Escenas épicas: El último Mohicano.

En 1992 se estrenaba “El último Mohicano”, de la mano del director Michael Mann y protagonizada por Daniel Day-Lewis y Madeleine Stowe entre otros. En esos principios de los años 90 llegaba a las pantallas de cine una película enmarcada en los géneros de aventuras, historia o épica que sería recordada, sobretodo, por una escena final que para mí es una de las más épicas y emocionales de la historia del cine, la cual soy capaz de ver decenas de veces sin cansarme. Grandes actores, con grandes interpretaciones, una gran historia y una banda sonora épica hacen de “El último Mohicano” un clásico del cine que no puedes perderte.



Basada en la novela del escritor estadounidense James Fenimore Cooper de 1826, la historia narra los acontecimientos históricos sucedidos en el marco de la disputa franco-inglesa a orillas del río Hudson, por el dominio de la región de 1757. Tanto la novela como la película y anteriores adaptaciones televisivas, narran la historia de forma ucrónica o alternativa a como realmente sucedió. En la historia basada en dicha novela, los franceses cuentan con la ayuda de los nativos americanos para combatir a los ingleses y los colonos norteamericanos reclutados por la corona británica. Hawkeye es un hombre blanco adoptado de bien pequeño por una familia de la tribu Mohicana, que se ve en mitad del conflicto junto a su padre adoptivo Chingachgook y su hermano Uncas. Juntos logran salvar a las hijas de un alto oficial británico, acompañándolas hasta el fuerte inglés William Henry, que sufre a su vez un duro asedio francés y Urón, la tribu que combate junto a las tropas francesas.


Pero esta entrada no está pensada para valorar la película, que en mi opinión es una de las mejores del género, y si para rememorar esa épica, genial y brutal escena final que une drama con acción, acompañada de una banda sonora que todo ello a mi siempre me puso los pelos de punta.

¡OJO! Si aún no la has visto y tienes intención de ello, te aconsejo que esperes a verla para seguir leyendo, porque a partir de aquí TODO son SPOILERS. Aunque ¿cuanto tiempo debe haber pasado del estreno de una película para dejar de pensar en Spoilers? En fin... por si acaso estás advertida/o.

Todo empieza en el momento en que Magua, el líder de los urones, decide entregar al jefe de su tribu a sus valiosos prisioneros: el Mayor Duncan y las hermanas Munro. Pero este tiene un plan distinto para ellos que no gusta a Magua, que ansía quedarse con las hermanas para terminar con el legado del Coronel Munro a modo de venganza. Solo la intermediación de Hawkeye y el sacrificio del Mayor Duncan, que se presta a ser ejecutado, consigue salvar a Cora Munro, pero no a Alice que es entregada a Magua.


No satisfecho con el acuerdo, Magua se marcha del poblado junto a sus hombres y Alice Munro, caminando a través de un desfiladero. A partir de entonces la mejor escena de toda la película, acompañada por la excelente ambientación musical creada por el compositor sudafricano Trevor Jones, hace aparición como un auténtico regalo. Hawkeye, Uncas y Chingachgook corren a través de la montaña con la intención de alcanzar a Magua y rescatar a la pequeña de los Munro. Mientras tanto  el Mayor Duncan es quemado en la hoguera, aunque Hawkeye toma la decisión de acabar con el sufrimiento de Duncan, con un certero disparo desde la distancia.



Entre unas imágenes del extraordinario paisaje que les rodea, Uncas consigue adelantar al grupo de Urones, mientras Hawkeye y Chingachgook van por detrás, aún a distancia del grupo. Uncas aparece de la nada acabando de forma rápida con varios urones, hasta llegar a Magua que se muestra preparado para enfrentarse al pequeño de los mohicanos.


Tras un rápido enfrentamiento Uncas es herido de gravedad con tres cortes de cuchillo. Uncas queda inmóvil sangrando, como consciente de una situación que es más que probable que no vaya a ser capaz de superar con vida. A la vez levanta la mirada y observa a Alice Munro que ve a Uncas como su única esperanza para sobrevivir. Entonces Uncas decide lanzarse con todo contra Magua, con el que forcejea ante la angustiosa mirada de Alice. Uncas y Magua se levantan, aunque con Uncas muy mal herido. Magua agarra por la espalda a Uncas, que está al borde del desfiladero y con una terrible sangre fría corta el cuello de Uncas, tan solo cambiando el rostro para mostrar un gesto desagradable al ver al joven mohicano desangrarse, en el momento que lanza a Uncas al vacío ante la mirada de su padre y el grito de dolor de su hermano que contemplan la escena, al llegar lamentablemente tarde.





Debido a esa escena Alice entra en shock y se separa ligeramente de sus captores, para acercarse hasta el borde del desfiladero por el que su salvador cayó. Magua se acerca a ella aún ensangrentado con la sangre de Uncas. El líder urón ve algo raro en los ojos de Alice, por lo que esconde su cuchillo y alarga su mano a modo de buen gesto para que vuelva con él, pero Alice se lanza desesperada al vacío al no ver más salida a su situación que el suicidio. Esa escena es contemplada de forma dramática por su hermana mayor Cora, que corría tras los mohicanos. De nuevo Magua vuelve a mostrar un leve gesto, esta vez de extrañeza, para sin más volver con sus hombres y reanudar la marcha.



Chingachgook llevado por el dolor y la venganza, empieza a hacerse paso a través de los urones de forma certera y violenta, con la cobertura de Hawkeye que le ayuda a despejar su camino de enemigos. De nuevo Magua se hace sitio entre sus hombres para enfrentarse al ahora último de los mohicanos, esta vez recibiendo él los brutales golpes del arma de Chingachgook que le hacen sangrar y romper huesos, hasta quedar postrado a merced de Chingachgook. Frente a frente durante unos segundos Magua contempla cual va a ser su final, en el momento que es brutalmente ejecutado.





Y con ello termina una de las mejores y más épicas escenas del cine. Es justo reconocer que no todo en “El último Mohicano” es esta extraordinaria escena. De hecho la historia nos deja muy buenos momentos como la historia de amor entre Hawkeye y Cora, el segundo asedio de los urones en los que las hermanas Munro huyen con los tres mohicanos o ese final dramático con Chingachgook dirigiéndose a su ancestros, para terminar recordando que él es el último de los Mohicanos. Una gran película convertida en un gran clásico que no puede faltar en ninguna videoteca de los 90.



Puedes revivir esta mítica escena en el siguiente enlace:

Comentarios

  1. Una cinta que marcó época. Personalmente me encantó aunque necesitaría un revisionado. Buena crítica.
    Saludos,
    HemosVisto!

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  2. Buen día excelente recuerdo de película, creo que otra escena que marcó la pauta es la escena de la cascada, donde les dicen que volverán por ellas, aunque no he visto la original de 1975, pero por lo menos creo que esta sería mejor valorada a mi parecer, saludos.

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