Libros extraños y misteriosos.

A un libro dicen que no se le debe juzgar por su portada, cosa que es bien cierta, pero existen una serie de libros que, desde tiempos bien remotos, han sido admirados, odiados, temidos, prohibidos y juzgados, por lo que muchos consideraban horrores innombrables. Libros tan antiguos, que solo se encuentran hoy en prestigiosas bibliotecas y museos de historia del mundo. De entre los más conocidos, a continuación tienes unos seis ejemplos.

El LIBRO DE DZYAN.

Considerado como el libro más antiguo de la historia, es de origen Tibetano. El libro está repleto de símbolos, signos y dialectos extraños, no reconocidos ni descifrados, que podrían ser de base ocultista. Se dice que solo puede ser leído por personas sensitivas.

Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), que fue una prolífica escritora rusa y una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica, “una sociedad para la búsqueda de la sabiduría divina, oculta y espiritual”, escribiría en 1888, La Doctrina Secreta, obra inspirada en El Libro de Dzyan de auténtica referencia para los seguidores teosóficos. De hecho, Madame Blavatsky afirmaría haberlo visto y consultado, durante su estancia en el Tíbet. 

Ningún historiador o estudioso del tema, consiguió nunca verlo ni acceder a él. Aunque esto no impide que sea referencia para todo tipo de ocultistas.

MANUSCRITO VOYNICH.

Este manuscrito, datado a principios del siglo XV y de posible origen italiano, obtiene su nombre del comerciante y librero polaco Wilfrid Voynich, que lo descubrió y compró en 1912. 

Expertos criptógrafos y descifradores de códigos estadounidenses y británicos, que participaron en la Primera y Segunda Guerras Mundiales, han intentado descifrar sus textos y códigos sin éxito. Hoy en día, representa el mayor reto pendiente de la criptografía mundial. A lo largo de los años, se han planteado posibles significados de corte mágico o esotérico, pero lo cierto es que aún es imposible descifrar su contenido. 

Para todo aquel curioso que quiera echarle un ojo, el Manuscrito Voynich se encuentra, desde 1969, en la prestigiosa Universidad de Yale, en su famosa biblioteca de “libros raros” con el código identificador MS 408.

MALLEUS MALEFICARUM.

Escrito en 1486 por dos monjes dominicos e inquisidores, el MALLEUS MALEFICARUM se convirtió durante décadas en una referencia sobre la Inquisición en Europa.

También llamado El Martillo de las Brujas, entre sus páginas ayudaba a identificar a brujas y herejes, dando ejemplos y claves, para hacer sus torturas más eficientes. El MALLEUS MALEFICARUM, por tanto, creía y defendía la existencia de brujas y las consideraba malignas, animando a todo aquel que las identificara, a acabar con ellas sin juicios justos y llenos de prejuicios.

Entre los siglos XVII y XVIII, debido al avance que hubo con la imprenta, se convirtió en poco tiempo en el segundo libro más vendido tras la misma Biblia. Fue utilizado como un eficaz manual entre los creyentes inquisidores.

Curiosamente, en el 1490 fue incluido en el Index Librorum Prohibitorum, como libro prohibido, aunque eso no impediría su popularidad entre los protestantes, más que entre los católicos, que no acabarían de dar crédito a que tal barbaridad fuera escrita por dos cristianos.

MASTICATIONE MORTUORUM IN TUMULIS.

Escrito por el 1725 y 1728, por el filósofo y pastor Luterano Michael Ranft, es posiblemente el primero o uno de los primeros libros, que trata sobre el vampirismo en Europa, así como por el fenómeno zombie aplicando el sentido común y razón a sus teorías.

En MASTICATIONE MORTUORUM IN TUMULIS recoge, entre otras, la investigación de un supuesto caso de vampirismo en Hungría, en el que los muertos despertaban en algunas zonas para comerse a otros cadáveres como si fueran cerdos, así como el vagar de Satán por los cementerios, lugares que no son para su autor de descanso y paz como se cree para los difuntos.

En un intento por encontrar explicaciones lógicas a tales creencias, que aún perduran en algunos lugares, Michael Ranft buscaba en propiedades de la tierra donde se enterraban a los muertos, la solución a que al desenterrarlos el pelo y las uñas les hubieran crecido, signo “inequívoco” de que ese muerto se convertiría en vampiro. También comenzó a recabar costumbres, aún hoy conocidas, extendidas y practicadas, como el enterrar boca abajo a los muertos, con estacas en el corazón, piedras en la boca o monedas de plata en los ojos.

Toda una joya histórica y documentada sobre algo que tuvo a nuestros ancestros preocupados, no con vocación de extender el terror, sino por darle una explicación suficientemente lógica.

LEMEGETON CLAVICULA SALOMONIS.

También conocido como “La Llave menor de Salomón” es, tal vez, el grimorio y libro de demonología más popular e importante que existió en la cristiandad. De autor desconocido, los ocultistas creen que quien lo redactó fue el mismísimo Rey Salomón, algo muy poco probable, pues se habla de figuras religiosas como la de Jesús, mucho antes de que el cristianismo apareciera. De hecho, quienes lo han estudiado con detenimiento, suponen que su autor pudo ser alguien poco ilustrado, pues quiso darle un título en latín con un muy pobre conocimiento del mismo. Y es que la palabra Lemegeton no existe en latín. Es probable que el autor mezclara entre el latín y el Transitus Fluvii, el idioma de las brujas.

Toda la información que recoge este libro vio la luz en pleno siglo XVII, aunque se conoce que muchos de sus textos ya circulaban un siglo antes, siendo el LEMEGETON CLAVÍCULA SALOMONIS una recopilación extensa de todos esos textos previos.

Entre sus páginas se describen hechizos y rituales de todo tipo, para invocar a demonios, espíritus y ángeles. También se hace una descripción de todas y cada una de esas entidades demoníacas, así como de las formas de protegerse contra ellas. A quien podía realizar esos hechizos se le conoce como, Exorcista.

Toda una guía de hechizos y rituales medievales, para que cualquier persona interesada pueda llevarlos a cabo. 

CODEX ROHONCZI.

El CODEX ROHONCZI es un extraño y misterioso recopilatorio de textos, escritos en un idioma totalmente desconocido. No existe una idea clara de cuál fue su origen, de hecho, los estudios realizados lo datan en épocas distintas, pues entre sus 448 páginas hay dataciones que lo sitúan en los siglos XI o XII, otras en el siglo XV, concretamente en Venecia y otras, en el XVI. Su misterioso idioma hay quien considera que es el Dacio, una lengua indoeuropea hablada en la antigüedad en los pueblos Dacios, hoy Rumania, Moldavia o Hungría.

El CODEX ROHONCZI apareció a principios del siglo XIX, siendo donado, junto a toda su biblioteca en 1838 por Gusztáv Batthyány, a la Academia de Ciencias de Hungría. Hay historiadores y expertos que lo consideran una falsificación, realizada por uno de los fundadores de la Biblioteca Nacional de Budapest. En sus páginas se mezclan tanto escenas religiosas, laicas, como bélicas y en las que aparecen tanto el símbolo de la cruz, la media luna e incluso la esvástica, un símbolo presente en diferentes culturas y religiones, más allá de su simbología conocida por todos desde principios/mediados del siglo XX.

La historia nos legó estos seis extraños y casi extintos libros, entre otros, para que futuras generaciones puedan intentar descifrar los oscuros conocimientos, que guardan sus páginas desde hace siglos.

EXTRA: Si te preguntaste el motivo por el que no incluí al famoso y, por algunos, venerado NECRONOMICON, escrito a lo largo de 10 años por el escritor y poeta Abdul Alhazred, tras un viaje a la ciudad de Damasco hace 700 años A/C y que puede provocar desde la locura, hasta la muerte de quién lo lea, es debido a que es pura ficción. 

El famoso escritor y el padre de muchas de las novelas y relatos de terror y ciencia ficción contemporáneos, más importantes de la historia de la literatura, el genio estadounidense H.P. Lovecraft, ya lo mencionó por primera ocasión en su cuento “El Perro” de 1922. Incluso en repetidas ocasiones, tuvo que explicar que la existencia del NECRONOMICON era simplemente una invención. Lo recordarás también, si eres amante del cine de terror, de la película de culto “Posesión Infernal” o “The Evil Dead” (1981), opera prima del famoso director de cine Sam Raimi y protagonizada por el actor Bruce Campbell.