Parques de Atracciones encantados.

Los parques de atracciones son lugares perfectos para el disfrute en familia y amigos. Lugares donde las risas y las emociones son un valor seguro, aunque existen parques que bajo toda esa felicidad esconden vivencias aterradoras. En este especial sobre Parques de Atracciones encantados, repaso tres en los que las historias extrañas se repiten desde hace tiempo o que, tras su cierre, son muchos los que acuden a sus ruinas para intentar vivir esos encuentros paranormales. ¿Estás preparado para descubrir ese lado oscuro de algunos Parques de Atracciones?


DISNEYLAND (CALIFORNIA/ESTADOS UNIDOS).


Tal vez uno de los lugares más alegres y que mayor entusiasmo e ilusión despierta en niños y no tanto de todo el mundo. El parque de atracciones de DISNEY en California, es uno de los más importantes donde poder compartir momentos inolvidables junto a Mickey Mouse y sus amigos, pero también es un lugar en el que se han reportado sucesos extraños e, incluso, se han llegado a difundir imágenes que ponen los pelos de punta.

Inaugurado hace más de 60 años, en 1955, DISNEYLAND está situado en la localidad californiana de Anaheim. Este parque fue el primero de su tipo, construido basándose en los famosos personajes de los dibujos animados, así como diseñado y construido por el visionario Walt Disney. Pero al parecer no todo son risas y diversión en DISNEYLAND, pues no son pocos los trabajadores y visitantes que aseguran haber vivido situaciones insólitas.

La mayoría de situaciones, que no son pocas, tienen que ver con extraños fantasmas que merodean por el parque y que incluso, parecen montarse en sus atracciones. Son varias esas atracciones, entre las que se encuentran algunas de las más icónicas y visitadas que acumulan el mayor número de casos. Hay trabajadores que incluso han puesto nombre a alguno de esos fantasmas, con los que conviven sin demasiados problemas. Las cámaras de seguridad han captado secuencias en las que una figura etérea cruza para montarse en una atracción, otras aparecen ya sentadas en ellas y otras parecen disfrutar de un tranquilo paseo por el parque. Dichas imágenes se han ido haciendo viral y cada cierto tiempo aparece una nueva filmación de vídeo.

Aunque hay quien cree que entre esas numerosas presencias se encuentra el fantasma del mismísimo Walt Disney, lo cierto es que corre una teoría que explicaría tal cantidad de fantasmas en el lugar. Desde hace tiempo, muchos norteamericanos al morir legan a sus familias el deseo de esparcir sus cenizas por el parque. Esto no ha pasado inadvertido por DISNEYLAND, que tiene a día de hoy tiene un marcha un procedimiento para evitar la entrada de cenizas humanas en el parque. 

LAKE SHAWNEE AMUSEMENT PARK (WEST VIRGINIA/ESTADOS UNIDOS).


La historia de LAKE SHAWNEE AMUSEMENT PARK es una de esas historias más propias de una película de terror. Tras la compra de los terrenos por parte del empresario C.T. Snidow, situados en Princeton, West Virginia, este parque fue inaugurado en 1926. El parque contaba con una noria, un gran columpio, piscina, pista de carreras, salón de baile, puestos de comida, pícnic y cabañas donde poder hospedarse.

El LAKE SHAWNEE AMUSEMENT PARK fue un lugar muy popular entre las familias del lugar, dedicadas la gran mayoría a la minería. Pero dos trágicas muertes dieron al parque una mala reputación. Pese a ello logró estar en funcionamiento unos 40 años, hasta que una inspección de seguridad lo cerró definitivamente. Una niña murió atropellada por un camión al salir del columpio, mientras que un niño murió ahogado en el lago. Pero la historia trágica del parque tiene un origen mucho más anterior a la construcción del mismo. 

En 1783 esas tierras estaban ocupadas por nativos americanos, que fueron desplazados por la fuerza del lugar por colonos europeos. Fue justo Mitchell Clay quien lideró las hostilidades contra las tribus nativas del lugar, motivo por el cual sus dos hijos fueron capturados y muertos en la hoguera. Como venganza la familia Clay y sus aliados, asesinaron sin piedad a los nativos americanos, hasta que lograron ocupar sin resistencia los terrenos.

En 1966 el parque fue clausurado hasta que un nuevo propietario compró los terrenos en 1985. Este nuevo propietario, un antiguo trabajador del parque, reabrió sus puertas por un corto periodo de tres años, hasta que en el verano de 1987 tuvo que volver a cerrar debido a una serie de descubrimientos arqueológicos inquietantes. Una serie de excavaciones descubrieron que en los terrenos donde se asentaba el parque, fueron antes de la llegada de los colonos europeos un cementerio. Un total de trece restos humanos fueron descubiertos a lo largo de 1988, varios de ellos de niños, además de diferentes artefactos y herramientas de gran valor histórico y arqueológico.

Desde su último cierre los propietarios han preferido dejar las ruinas del parque y organizar durante la semana de Halloween, tours de misterio por el parque. De hecho el fantasma más famoso es el de una niña vestida de blanco, que merodea por el parque ensangrentada.

TAKAKONUMA GREENLAND (HOBARA/JAPÓN).


Situado en la localidad de Hobara, cercana a Fukushima, en 1973 se levantó un ambicioso parque de atracciones llamado TAKAKONUMA GREENLAND. Corre la leyenda que su ideólogo y precursor, un hombre llamado Makoto, tenía el sueño de construir un parque de atracciones, pero económicamente la cosa no le iba bien. Por ello decidió realizar un pacto con un conocido demonio del folclor japonés, el Amanojaku. Este demonio le concedió el deseo de solventar sus problemas financieros para acometer su tan ansiando proyecto, no sin algo a cambio. Makoto incluyó en el pacto con el Amanojaku la vida de su propia hija.

Pero fue en su primer día abierto cuando la hija de Mokoto desapareció sin dejar rastro, encontrándose dos meses más tarde el cuerpo sin vida de su padre. El parque permaneció abierto un tiempo hasta que cerró. En 1986 un empresario japonés compró el parque y lo reabrió. TAKAKONUMA GREENLAND estuvo activo 10 años más, hasta que tuvo que cerrar tras la muerte de al menos 6 personas y varias otras heridas en diferentes accidentes, que hicieron ganar al parque la etiqueta de parque embrujado. La gota que colmó el vaso y provocó el cierre definitivo del parque, fue la extraña muerte de un joven que subido en la montaña rusa del parque, llamada “El Dragón Blanco”. Este joven se levantó de su asiento en funcionamiento y tras decir “Voy con ella”, saltó desde lo alto hacia el bosque. La montaña rusa, que era la más grande de todo Japón, estaba situada en parte de su recorrido por encima de lo que antaño fue un cementerio. 

Muchos de los visitantes del parque reportaron haber visto en algún momento a una niña jugar, para luego desaparecer ante los ojos incrédulos de quienes se cruzaron con ella.

Hoy el parque está abandonado en mitad de una naturaleza, que poco a poco fue conquistando de nuevo el terreno, dejando una estampa de pesadilla con atracciones oxidadas y el parque cubierto de una espesa niebla.

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