Mis Impresiones sobre BLADE RUNNER 2049.
Al conocer en su momento los avances en la producción y rodaje de la secuela de BLADE RUNNER se despertó en mi un sentimiento nostálgico que me empujaba a querer disfrutarla. He de reconocer que la entrega original de 1982 la visioné siendo un adolescente que pasaba esas tardes muertas en la soledad de su dormitorio devorando películas, mientras no hacía otras cosas de adolescentes como jugar a la consola, salir con los colegas, etc. Solo la vi una vez creo, aunque esa sola vez me sirvió para atraparme para siempre. Tras demorarme más de lo querido por fin pude disfrutar de esta última entrega estrenada en 2017 y que funciona a modo de continuación de la de 1982. Con unas sensaciones bastante similares a las que viví con la experiencia de la primera, me dispongo a publicar Mis Impresiones sobre BLADE RUNNER 2049.
Treinta años después de los hechos acontecidos en la entrega de 1982, en una sociedad decadente en la que humanos y máquinas conviven entre problemas de orden social y en la que una parte de la máquinas se creen más humanas que los propios humanos, el agente K (Ryan Gosling) un Blade Runner a cargo del Departamento de Policía de los Ángeles con profundos debates existenciales en su interior, descubre durante la captura de un replicante modelo antiguo que debe ser apartado de la circulación un secreto que puede poner al mundo patas arriba tal y como se le conoce. El agente K se verá en la necesidad de seguir investigando hasta desgranar que hay tras unos restos humanos enterrados que le llevarán incluso a encontrar el paradero del veterano Blade Runner Rick Deckard (Harrison Ford), desaparecido desde hace 30 años.
Recuerdo de la primera entrega que me absorbió casi por completo. No solo la trama también sus personajes y lo genialmente ambientada que estaba en un mundo cyberpunk que poco más tarde marcaría tendencia. El agente Rick Deckard y aquellos extraños replicantes, pese a lo idénticos a los humanos que eran, se convirtieron poco más que en referentes para los fans de este tipo de género cinematográfico, así como el gran Ridley Scott que sumaría otra obra de arte más a su currículum y más tarde a la historia del cine contemporáneo.
Si algo tiene BLADE RUNNER 2049 es que mantiene toda esa capacidad de atraer nuestra atención delante de la pantalla pese a sus nada menos que 163 minutos de película. El ambiente continúa siendo extraordinario con formas y colores entre la noche de esa urbe futurista bajo la lluvia que bien recuerda a la primera entrega. Continúan habiendo muchos elementos característicos que son en esta reconocibles, consiguiendo que aquel futuro distópico protagonizado por un joven Harrison Ford en la Blade Runner original con respecto a esta no parezca que hayan pasado treinta años.
Ryan Gosling interpreta a un Blade Runner distinto al de Harrison Ford en parte porque el agente K es un replicante con recuerdos humanos al servicio de humanos, aunque vive una vida solitaria y deprimente muy humana. Rick Deckard era un Blade Runner que no valoraba la vida de los replicantes hasta que durante la trama empieza a sentir dudas y producirse un conflicto en su interior al comenzar a empatizar con algunos ellos. Durante su vida K ha dado caza a otros como él sin mayor remordimiento hasta que sus recuerdos programados le hacen recapacitar sobre su vida y la de otros replicantes. Tanto uno como el otro son parecidos pese a algunas de sus diferencias y están destinados por tanto a cruzar sus caminos para encontrar respuestas. El Blade Runner de Gosling está muy bien interpretado y conseguido e incluso logras empatizar con él y con la verdad que está decidido a descubrir sea como sea.
Ana De Armas interpreta a un holograma destinado a satisfacer al hombre en una faceta de mujer obediente, cariñosa y amante aunque la relación amorosa que mantiene con K parece ir mucho más allá que la simple programación, actuando como una pareja preocupada y comprensiva con un K que parece vivir sumido en una profunda tristeza existencial.
Dave Bautista interpreta al replicante Saper Morton, un modelo de replicante que persigue para retirar el Blade Runner K. Cortos lanzados antes de BLADE RUNNER 2049 nos muestran los orígenes del personaje para situarnos en el momento en el que se encuentra al principio de la película. Morton es un replicante huido que vive y trabaja en una granja alejado de las autoridades habiendo sacrificando su futuro con ello. Lo que ni el Departamento de Policía de Los Ángeles ni K conocen es que Morton esconde el secreto capaz de cambiarlo todo, un auténtico milagro. Tenemos relativamente poco de Dave Bautista en esta entrega pero con su interpretación nos muestra un personaje totalmente sacrificado por una causa y alejado de todo para proteger ese secreto hasta que sea el momento de dejarlo volar.
Jared Leto interpreta a Niander Wallace, dueño de una importante corporación responsable del impulso tecnológico de una sociedad al borde del colapso tras el gran apagón. También es el responsable de la creación y distribución de los nuevos modelos de replicantes, mucho más obedientes y serviciales que versiones anteriores, sobretodo los modelos que encontramos en la primera entrega y que en esta están siendo perseguidos para ser retirados por parte de los Blade Runners al considerarlos inestables. Su personaje es intrigante y extraño puesto que está obsesionado en conseguir evolucionar a sus replicantes hasta que puedan engendrar vida por si solos, una evolución que sospecha es el siguiente paso en la escala evolutiva para los replicantes y que podría convertirlos en verdaderos humanos. Muestra muy pocos escrupulos para conseguir sus objetivos.
Sylvia Hoeks interpreta a Luv la fría e implacable ayudante de Niander Wallace siempre dispuesta para mancharse las manos por su jefe. Realmente el personaje más peligroso de BLADE RUNNER 2049 capaz de mover hilos para controlar los avances de K. Por su parte Robin Wright es la Teniente de la policía de Los Ángeles Joshi, una mujer fuerte que cuando intuye el secreto que anda tras el descubrimiento de K, no duda en ordenarle taparlo todo sea como sea para proteger la frágil estabilidad de la sociedad.
Treinta años después de los hechos acontecidos en la entrega de 1982, en una sociedad decadente en la que humanos y máquinas conviven entre problemas de orden social y en la que una parte de la máquinas se creen más humanas que los propios humanos, el agente K (Ryan Gosling) un Blade Runner a cargo del Departamento de Policía de los Ángeles con profundos debates existenciales en su interior, descubre durante la captura de un replicante modelo antiguo que debe ser apartado de la circulación un secreto que puede poner al mundo patas arriba tal y como se le conoce. El agente K se verá en la necesidad de seguir investigando hasta desgranar que hay tras unos restos humanos enterrados que le llevarán incluso a encontrar el paradero del veterano Blade Runner Rick Deckard (Harrison Ford), desaparecido desde hace 30 años.
Recuerdo de la primera entrega que me absorbió casi por completo. No solo la trama también sus personajes y lo genialmente ambientada que estaba en un mundo cyberpunk que poco más tarde marcaría tendencia. El agente Rick Deckard y aquellos extraños replicantes, pese a lo idénticos a los humanos que eran, se convirtieron poco más que en referentes para los fans de este tipo de género cinematográfico, así como el gran Ridley Scott que sumaría otra obra de arte más a su currículum y más tarde a la historia del cine contemporáneo.
Si algo tiene BLADE RUNNER 2049 es que mantiene toda esa capacidad de atraer nuestra atención delante de la pantalla pese a sus nada menos que 163 minutos de película. El ambiente continúa siendo extraordinario con formas y colores entre la noche de esa urbe futurista bajo la lluvia que bien recuerda a la primera entrega. Continúan habiendo muchos elementos característicos que son en esta reconocibles, consiguiendo que aquel futuro distópico protagonizado por un joven Harrison Ford en la Blade Runner original con respecto a esta no parezca que hayan pasado treinta años.
Ryan Gosling interpreta a un Blade Runner distinto al de Harrison Ford en parte porque el agente K es un replicante con recuerdos humanos al servicio de humanos, aunque vive una vida solitaria y deprimente muy humana. Rick Deckard era un Blade Runner que no valoraba la vida de los replicantes hasta que durante la trama empieza a sentir dudas y producirse un conflicto en su interior al comenzar a empatizar con algunos ellos. Durante su vida K ha dado caza a otros como él sin mayor remordimiento hasta que sus recuerdos programados le hacen recapacitar sobre su vida y la de otros replicantes. Tanto uno como el otro son parecidos pese a algunas de sus diferencias y están destinados por tanto a cruzar sus caminos para encontrar respuestas. El Blade Runner de Gosling está muy bien interpretado y conseguido e incluso logras empatizar con él y con la verdad que está decidido a descubrir sea como sea.
Ana De Armas interpreta a un holograma destinado a satisfacer al hombre en una faceta de mujer obediente, cariñosa y amante aunque la relación amorosa que mantiene con K parece ir mucho más allá que la simple programación, actuando como una pareja preocupada y comprensiva con un K que parece vivir sumido en una profunda tristeza existencial.
Dave Bautista interpreta al replicante Saper Morton, un modelo de replicante que persigue para retirar el Blade Runner K. Cortos lanzados antes de BLADE RUNNER 2049 nos muestran los orígenes del personaje para situarnos en el momento en el que se encuentra al principio de la película. Morton es un replicante huido que vive y trabaja en una granja alejado de las autoridades habiendo sacrificando su futuro con ello. Lo que ni el Departamento de Policía de Los Ángeles ni K conocen es que Morton esconde el secreto capaz de cambiarlo todo, un auténtico milagro. Tenemos relativamente poco de Dave Bautista en esta entrega pero con su interpretación nos muestra un personaje totalmente sacrificado por una causa y alejado de todo para proteger ese secreto hasta que sea el momento de dejarlo volar.
Jared Leto interpreta a Niander Wallace, dueño de una importante corporación responsable del impulso tecnológico de una sociedad al borde del colapso tras el gran apagón. También es el responsable de la creación y distribución de los nuevos modelos de replicantes, mucho más obedientes y serviciales que versiones anteriores, sobretodo los modelos que encontramos en la primera entrega y que en esta están siendo perseguidos para ser retirados por parte de los Blade Runners al considerarlos inestables. Su personaje es intrigante y extraño puesto que está obsesionado en conseguir evolucionar a sus replicantes hasta que puedan engendrar vida por si solos, una evolución que sospecha es el siguiente paso en la escala evolutiva para los replicantes y que podría convertirlos en verdaderos humanos. Muestra muy pocos escrupulos para conseguir sus objetivos.
Sylvia Hoeks interpreta a Luv la fría e implacable ayudante de Niander Wallace siempre dispuesta para mancharse las manos por su jefe. Realmente el personaje más peligroso de BLADE RUNNER 2049 capaz de mover hilos para controlar los avances de K. Por su parte Robin Wright es la Teniente de la policía de Los Ángeles Joshi, una mujer fuerte que cuando intuye el secreto que anda tras el descubrimiento de K, no duda en ordenarle taparlo todo sea como sea para proteger la frágil estabilidad de la sociedad.
Una muy buena trama que aunque funciona como secuela bien puede disfrutarse sin haberse visto la primera entrega, algo importante para las nuevas generaciones que quieran entrar en el mundo Blade Runner, aunque como con las mejores sagas creo que es imprescindible haber disfrutado la primera entrega para entender el mundo Blade Runner. BLADE RUNNER 2049 sigue ahondando en la teoría que plantea como una Inteligencia Artificial puede llegar a tomar conciencia de si misma y reclamar su lugar en el mundo junto a los humanos, así como cuales pueden ser los límites o capacidades de una IA creada a imagen y semejante de los humanos y el rechazo que muestra una sociedad que ve como inevitable la convivencia y necesidad de ellos. Como ya he mencionado más arriba BLADE RUNNER 2049 te engancha desde principio hasta el final, haciéndote creer una cosa durante gran parte hasta sorprenderte con otra distinta. Los guiños a la entrega original están por todas partes así como la aparición de una replicante exacta a Rachael (una Sean Young remasterizada), la replicante por la que el mítico Blade Runner Rick Deckard termina enamorándose, a parte de la reaparición del mismo Rick Deckard.
Sin duda BLADE RUNNER 2049 colmó mis expectativas, de hecho está considerada como uno de los mejores estrenos de 2017 y que mejores críticas obtuvo. Sus responsables pueden estar muy satisfechos por el trabajo realizado en BLADE RUNNER 2049, algo nada fácil viniendo de uno de los clásicos más importantes del cine de ciencia ficción. Una eterna obra maestra que tiene ahora una excelente secuela a su altura.
Blade Runner 2049 es una película grande, por interpretaciones, por BSO, por ambientación y por, aún sinedo una segunda parte se puede disfrutar igual sin recordar la primera.
ResponderEliminarBuena crítica y buena cinta.
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