Wendigo, el frío devorador de carne humana.

La mitología propia de las tribus indígenas del noreste de Estados Unidos y Canadá, tienen un ser mitad humano, mitad animal en común como mito asociado al canibalismo. Encargado de aterrar a niños y mayores, pretendería alejar de la practica del mismo a quienes la practicaran, ya que hubo un tiempo donde, sobretodo en épocas muy frías del año, había quién recurría al canibalismo para alimentarse y sobrevivir a unos inviernos donde la comida escaseaba.

Representado como un ser grande, con forma animal humanoide y algo famélico, el Wendigo vive en el bosque donde espera para asaltar a sus presas generalmente humanas. Acostumbra a aparecer y vagar por el bosque en busca de comida, durante los duros y fríos inviernos. Cuando caza a alguien puede atacarlo y devorarlo en el sitio o bien, llevárselo a su cueva donde lo consume poco a poco el tiempo que dure el invierno.

Los Wendigo fueron antaño personas normales que por necesidad o no consumieron carne humana. En ese momento quedaron malditos y se fueron convirtiendo poco a poco en algo similar a oscuras bestias. Se asocia al Wendigo con la gula y la codicia, pues una vez convertido nunca deja de tener hambre y siente la necesidad de tener más y más presas en su poder. Algunas tribus indígenas creen que el primer Wendigo fue un gran cazador, que al verse atrapado en el bosque en mitad de un terrible y frío invierno, decidió acudir al canibalismo para alimentarse y no morir. Aquello le condenó para el resto de sus días.


Ya sabes, si decides marchar de acampada por los bosques de la parte norte de Estados Unidos o el Canadá, recuerda que el Wendigo puede andar cerca y si fija su mirada en ti, muy posiblemente nunca más vuelvas a casa, mientras le sirves de alimento conscientemente el resto del invierno.

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