LAS ESCALOFRIANTES AVENTURAS DE SABRINA, la bruja adolescente de NETFLIX.

En los 90 se estrenó una sitcom que en España conocimos como “Sabrina, cosas de brujas”. La serie adaptaba un famoso y exitoso cómic estadounidense de la serie Archie, que tuvo su primera aparición junto al protagonista, Archie, en 1962. Después de aquello el personaje de Sabrina se ganaría al público y una serie regular, que tendría varias nuevas publicaciones y reinicios a lo largo de las siguientes décadas. Justo una de esas últimas publicaciones, que rescataban a la bruja adolescente, pero esta vez oscura y aterradora como nunca se la llegó a ver, sirvió a WARNER BROS para producir una nueva adaptación, que rápidamente se ganó el cariño del público y que NETFLIX convertiría en una de sus series originales. Hoy mi recomendación de series es sobre la fabulosa: LAS ESCALOFRIANTES AVENTURAS DE SABRINA.

Dirigida por Roberto Aguirre-Sacasa, guionista y creador del cómic de 2014, nos encontramos en el pequeño pueblo de Greendale, donde las cosas no son aparentemente normales. Escondidas entre sus gentes existen brujas y brujos que conviven allí desde tiempos inmemoriales, en un aquelarre satánico donde se forman a nuevas brujas y brujos a la vez que se mantienen vivas las tradiciones oscuras de la brujería. Allí conocemos a Sabrina, una adolescente aprendiz de bruja medio mortal que justo cuando cumple 16 años, en la misma noche de Halloween, debe someterse a un ritual de confirmación que la entregará en cuerpo y alma al Señor Oscuro (Satanás), convirtiéndola 100% en bruja. Ahí es donde empiezan las aventuras de Sabrina, cuando decide que no quiere abandonar su vida mortal, pero tampoco dejar de ser bruja.


El gran acierto que le encontré desde el primer instante a la serie, es que consigue congeniar a la perfección ese estilo juvenil, de serie adolescente, con un ambiente oscuro y macabro que sorprende y logra dejarte embrujado. De esa manera creo que consigue atraer a un público algo más amplio de lo que hubiera logrado de otra forma. En la parrilla de Netflix y otras plataformas no existía nada igual, por lo que la hace única a esta serie además de uno de los muchos reclamos del gigante del streaming. El encanto que transmite la actriz principal, Kiernan Shipka (Sabrina Spellman), es notable en sus cuatro únicas temporadas, logrando aguantar en su última y cuarta temporada ella sola el nivel e interés en muchos momentos, pues es esa la temporada tal vez más floja de todas. La participación de los demás personajes que rodean cada capítulo a Sabrina tampoco desentonan, creando historias en las que los vemos crecer junto a la protagonista, aparte de ganar más peso a medida que avanzan las tramas. Me gustó mucho la forma en la que se trata la identidad de unos de los personajes secundarios que acompañan a Sabrina, Theo Putnam (Lachlan Watson), y como es aceptado sin tapujos ni medias tintas por sus amigos. Un ejemplo de actitud para muchos jóvenes y mayores.


Sobre las tramas en general son buenas, logrando engancharte a cada capítulo con ganas de más. Para mí las mejores y con las que más disfruté fueron con las de la primera y segunda temporada. A partir de la tercera temporada la cosa cae un poco y es en la cuarta, donde las críticas empiezan a ser más variadas, sobre todo con su final, un final inevitablemente cerrado debido al anuncio de cancelación de la serie por parte de Netflix.


A lo largo de la serie es divertido ver como Sabrina y sus amigos mortales lidian con sus problemas habituales de la adolescencia, sobre todo el de amores, con sus aventuras brujeriles que a menudo nos muestran ese lado de la historia oscuro, sangriento, satánico y terrorífico que tan bien le sienta, mezclado con esa tierna candidez de la protagonista y la personalidad “malota” de algun@ de sus otr@s compañer@s de aventuras. 


Si he de destacar algo que no me convenció fue su polémico final, más allá de una cuarta temporada demasiado lineal que no explota todo lo que podría las posibilidades de la historia. En sí no sería un “mal” final, ya que pese a ser un cierre algo abrupto, es definitivo y eso es algo siempre a valorar. Pero ese final deja dudas razonables porque tal cual nos han ido explicando en la historia, hay cosas que podrían haber sido de una forma y que al final no lo son, sin explicarnos los motivos. Posiblemente debido a la cancelación de la serie y la necesidad de darle un final definitivo al proyecto. Aunque si tuviera que destacar un momento de todo lo demás que me gustó, sería el momentazo que se vive en el capítulo 5 de la segunda temporada, un momento superlativo en el que Sabrina muestra su cara y para lo que, en principio, está destinada. Tienes que vivirlo para alucinar con ello.

En definitivas cuentas, si viste la serie de los 90 en esta no encontrarás nada de aquella, excepto a Sabrina, sus tías y su gato Salem, que aquí no habla y es un gato de verdad. Encontrarás una adaptación distinta, no apta para todos los públicos (+13)  como si lo fue la de los 90, nada comparable. En LAS ESCALOFRIANTES AVENTURAS DE SABRINA descubrirás una de esas joyas que yo, en un primer momento antes de darle la oportunidad no creía en ella, pero que tras terminarla me declaro fan de esta nueva Sabrina y su escalofriante mundo. En breve tengo intención de adquirir el primer volumen recopilatorio de cómics de esta nueva Sabrina de Roberto Aguirre-Sacasa, para ahondar más en su historia e introducirme en ese universo Archie.


Así que ya sabes, no puedes ser Gente Pandereta y no seguir esta serie.

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