La extinción de los dinosaurios más allá del asteroide.

Hace aproximadamente unos 65 millones de años los dinosaurios se extinguieron, dejando de ser los dominadores del planeta, dando paso a que la evolución se tomara su tiempo para diseñar nuevas especies que repoblarán la Tierra en su lugar. La teoría que auna mayor consenso para explicar la extinción de los dinosaurios, proviene del premio Nobel de física Luis Álvarez (estadounidense de origen asturiano) y su hijo, que detectaron entre una capa de estratos llamada K-T, que limita el final de la era Cretácea con el inicio de la Terciaría, una gran cantidad de polvo de Iridio, un metal muy raro en nuestro planeta y que se encuentra en meteoritos. Pese a que la Tierra recibe cantidades de ese polvo llegado del espacio proveniente de meteoritos, los Álvarez lograron identificar en la capa K-T en la que los restos fósiles disminuyen, tal cantidad de polvo de Iridio que les hizo determinar que la causa más probable de la extinción de los dinosaurios y otras especies, tuvo lugar a consecuencia del terrible impacto de un gran meteorito que causó diversos fenómenos que complicarían la vida en la Tierra. La dificultad hasta entonces para determinar fehacientemente cuál fue el motivo real de la extinción de los dinosaurios, pudo llevar a la comunidad científica allá por finales de la década de los 70, a tomar la teoría de Luis Álvarez como la teoría más probable y que uniera criterios y opiniones muy divididas al respecto. Hoy gracias a nuevos hallazgos, investigaciones concienzudas y nuevas tecnologías y avances se ha logrado poner en duda esa teoría tan extendida.


Posiblemente la colisión de ese meteorito en la Península del Yucatán, donde en 1991 se descubrío un cráter enorme que formado a causa del meteorito en cuestión y que se dataría justo unos 65 millones de años y medio, habría causado tal destrucción en su impacto y levantamiento de polvo y restos del mismo, que nubló el cielo y el Sol por décadas, matando poco a poco la vida en la tierra, provocando a su vez cambios climáticos bruscos y etapas radioactivas que acrecentarían el desastre, además de una lluvia indiscriminada de restos que acabarían cayendo como peligrosos meteoritos. Eso explicaría la total extinción de seres vivos en la Tierra, pero no que sobrevivieran algunos que se abrirían paso en los restos de aquella devastación. 


Se conoce que tanto en tierra firme, como en los mares y océanos hubieron especies que sobrevivieron y se adaptaron, evolucionando para seguir adelante como cocodrilos, tortugas o algunos anfibios y plantas. Por tanto la teoría de que aquel meteorito acabó con la vida en la Tierra pierde sentido. Tampoco explicaría que fuera el causante de la desaparición completa de los dinosaurios, ya que hoy en día a las aves se las considera las descendientes directas de aquellas enormes criaturas. Por tanto el famoso meteorito pudo ser parte de todo aquello, pero en opinión de muchos expertos paleontólogos, puede que solo fuera la gota que colmara el vaso.


Se tiene constancia de que antes de la colisión de ese meteorito, la Tierra ya sufría un cambio climático progresivo que derivó, por ejemplo, en sequías, bajadas del nivel del mar y subidas de las temperaturas. Esos cambios climáticos habrían favorecido entre otros la bajada del nivel de mares y océanos que con ello habría permitido la aparición de pasos que unirían territorios y continentes antes separados por el agua y que habrían sido utilizados para la migración de diversas especies. Ese choque de especies distintas habrían llevado a lugares nuevos enfermedades y parásitos, que las transmitirían a otras especies no acostumbradas a ellas, generando una extinción bacteriológica que diezmaría muchas especies. 


También se descubrió que antes de la mencionada colisión la Tierra sufrió todo tipo de fenómenos, como terremotos y erupciones volcánicas que expulsaban tal cantidad de lava y dióxido de carbono a la atmósfera, que incluso habrían matado y envenenado a gran cantidad de seres vivos. De todo esto se tiene constancia no solo por descubrimientos de esa era, si no que también de anteriores que ayudarían a trazar la ruta de la extinción a finales de Cretáceo.


Otras teorías que se han puesto también sobre la mesa, apoyarían en la consecuencia de los fenómenos atmosféricos y climáticos motivados por la colisión del meteorito, como la extinción entre dinosaurios, teoría conocida como la del suicidio colectivo, en el que debido a la falta de luz solar y la muerte de muchas plantas comestibles, los dinosaurios herbívoros morirían acabando a su vez, con los últimos dinosaurios carnívoros, que al final se quedarían sin alimentos y también terminarían muriendo. La teoría de la degeneración genética que hubiera debilitado a muchas especies de dinosaurios es una teoría que defiende que se habrían provocado malformaciones y problemas en las cascaras de los huevos que ponían los dinosaurios, no llegando a nacer muchas crías. La posible toxicidad de las plantas por diversos factores, habrían podido envenenar a muchos dinosaurios que las tenían entre su comida habitual.

Pese a todo los descubrimientos que se han llegado a hacer no logran esclarecer del todo aún cuál fue el motivo real de esa masiva extinción. De lo que cada vez se tiene mayor certeza es de que la colisión de aquel devastador meteorito, solo fue un motivo más que, tal vez, aceleró lo que ya venía gestándose mucho antes en el planeta Tierra.

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