Cuentan que en el número 8 de la calle Arc de Sant Ramón del Call en Barcelona, en el conocido barrio del Call, antiguo barrio judío, vivía hace ya mucho un poderoso Alquimista judío. Muchos le conocían como un poderoso brujo, al que poder contratar sus servicios para obtener pociones de todo tipo. Su clientela era numerosa y variada, incluso la gente de la alta sociedad no dudaba en acudir al Alquimista , para encargar pócimas que aportaran éxito profesional, dinero, salud o amor. Este Alquimista tenía una hija de la que se dice, era la joven más hermosa de la ciudad. Sus pretendientes se contaban por decenas, pero solo dos hombres la cortejaron, uno era cristiano y el otro judío. Finalmente, la joven se enamoró del chico cristiano, con el que inició una relación. Pasado un tiempo, ella misma le propuso a su amado matrimonio. El chico, por aquel entonces no tenía clara aquella unión, pues no creía que un matrimonio entre un cristiano y una judía fuera a ser bien visto, a...