El Draugen y sus aterradores gritos en la tormenta.

Del folclore nórdico, más concretamente del noruego, llega una leyenda o mito que pescadores y demás marinos respetan y temen por igual. La figura del Draugen es para estos hombres curtidos en las frías y duras aguas atlánticas, algo a evitar, una palabra tabú que dicha en plena tormenta despierta los miedos más ancestrales. Una pesadilla de la que escapar puede ser bien complicado.

Según cuentan el Draugen es un fantasma de algún marinero ahogado en alta mar o de algún pescador arrastrado por las aguas hasta la muerte. Estos marineros muertos quedarían malditos y atrapados para el resto de la eternidad en el fondo marino, hasta hacer acto de presencia en mitad de un temporal. La intención de estos monstruos enormes, con aspecto humano, es el de sorprender a incautos marineros para agarrarlos y arrastrarlos hasta las profundidades donde morirán irremediablemente. No es raro que antes del avistamiento o aparición de un Draugen, retumben en las cabezas de los marineros unos gritos, señal inequívoca de que el Draugen está muy cerca. Por ello los marineros noruegos se mantienen alerta en mitad de un temporal.

La única manera de sobrevivir a la aparición de un Draugen, cuentan que literalmente es escapar de él nadando hasta la orilla antes de que el monstruo lo haga. Pese a ello, esto no es sinónimo de supervivencia asegurada, pues existen relatos que aseguran que incluso llegando antes hasta la orilla, el Draugen puede seguir persiguiéndote hasta alcanzarte. Por lo que la única forma posible de sobrevivir sería la de seguir escapando tras tocar tierra.

Una antigua y aterradora leyenda marina noruega, que no parece que los siglos hayan silenciado, ¿quién dijo que trabajar en alta mar era fácil?

AÚN HAY MÁS:

Pero los Draugen no serían los únicos seres devueltos de la muerte que acecharían a los vivos. Draugen, que sería el termino usado por noruegos, daneses y suecos, proviene de la palabra draugr o draug, que significa andador de nuevo. Islandeses (draugur) y feroés (dreygur) también lo tendrían en su cultura debido a sus evidentes vinculaciones históricas.


Estos no muertos también aterrorizarían en tierra firme, donde antaño habrían sido guerreros muertos en combate condenados a vagar por nuestro mundo como muertos vivientes, en clara descomposición y esperando acabar con la vida de los vivos que se crucen en su camino, así como buscar venganza contra los responsables de su propia muerte. Estos seres aterradores tendrían a su vez una gran fuerza y poderes mágicos, como por ejemplo los de aumentar su tamaño, algo que los antiguos vikingos temían, pues les dejaba en clara inferioridad en el combate contra ellos. Un Draugr habría sido habitualmente una mala persona, aunque para terminar como ello bastaba con ser atacado y mordido, de esa forma su víctima quedaría maldita igual que ellos. Un signo evidente de que un cadáver iba a terminar convirtiéndose en uno de estos seres malditos, era el de encontrárselo no recostado y si sentado, con la espalda recta o apoyado sobre una pared. Para evitar que el cadáver de alguien sospechoso de que pudiera volver de entre los muertos, los antiguos nórdicos colocaban paja entre la ropa del muerto, unas tijeras de hierro abiertas sobre el pecho o clavaban clavos en las plantas de los pies para que no pudiera caminar. En Dinamarca al ataúd del muerto se llevaba en procesión por diferentes lugares para despistarlo en caso de volver como Draugr y justo antes de proceder a su entierro, las personas asistentes rodeaban el ataúd para que no supiera donde estaba siendo enterrado.

Seres aterradores que aún hoy siguen bien vivos en la cultura popular de los países nórdicos.

Comentarios

  1. No conocía la historia. Excelente artículo para este día de Halloween. Saludos :-)

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