Miyakejima, la isla de las máscaras de gas.

Las máscaras de gas nos despiertan extraños temores, como si ellas en si mismas merecieran toda desconfianza. Tal vez esto sucede porque una máscara de gas tiene un destino claro y concreto, que no es otro que el de protegernos  ante situaciones en las que nuestra vida pueda correr peligro por culpa de agente químicos. Relacionado con todo esto existe una curiosa e inquietante historia en una isla al sureste de Honshu (Japón), administrada por el gobierno de Tokio. Y es que en ella sus habitantes desde décadas conviven, como si fuera una parte más de su cuerpo, con máscaras de gas. ¿Quieres conocer su historia y sus motivos?

Recientemente un buen compañero y amigo me recomendó esta historia real, que bien podría formar parte de las historias del próximo HALLOWEEN PANDERETA 2019 y que tras conocerla, no he podido esperar a compartirla. Miyakejima es una pequeña isla japonesa conocida por su alta actividad volcánica. Y es que el volcán que reina sobre ella llamado Oyama o Monte Oyama, mantiene constantemente en alerta a la gente que la habita. Pero convivir junto a un volcán con tanta actividad no es nada fácil. Debido a los niveles de gas sulfúrico provenientes de las erupciones de Oyama, las gentes de Miyakejima se ven obligadas a utilizar casi constantemente máscaras de gas. Cualquier actividad común en nuestras vidas, para ellos significa tener que llevar una máscara de gas puesta, ya sea para pasear, jugar con los niños en el parque e incluso celebrar cualquier cosa al aire libre supone un peligro para la salud y, por tanto, deben ponerse sus máscaras de gas.



Todo ello se acrecentó tras la última gran erupción sufrida el 14 de julio de 2000 y que obligó al gobierno de Japón a evacuar a toda la gente de la isla y reubicarla en la ciudad de Tokio, durante 5 años en los que la isla se convirtió casi en una isla fantasma. Durante ese tiempo el volcán tuvo una gran actividad que impedía literalmente la vida en aquella isla, pues su aire era tan tóxico que ni tan siquiera con máscaras de gas era seguro estar allí.


Pero lo de que la tierra tira en este caso es totalmente cierto, pues en 2005 la gente de Miyakejima logró que se les permitiera volver a la isla y sus casas permanentemente. Tras un minucioso estudio y una disminución de la alta actividad volcánica con respecto a los últimos años, se les concedió el permiso para volver a su extraña normalidad a cambio de que no olvidaran sus máscaras de gas, que deberían seguir utilizando sobretodo en los momentos de mayor contaminación del aire por culpa del volcán.

Desde entonces la actividad comercial de la isla se volvió a estabilizar, el turismo se reactivó e incluso incrementó y las conexiones con Japón a través de mar y aire, también volvieron a la normalidad. Es impactante conocer que una de las primeras cosas que puedes encontrar al llegar al puerto de Miyakejima es la posibilidad, muy recomendable, de adquirir una máscara de gas. Pero aún así los hombres y mujeres de Miyakejima viven a sabiendas de que en cualquier momento el Monte Oyama puede volver a descontrolarse y, de nuevo, tener que volver preparar sus maletas para huir de lo que sería una agónica muerte segura.

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