La vengativa y aterradora Mano Pachona.

Pese a que esta leyenda se extiende por diversos países latinoamericanos, llenando de terror el imaginario de niños y no tanto, la versión más extendida sobre su origen reside en la localidad mexicana de Puebla. Allí a principios del siglo XX la muerte de una de las personas más odiadas del lugar, daría pie a una maldición que recorre las calles bajo el amparo de la oscuridad de la noche, en busca de víctimas a las que ir sumando en el infierno.

Como digo, todo comenzó en Puebla (México), en una conocida casa de empeños regentada por un usurero sin escrúpulos y ambicioso llamado Sr. Villa, aunque popularmente le conocían como “Horta”. Tal hombre no era nada agraciado físicamente, pues era de baja estatura, regordete y con mucho pelo por todo su cuerpo, incluso en las manos, donde acostumbraba a lucir ostentosos anillos de oro. 

Villa no era lo que se puede decir una buena persona. Se había ganado durante años muy mala reputación por aprovecharse de los más pobres, cobrándoles abusivos intereses por los préstamos que les proporcionaba. Por todo esto la gente que al doblar la esquina se topaban con su local, acostumbraban a maldecir al hombre con esta súplica: “¡Que Dios te seque la mano!”

Este usurero sin compasión alguna, conocía del odio que le prodigaban sus convecinos, por lo que cuando los pillaba observándole con esas miradas acusadoras desde la calle, él agarraba las monedas que había conseguido y las enseñaba tirándolas sobre el mostrador a modo de burla.

Pero la vida en ocasiones nos juega malas pasadas y el Sr. Villa un buen día murió inesperadamente. Tal vez como castigo por sus pecados, al poco de caer muerto su mano se secó, provocando que sus anillos se quedaran atrapados en sus dedos, que como el resto de su mano eran oscuros y peludos.

El Sr. Villa fue enterrado en el cementerio del lugar, con una ceremonia a la que tan solo acudieron su mujer y el cura que oficiaba su entierro. Los sepultureros no tardaron en reportar sucesos extraños, como que la mano del difunto solía emerger de la tumba, trepando después por el muro del cementerio y desapareciendo en la noche. Esto siempre sucedía sobre las 23:00 de la noche y se dice que la conocida como Mano Pachona, acechaba a sus víctimas para abalanzarse sobre ellas, arrancarles los ojos y ahogarlas hasta la muerte.

La Mano Pachona o Mano Peluda, no es exclusiva de México, pues son varios los países latinoamericanos, como por ejemplo Colombia, en el que explican su historia a los más pequeños, para evitar que se levanten por las noches. En ellas relatan como la Mano Peluda agarra de los pies a los niños y se los lleva al infierno. Si estos logran escapar, se les deberá curar las heridas infligidas por la Mano lo antes posible o se desangrarán hasta la muerte. También se dice que se la ha llegado a ver agarrada en los ventanales de los conventos. Curiosamente es Colombia el país donde más personas aseguran haberla visto.

¿Tú qué opinas? Por si acaso, si viajas a México y paseas por las calles de Puebla, ándate con mucho cuidado, pues la Mano Pachona puede estar acechando seca, oscura, peluda y asesina.

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