La historia sobre la Pizza Margarita.

Sencilla pero riquísima, tan solo tomate, queso y unas hojas de albahaca forman la que dicen es la mejor y más conocida de las pizzas, la Margarita. Y como no podía ser de otra forma, la pizza más famosa de toda Italia tiene su propia historia, que la hace aún más mítica.


Según cuenta la historia, todo comenzó en 1889, en un viaje al sur del país transalpino por parte de la corona italiana. En 1861 el reino del sur de Italia se unificó con el del norte bajo una sola bandera, pero sus gentes no terminaban de asimilar el haber perdido su independencia. Por ello, la familia Real planificó un viaje a Nápoles, antigua capital del sur de Italia, para limar asperezas con sus súbditos del sur y mostrarse cercanos a ellos. La Reina junto al resto de la Corona, que se hospedó en el Palacio de Capodimonte, cuentan que se hartó del menú francés que les servían, por lo que pidió al cocinero más reconocido de Nápoles que les cocinara un menú de su especialidad. Raffaele Esposito les cocinó tres de sus mejores pizzas, de las que dos no convencieron a la Reina, en cambio una de ellas le encantó. Justo era la de salsa de tomate, mozarella y albahaca. A Raffaele le llegó las felicitaciones de la Reina, por lo que este cocinero decidió poner el nombre de Margarita a su nueva pizza, en honor a ella misma, Margherita de Saboya. La Reina a su vez le otorgó el sello real a su pizzería, a parte de enviarle una carta de agradecimiento que aún hoy se conserva en aquella antigua pizzería de Raffaele Esposito.

Como toda buena leyenda o historia, siempre hay quién ha logrado encontrar una serie de matices que pone su veracidad en seria duda.

Quienes han podido comparar la carta que se conserva en la actualmente pizzería Brandi, con otros escritos y misivas que también se conservan de la Reina, encuentran diferencias notables. Las cartas las hacía llegar siempre el chambelán de la Reina y en este caso supuestamente no fue diferente, pero según cuenta los expertos se detectan diferencias notables tanto en la escritura como en la colocación del sello real.



La letra del chambelán es bastante diferente en comparación a la escritura de otras notificaciones y misivas que envió en nombre de la Reina. En el escrito a Raffaele Esposito el sello real aparece en la parte inferior central y no en la esquina superior izquierda, tal y como era lo habitual en aquella época en todos esos escritos reales. En la misma también se hace notar que el nombre del pizzero no es correcto, pues se le hace mención como Raffaele Esposito Brandi. Brandi era el apellido de su esposa y ningún hombre en aquella época utilizaba el apellido de su esposa, por lo que no tiene lógica que aparezca.

Otro dato ya más histórico indicaría que en 1871 Raffaele Esposito recibiría la distinción del Sello Real para su negocio, que entonces no era una pizzería y si una licorería.

También se conoce por archivos de la época que en 1883, Raffaele Esposito contrajo matrimonio con una joven llamada Maria Giovanna Brandi, hija de un famoso pizzero y que ya entonces abrió su propia pizzería con el nombre Pizzería De La Reina de Italia. Aunque con esto último no ha sido posible probar ni que Raffaele Esposito sirviera ese exclusivo menú de pizzas a la Reina, ni que la inauguración de su pizzería realmente coincidiera con la visita de los Reyes.

Quienes han indagado entre datos históricos, descubrieron que en un momento de la historia los hermanos Brandi, hijos del cuñado de Raffaele Esposito, le compraron a él mismo su pizzería, cambiándole el nombre por el de Pizzería Brandi. En los años 30, concretamente en 1932, la pizzería volvió a cambiar de manos, aunque esta vez lo haría con unos propietarios que poco tenían que ver con la familia de Esposito/Brandi. Por ello se especula que un día, cuando los nuevos propietarios recibieron la visita de una amigo que portaba un Sello Real tallado en madera, tuvieron la gran idea. Compraron una hoja de papiro en cualquier papelería y alguien escribió la supuesta carta Real, copiando el sello, que colocaron de forma errónea, y vinculando el apellido Brandi de la pizzería con dicha historiaPara entonces la leyenda circuló por Nápoles, Italia y el mundo convirtiendo a la Pizzería Brandi en un reclamo turístico e histórico, además de gastronómico.




La historia se ha llegado a valorar como un ejemplo claro de fábula. En los tiempos que corrían con la gente del sur a regañadientes por su unificación con el norte, que la mismísima Reina les visitara pidiendo un menú de pizzas, algo típico de la cultura napolitana, vendría a exponer que la realeza aceptaba las costumbres del sur. Así mismo la propia pizza sería un guiño que porta los colores de la bandera que les unificó, como el verde de la albahaca, el blanco del queso y el rojo del tomate, algo que demostraría la también aceptación del sur sobre esa bandera y nuevos gobernantes.



Hoy en día los actuales propietarios no dan crédito a tales insinuaciones y la única explicación que dan a tantos interrogantes sobre la leyenda, es que la carta pudo ser escrita por el asistente del mismo Chambelán de la Reina. Sea una historia prefabricada para atraer la atención sobre el negocio o no, lo que se consiguió con ella también fue exportar al mundo una deliciosa, sencilla y nutritiva receta napolitana.



Comentarios

  1. Me encantan este tipo de curiosidades. Además de que se nota el gran trabajo de documentación que hay invertido en este post. Me ha parecido muy interesante de leer... aparte que ahora me apetecería comer una jejeje :D. Enhorabuena por tu blog. Ánimo y éxito.

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