RUMBO AL INFIERNO, la condena es inevitable.

Desde hace años, procedentes de Corea del Sur nos acostumbran a llegar producciones más que interesantes. Ya sean zombies sedientos de sangre, dramas capaces de ganar un Óscar, historias cargadas de crítica social o thrillers impactantes de suspense, estas producciones tienen la habilidad de convertirse en poco tiempo en virales. La serie que hoy me ocupa y que adapta una webtoon de éxito en el país coreano, es de esas que, ayudada por el tirón de otro título reciente y del trabajado anterior de su creador, pretende hacerse un hueco en el cada vez más tupido catálogo de producciones llegadas de uno de los países más de moda en lo audiovisual. Mi recomendación de serie va sobre: RUMBO AL INFIERNO.


Cuando el misterioso líder de una secta autodenominada La Nueva Verdad, presenta al mundo lo que consideran una prueba divina, en la que una persona es sentenciada a muerte por un “ángel” y ejecutada por tres monstruosos seres que arrastran a esta al infierno, el mundo cambia por completo. El miedo y el fanatismo cambian a una sociedad, que es rápidamente influenciada por La Nueva Verdad.



El responsable de Train to Busan (2016), la genial y premiada película de terror y zombies del director Yeon Sang-ho, vuelve a la palestra internacional con RUMBO AL INFIERNO (2021), un drama de misterio y terror en formato serie, una propuesta diferente y adictiva. 


Aunque muchas reseñas y críticas la catalogaron como una serie de terror, lo cierto es que RUMBO AL INFIERNO transcurre más bien como un drama de misterio o suspense, que funciona a la vez con un trasfondo de crítica social y religioso, con el foco puesto en la manipulación de las masas a través del miedo y el desconocimiento que en ellas se despierta, al aparecer unos fenómenos más propios de lo divino, que enfrentan a toda lógica. El cómo interpretar esos sucesos, desde una óptica Católica, es lo que trae también de cabeza al espectador, que ve como en poco tiempo, todo en lo que se creía cambia por completo. 


Tanto las profecías, como esas terribles bestias llegadas del infierno para hacer pagar a los elegidod, son una excusa de fondo, para que veamos como la sociedad puede verse superada por los acontecimientos, de que forma puede actuar y como puede ser manipulada a voluntad por unos fanáticos, que pretenden hacer cumplir sus doctrinas, así como castigar a aquellos que decidan no seguirlas. 



Aunque son la excusa para todo lo demás, la espectacularidad y brutalidad con la que se presentan esos tres monstruos justicieros, hace estremecer por su crudeza, ya que no se privan de violencia y sangre para hacer cumplir sus castigos “divinos”. Sin duda los momentos previos a su aparición se viven con cierta angustia, por representar lo inevitable.




En lo interpretativo la cosa funciona bien, todos los y las protagonistas cumplen y transmiten esa verosimilitud, necesarias para que la historia sea creíble y consiga mantenerte atenta a la pantalla. 

Su final da un giro genial que te deja con la boca abierta y muchas preguntas, que seguramente puedas ver resueltas, si no todas algunas de ellas, en una más que probable segunda temporada. 

Aunque para muchas personas RUMBO AL INFIERNO llegó para llenar el hueco que les dejó otra producción surcoreana como El juego del calamar, que ya te adelanto que debo ser de los pocos que no aguanté más de dos o tres capítulos, hay que hacerse a la idea que son dos ficciones diferentes, con propuestas totalmente distintas, aunque ambas contienen cierta crítica social. Con RUMBO AL INFIERNO descubrirás una serie adictiva e impactante, que te hará pensar sobre temas como lo inevitable que es la muerte.


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