Querido tiempo, ¿y ahora qué?.

La gente suele mirarme raro cuando les digo que yo, personalmente, no tengo nada especial para hoy (otra cosa es que los míos me lo tengan preparado), que si no me felicitan no pasa nada y que, de hecho, si no lo hacen pues casi mejor. No me siento triste, más bien es por melancolía, les digo, pero lo cierto es que a esa melancolía inevitablemente, por momentos, la nubla la tristeza.

Llegan esos momentos en la vida, en los que miras atrás y da cierto vértigo ver el tiempo que ya has consumido, aunque en el día a día, te dé la curiosa sensación de que todo eso, hace nada que sucedió. Y así es como me siento, entre melancólico, confundido y algo contrariado, porque aunque ya hace unas cuantas mañanas que me tocó madurar, por dentro me sigo sintiendo ese tonto y loco chaval con el que disfrutaba junto a mis amigos, saliendo con mi todavía hoy amor, tirado en casa con mis cosas o saliendo de fiesta, superando la resaca como quien cuenta uno, dos, tres. Pero miro atrás, me veo ahora y algo cambió. Ese tonto y loco chaval, parece cada vez más empequeñecido en el fondo de mi ser, más calmado y eso, me genera esa nostalgia que cada año me visita para recordarme, que toca seguir.

Ya lo decía El Canto del Loco en uno de sus éxitos de 2008, Peter Pan

¿Será que me habré hecho mayor? Que algo nuevo ha tocado este botón

Para que Peter se largue

Y tal vez viva ahora mejor, más a gusto y más tranquilo en mi interior

Que Campanilla te cuide y te guarde

El tiempo, imparable e inquebrantable, no perdona ni un segundo, pero tampoco te aporta tregua. El entorno donde me toca moverme, parece rejuvenecer cada cierto tiempo y, en cambio, yo sigo adelante como si hubiera alguien dispuesto a mantenerme ajeno de todo ello. 

Siempre digo que no me opongo a cumplir años, ni a no tener 20 años menos, al contrario, soy feliz, lo soy por como soy, con mi familia y que sean ellos el centro de mi vida, pero estaría muy bien encontrar un término medio entre ser un Peter Pan, madurar y unas arenas del tiempo más gruesas.

Comentarios