El poltergeist de Rutherglen.

A principios de agosto de 2016, la policía escocesa acudió a una casa familiar en Stonelaw Road, en Rutherglen. Aquella familia denunció sufrir una serie de fenómenos aterradores en su vivienda, que les hacía vivir una auténtica pesadilla. La noticia apareció en diferentes medios y es, a día de hoy, un misterio que ni la misma policía logró explicar.

Entre el 8 y el 9 de agosto de 2016, Catherine Shreenan, que vivía junto a su hijo adolescente en una casa de Rutherglen, llamó muy nerviosa a la policía. Aseguraba que en su casa estaban sucediendo cosas inexplicables y aterradoras, por las que temían, incluso, por su propia vida. En un principio, la policía creyó que estaban gastándoles una broma pesada, pero el tono aterrado y desesperado de la señora Shreenan, les hizo dudar y enviaron a unas patrullas para que investigaran que estaba sucediendo. 

Al llegar, los agentes entraron en la casa y no tardaron en experimentar todos aquellos fenómenos. Luces que se encendían y apagaban, puertas y ventanas que se abrían y cerraban solas con fuerza, igualmente las puertas de los armarios de la cocina y los electrodomésticos también hacían lo mismo. Ropa y demás objetos salían disparados por las estancias, los cuadros caían de las paredes y demás sucesos. Aunque lo que hizo darse cuenta a los agentes que la situación en la que se encontraban no iba a ser nada convencional, fue lo primero que presenciaron al llegar a la vivienda. Justo antes de entrar en la casa, el perro de la familia, un pequeño Chihuahua que se encontraba fuera, levitó hasta colocarse en lo alto del seto de la entrada.

Después de asegurarse de que no había ningún tipo de mecanismo que los provocara, los agentes describieron en su informe lo que allí se estaba viviendo como “eventos perturbadores”.

Sin posibilidad de ayudar a la familia, la policía decidió consultar a la Iglesia Católica, que desplazó a un sacerdote para que bendijera la casa.

Nada logró ahuyentar el miedo de sus cuerpos, por lo que decidieron marcharse a vivir con la madre de Catherine Shreenan, no muy lejos de allí. Actualmente, sus vidas transcurren sin problemas, aunque no osaron volver a su casa. Los motivos de todos aquellos poltergeist, por ahora, siguen siendo todo un misterio sin resolver paranormal, en pleno siglo XIX.

Puedes leer la noticia aparecida en un medio de comunicación escocés, clicando aquí.

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