Los Dinosaurios tenían plumas y no rugían.

El gran Stephen Spielberg nos regaló una de sus mejores obras cinematográficas con Jurassic Park, además de despertar la curiosidad y la pasión en muchos niños/as por los Dinosaurios. Pero lo cierto es que en ese super taquillazo no se tuvo en cuenta una serie de teorías, ya entonces nada novedosas, que describían a los Dinosaurios bastante distintos de como Spielberg los quiso mostrar.

Spielberg quiso que sus Dinosaurios dieran auténtico miedo y, para ello, tomo como referencia esa antigua creencia que defiende que todos los dinosaurios eran, al fin y al cabo, los antepasados de los reptiles. Lo cierto es que esa apreciación era algo equivocada, pues a quienes se les consideran los descendientes evolutivos directos de los dinosaurios son las aves. Igual que muchas especies en su proceso evolutivo, los dinosaurios también sufrieron ramificaciones evolutivas que resultaron en especies parecidas, pero al fin y al cabo diferentes, ya que tomaron rumbos evolutivos distintos, como puedan ser las tortugas o los cocodrilos por poner dos ejemplos más conocidos. Pero quienes guardan más similitudes con los gigantes que poblaron nuestro planeta hace millones de años, fueron sin duda las aves, más concretamente con el amplio espectro de Dinosaurios terópodos.

Su apariencia de reptiles gigantes posiblemente sugirió a los primeros arqueólogos y científicos que los descubrieron y que empezaron a estudiar sus fósiles, que eran realmente antiguos reptiles. Puede que las leyendas y mitos sobre feroces dragones llevaran también a ese equivoco o, que incluso, fueran motivadas por los descubrimientos inesperados de grandes fósiles con apariencias aterradoras. De hecho la palabra Dinosaurio vendría del griego y significaría Dino “terrible” y Saurio “lagarto”. Por ello la imagen que no solo Hollywood nos han estado transmitiendo de ellos, es equivocada o al menos inexacta.

Aunque aún te parezca extraño, los Dinosaurios tenían plumas y además se conoce que muchos de ellos portaban un plumaje muy colorido. Aunque para ser justos los hubo también sin plumas o con pocas, aunque estos formarían parte de esa rama evolutiva que se separó del rumbo que tomaron los que prosperaron con más éxito. Una de las cosas que siempre me chocó de pequeño era que en mitad de libros llenos de ilustraciones de diferentes saurios sin plumas y verdes como lagartos, también se exponían teorías que hablaban sobre el plumaje de alguno de ellos, aunque en muchas ocasiones orientados a aquellos voladores que estaban, de alguna manera, destinados a ese salto evolutivo hacía las aves. Hoy en día se conoce y se tiene constancia gracias a numerosos fósiles, que los Dinosaurios estaban recubiertos de un buen plumaje que les hace parecer más pollos enormes mutantes que peligrosos y terribles Dinosaurios, pero la cosa es así.

Con el tiempo también se han ido resolviendo y esclareciendo mitos preconcebidos sobre algunos de ellos, como el que habla de la ferocidad del famoso T-Rex. En este caso, el cine también ha contribuido a verlo como el más feroz de todos, pero del T-Rex se conoce que era lento, por lo que era incapaz de mantener esas carreras que en el cine se nos muestra y, por lo tanto, era muy difícil que pudiera dedicarse a la caza. De hecho nuestro admirado T-Rex, a parte de emplumado, era un oportunista carroñero, una imagen que desmonta su gran y poderoso mito, pero que no nos debe impedir seguir admirándolo. Quién fue el gran dominador, por ejemplo del Jurásico, fue el Velociraptor, otro Dinosaurio emplumado y colorido que gracias a que no era gigante como otros, era mucho más ágil y veloz, algo que le permitía junto a una estructura perfecta para ello, ser muy eficaz y letal en el momento de cazar y sobrevivir en un ambiente aparentemente hostil entre gigantes.

Pero esto no es lo único que se ha descubierto y que revela ciertos aspectos sobre ellos que fueron siempre una enorme incógnita. El particular rugir de los Dinosaurios Carnívoros de las películas y documentales de televisión, no eran más que una suposición sin base científica que lo avalara. Hasta hace bien poco nadie era capaz de confirmar que los Dinosaurios Carnívoros emitían rugidos como los de un león, en cambio hoy se cree que esos Dinosaurios emitían arrullos similares a los de cualquier paloma. En una publicación de 2016 de una revista especializada que recoge el estudio efectuado por varias universidades de Estados Unidos, se indica que se estudió la evolución comunicativa de 208 especies de aves diferentes, siendo la de 58 especies el arrullo, típico de una paloma o avestruz, su sistema de comunicación. Pese a que también se indica que la vocalización de estas aves ha cambiado hasta 16 veces en su evolución, se estima que los grandes Dinosaurios carnívoros se podrían haber valido de este tipo de sonidos para comunicarse entre ellos, en los que solo se necesita llenar el buche de aire y mantener el pico cerrado, como hacen las palomas y avestruces. Al ser enormes estos Dinosaurios no hubieran tenido dificultades para emitir este tipo de arrullos en lugar de rugidos estruendosos, además de concluir que lo más probable es que ese tipo de comunicación no hubiera variado demasiado de la que utilizaban estos Dinosaurios.

Si aún seguías creyendo en esos Dinosaurios de la ficción que practicamente eran monstruos de piel verde y que emitían rugidos aterradores, es posible que hoy haya arruinado una parte de tu infancia. Pero no desfallezcas, cada año se descubren nuevos fósiles y algunos son de potenciales especies nuevas de las que seguir aprendiendo datos sorprendentes constantemente.