El primer Pesebre de la historia: el origen de una tradición navideña eterna.
Llega la Navidad y, con ella, ese ritual casi automático de desempolvar cajas, rescatar figuritas y montar el Pesebre en casa. Una tradición tan arraigada que parece haber existido “desde siempre”, pero cuya historia tiene nombre, fecha y lugar…
A finales del 1223, Giovanni Di Pietro Bernardone, un diácono italiano fundador de la Orden Franciscana, más conocido como San Francisco de Asís, una de las figuras más importantes de la fe cristiana, decidió hacer algo distinto para celebrar la Navidad de aquel año con los habitantes de la pequeña localidad del Greccio (Italia). Una localidad simbólica por ser un lugar que en aquel momento era muy pobre y humilde.
Di Pietro pidió permiso al Papa Honorio III y organizó en secreto todos los preparativos de lo que acabaría siendo, en este caso, el primer Pesebre Viviente de la historia.
Varios pastores fueron reclutados, también participaron animales e incluso un bebé que a las puertas de una cueva de la montaña que presidía Greccio, se dispusieron a representar la imagen del nacimiento de Jesús.
Fue una noche fría de diciembre, cuando las campanas sonaron y Di Pietro llamó a todo el pueblo a acudir hasta el lugar. La gente desconcertada se llevó una auténtica sorpresa al ver aquella representación que, incluso, debieron considerar milagrosa por lo bien representada que estaba. Aquello se convirtió en una costumbre que Di Pietro pudo seguir disfrutando tres años más, hasta su muerte en 1226.
Este sería el origen histórico del primer Pesebre Viviente, pero: ¿qué hay del Pesebre que representamos muchos en casa cada navidad? Lo cierto es que el origen de ese primer Pesebre inanimado de la historia, tuvo lugar en la Iglesia de Santa María de Nápoles, dos siglos antes en el año 1021.
Este sería el origen histórico del primer Pesebre Viviente, pero: ¿qué hay del Pesebre que representamos muchos en casa cada navidad? Lo cierto es que el origen de ese primer Pesebre inanimado de la historia, tuvo lugar en la Iglesia de Santa María de Nápoles, dos siglos antes en el año 1021.
De hecho, a este tipo de Pesebre se le conoce internacionalmente como Pesebre Napolitano, en honor al representado por primera ver en Nápoles y se le distingue por escenas cotidianas, artesanía local y figuras de barro con muchos detalles. Pese a ello, no empezó a popularizarse en los hogares napolitanos hasta el siglo XV, cuando un religioso italiano se propuso hacer que las familias llevaran el nacimiento de Jesús a sus casas, representando sus propios Pesebres Napolitanos.

Siglos de tradición que continúa sobreviviendo hoy en día y que se entremezcla con las ilusiones de los más pequeños en estas fechas mágicas.

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