Gettysburg, el campo de batalla maldito.

A las afueras del pueblo de Gettyburg, en el estado de Pennsylvania (Estados Unidos), a tan solo una hora y media de Washington, entre el 1 y el 3 de julio de 1863 se llevó a cabo la batalla más decisiva de la Guerra de Secesión Norteamericana. El ejercito de la Unión asestó un severo golpe al bando Confederado, al que obligó a capitular hasta las afueras de su capital en Richmond (Virginia), algo que marcaría el fin de la guerra en favor de la Unión. Una guerra que duró cinco largos años y que justo en los campos de batalla de Gettysburg, se perdieron la escalofriante cifra de unas 50.000 almas. Todo ese dolor y muerte que se vivió durante esos tres días, dicen que dejó marcado aquel territorio que a día de hoy es Parque Nacional, y que a parte de turistas interesados en la cultura y la historia, recibe a buscadores y amantes del misterio atraídos por las historias paranormales que multitud de personas aseguran haber vivido y presenciado en el antiguo campo de batalla de Gettysburg.


Gettysburg tiene varios lugares marcados por lo paranormal con historias sorprendentes que dan al lugar un aura aún más misteriosa. Esos lugares son:

LA UNIVERSIDAD DE GETTYSBURG.

Durante aquella época la universidad tan solo eran tres edificios de ladrillo que fueron reconvertidos en asentamiento y hospital de campaña confederado. Dicen que durante los tres días que duró la batalla, esos tres edificios recibieron entre sus paredes a cientos de soldados heridos y muertos. Sus pasillos y habitaciones se llenaron de la noche a la mañana de sangre y dolor. Cuentan las historias de los estudiantes y profesorado que es posible escuchar gritos y lamentos en ocasiones dentro de la universidad. Muchos también se han cruzado con espectros ataviados con uniformes de guerra, patrullando dentro y por los alrededores de la universidad. Incluso existe un fantasma que acostumbra a ser visto con bastante regularidad al que llaman el "centinela", un antiguo soldado confederado que sigue vigilando desde lo alto de la torre de la universidad, como si creyera que el complejo sigue amenazado por el bando enemigo, apuntando con su rifle a los estudiantes que al presenciar la escena quedan atónitos.


EL ANTIGUO CAMPO DE BATALLA.

Todo lo que corresponde al antiguo campo de batalla es posiblemente el lugar desde el que se reportan más avistamientos de lo insolito. No es extraño encontrar como hay gente que tras fotografíar o grabar en vídeo partes del hoy Parque Nacional de Gettysburg, que está plagado de monumentos que conmemoran la batalla y los caídos en ella, inmortabilizan sin saberlo a soldados de otro tiempo que no deberían estar allí. Hay quién asegura haber presenciado momentos de aquella cruenta batalla con soldados enfrentándose entre ellos, disparando y muriendo día tras día. Otros han visto marchar pelotones fantasmales de soldados, soldados vagar sin rumbo, cargas de caballería y sonidos de todo tipo como gritos, lamentos e incluso relinchar de caballos y el sonido de los cascos de sus patas golpeando al correr. Posiblemente uno de los lugares al aire libre más encantados del mundo.


EL CUBIL DEL DIABLO.

El conocido como El Cubil del Diablo es uno de los puntos de ese antiguo campo de batalla de Gettysburg  más inquietantes que se pueden encontrar. El Cubil del Diablo es una formación rocosa en la que se libro durante el segundo día, una de las batallas más sangrientas de aquellos tres días. Los muertos y la sangre de los soldados de los dos bandos, bañaban literalmente aquellas rocas, dejando un tétrico y desholador paisaje. Al final de aquel segundo día El Cubil del Diablo fue tomado por el bando confederado, pero lo que relataron quienes se quedaron allí por la noche para proteger su posición, dieron buena cuenta de la pesadilla que se vivió durante aquella oscura noche. Los soldados que allí permanecieron tuvieron que pasar la noche junto a decenas de cuerpos por todas aquellas rocas, no había lugar, ni rincón del Cubil que no tuviera un cadaver. Aquella noche los ecos de disparos, lamentos, llantos y gritos que realmente no estaban sucediendo fueron una constante. Al día siguiente los cuervos empezaron a dar buena cuenta de unos cadáveres que empezaban a pudrirse, mientras los soldados volvían a batallar. Hoy en día hay quíen a dado aviso a los guardas del parque de extraños sonidos de batalla que se escuchan claramente en el Cubil, así como apariciones de soldados y soldados a caballo cabalgando y saltando entre las rocas. Una de las apariciones que más se repite en ese lugar es la de un hombre al que la gente conoce como el "hippie". Un hombre con apariencia de vagabundo, descalzo y con sombrero de paja que en ocasiones interactua con los visitantes o se pasea por el Cubil. Algunos turistas creen que es un actor del parque interpretando un papel con el que hablan e incluso se fotografían, pero al observar esas instantaneas descubren que esa persona no aparece. Según cuentan personas que han investigado esa aparición, es posible que sea un antiguo soldado confederado de infantería de más al sur, tocando la frontera, posiblemente de Texas, los conocidos como "Wild Boys", donde al estar tan alejados los suministros no llegaban y tenían que marchar a la guerra con lo puesto.

Pero el misterio del Cubil del Diablo y sus apariciones se remonta mucho antes de la batalla de Gettysburg. El Cubil había sido durante muchos años zona de caza para antiguas tribus de nativos americanos, en la que además se había librado una guerra muy recordada por esas tribus y que conocían como "La Batalla de los Cuervos". Desde entonces aquellos antiguos nativos americanos escuchaban antiguos sonidos de guerra de sus antepasados luchando y muriendo entre aquellas rocas. Un lugar sin duda de los más inquietantes de Gettysburg.


LOS TRES COLGADOS DEL PUENTE DE SACHS.

El puente de Sachs es un típico puente cubierto que salva el arroyo de Marsh Creek, donde cuenta la leyenda que allí fueron colgados tres soldados confederados que desertaron durante la batalla de Gettysburg. Antes de que lograran huir fueron arrestados y colgados como castigo. El puente original fue destruido en 1996 a causa de una riada que se lo llevó por delante. Más tarde fue reconstruido con partes recuperadas del original y a día de hoy es uno de los lugares más recurrentes entre los buscadores de misterio, que ya han registrado algunas psicofonías.


EL OLOR A PERFUME DE MUERTE.

Durante y después de la batalla llegaban a las calles del pueblo de Gettysburg olores de muerte. Era tal el hedor que emanaban los cuerpos en descomposición que llegaban desde el campo de batalla a las afueras de Gettysburg y desde el mismo pueblo, donde habían soldados muertos a las puertas de las casas. Las mujeres cuando salían a la calle lo hacían con un pañuelo empapado en colonia, para intentar disimular ese pútrido olor a muerte con el que apenas se podía caminar. Cuentan quienes pasean por el antiguo campo de batalla que en ocasiones, que durante el amancer o el atardecer se puede notar ese olor a perfume.




LAS CASAS ENCANTADAS DEL CAMPO DE GETTYSBURG:

Alrededor del Parque Nacional de Gettysburg hay una serie de antiguas casas, que se encuentran a las afueras del pueblo y dentro de lo que fue el campo de batalla, que han pasado a ser propiedad del mismo parque. Esas casas durante la batalla fueron utilizadas como hospital de campaña que recibían a un buen número de soldados heridos. Algunas de esas casas arrastran la leyenda de ser casas encantadas como:

  • LA CASA DE GEORGE WERKET: En esta casa se asegura que una de las puertas del segundo piso nadie nunca consigue cerrarla. También se asegura que se puede ver como desde una de las ventanas del ático, la silueta de un hombre camina neguitoso de un lado a otro constantemente.
  • LA CASA HUMMELBAUGHT: Se cuenta que la casa Hummelbaught está habitada por el fantasma del brigadier confederado William Barksdale, que la última vez que fue visto con vida fue tirado junto a la puerta de entrada en el porche, con un joven chico que le daba de beber agua con un cucharón. Dicen que se le puede escuchar gritando por las noches, pidiendo a aquel chico un poco de agua. Aseguran que la mujer de Barksdale, cuando llegó a Gettysburg para recuperar los restos de su marido, llegó junto a su querido perro de caza, con la intención de enterrarlo en Mississippi. Al enterrarlo su perro se recostó triste frente a su tumba y ya no volvió a levantarse por muchos intentos de la viuda de Barksdale, que terminó por abandonarlo allí en el cementerio. Tras dos días murió de sed. Hay quién dice escuchar aullidos alrededor de la Casa Hummelbaught, como si el fantasma del perro del brigadier Barksdale, llorara la perdida de su amo eternamente.
  • LA GRANJA ROUSE: Los alrededores de la Granja Rouse fueron utilizados como cementerio improvisado, para dar sepultura a infinidad de soldados de uno y otro bando. En 1863 esos cuerpos fueron exhumados para ser trasladados a otro lugar. Durante el proceso de eshumación una mujer enloqueció de manera que huyó del lugar, asegurando ver como de las paredes de la granja caían chorros de sangre. En 1930 se desenterró del lugar el diario de un antiguo trabajador de la granja, en dicho diario aquel hombre relataba como tras la batalla una extraña y brillante aparición paseaba entre las tumbas de los soldados caidos.

APARICIÓN FANTASMAL EN EL RODAJE DE LA PELÍCULA GETTYSBURG (1993).

En 1993 se estrenó la película Gettysburg, un drama histórico que pretendía representar la famosa batalla en la gran pantalla. Aquella película terminó pasando sin pena ni gloria a la historia, pero lo que quedó fue algo que presenciaron miembros del rodaje. Durante un descanso del rodaje en mitad de aquel antiguo campo de batalla, unos extras del rodaje, la película requirió de muchísimas personas haciendo de extras representando a soldados de la unión y confederados, se cruzaron con un hombre que vestía un traje de soldado de la unión. Aquel hombre con la mitad de la cara quemada y olor a azufre de la polvora de las armas, se acercó a ellos para quejarse de la falta de munición. Antes de marcharse les entregó munición. Aquellos extras pensaron que el hombre era un extra más del rodaje, pero cuando volieron sus miradas hacia él, ese hombre había desaparecido y al comprobar más detenidamente lo que les había entregado, vieron que en sus manos tenían munición de la época. Ese caso ha sido investigado por activa y pasiva y aún hoy se desconoce como pudiero llegar esa munición a manos de aquellas personas.


Estos son solo unos de los casos paranormales más conocidos del Campo de Batalla de Gettysburg, aunque cada año se siguen reportando más experiencias vividas por decenas de turistas que aseguran ver figuras de otros tiempos, escuchar sonidos propios de batallas cruentas e incluso interactuar con personas que resultan pertenecer a otro mundo... el de los muertos.

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