos.

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