Origen de los Villancicos.

La teoría más extendida sobre el origen de los villancicos, es que tienen un origen rural, que se remonta sobre el siglo XV. Según esa teoría, los villancicos empezaron como formas de divulgar historias y noticias en las villas, cuando entonces muy pocos sabían leer y escribir. De esta forma, se conseguía mantener a la gente al corriente de diversos temas de la actualidad, siendo más fácil para recordar y divulgar una canción. Aquello se convirtió en algo tan popular, que la iglesia decidió adaptarlo para conseguir evangelizar a mucha más gente, algo importante en aquel momento para la iglesia cristiana, tiempo después de la reconquista del territorio español, cuando aún existían moriscos viviendo en el territorio de Granada. La participación de pastores en esos villancicos, tiene que ver con la intención de hacer participes de la fe cristiana, a todas esas personas del ámbito rural.


Pero algunos historiadores que han indagado sobre los villancicos, creen que no tendrían su origen en el mundo rural. Según creen, su origen sería completamente eclesiástico. En la Edad Media, pocas personas entendían las canciones que se cantaban en las misas en latín, por lo que se decidió hacerlas más próximas y traducirlas al idioma de cada lugar. Aquellos villancicos fueron poco a poco popularizándose, hasta normalizarse en fechas navideñas, no solo en España, si no que también en Portugal y América Latina.

Con el paso del tiempo, el término villancico se ha ido perdiendo o dejando apartado, en favor del de canción Navidad, por el que se conoce en diversos idiomas desde el siglo XIX. Algunos de los villancicos más populares tienen autores bien reconocidos como Blanca Navidad, escrito por el compositor Irving Berlín en 1940, que tiene el Guinness a uno de los temas más vendidos de la historia. También encontramos otros villancicos muy populares sin autor reconocido y que son patrimonio de todos, como La Marimonerade creación española en el siglo XVIII o Campana Sobre Campana, también española, concretamente andaluza. 

Otro villancico muy popular es Noche de Paz, una composición de origen austriaco, que tiene una curiosa historia. En 1818, en Oberndorf, un pequeño pueblo austriaco, el órgano de la iglesia se estropeó justo antes de la Misa del Gallo. Para que sus feligreses no perdieran la posibilidad de asistir a la misa, Joseph Mohr sacerdote del templo, contactó con Franz Xaver, un organista y director de coro, para que lograra componer en tiempo récord un nuevo villancico, basándose en un poema que el propio Mohr había escrito. Franz Xaver compuso un tema acompañado de un tenor, una soprano, un coro y una guitarra que salvarían aquella misa. Años después, en 1833, el órgano se volvería a estropear y tras acudir para repararlo, Karl Mauracher encontró la partitura de Franz Xaver, la copió y se la llevó al pueblo. Con el tiempo, Noche de Paz recorrería medio mundo convirtiéndose en un himno navideño.

Hasta aquí, un poquito de historia sobre el origen de los villancicos.


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