Relatos Pandereta: Justicia sin escrúpulos (Cap.2).

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CAPÍTULO 2:

Mi encuentro con Kovac generó ciertas sospechas entre algunos que me obligó a desaparecer unos días y agotar gran parte de esos favores pendientes, aún así no conseguirán que Kovac diga nada ya que tras dos días en la enfermería
murió. De hecho la información "oficial" de la prisión fue la de que Kovac se intentó suicidar en un primer momento sin éxito, luego tras dos días recuperándose consiguió cortarse las venas. Un daño colateral necesario para seguir manteniendo mi investigación en secreto y salvar el culo a aquellos que me ayudaron a montar todo aquello. Ahora necesito saber más sobre el nombre que me dio Kovac, he de averiguar quién es Olek Mashkov por lo que contacto con un buen amigo del Ministerio de Interior.

Primera hora de la tarde y estoy reclinado sobre una valla que separa un pequeño lago del parque público donde estoy esperando. Los niños y niñas juegan alegres, corriendo y riendo sin parar mientras algunos de esos padres hablan entre ellos confiados en la seguridad del lugar y el propio control de la situación. No dejo de recordar esos niños perdidos y pensar en éstos padres, mientras me repito lo fácil que puede llegar a ser perder algo tan importante en cuestión de segundos. Alguien me saluda, es mi buen amigo del Ministerio de Interior Roberto De La Torre:
- ¡Paco! Cuanto tiempo amigo. ¿Que tal estas? Me enteré que te habías jubilado.
- Pues si Roberto, muchos años ya de servicio, le debía a Marisa y a mis hijos algo de tiempo.
- Pues te estás tomando una jubilación poco tranquila.
- Ya sabes eso que dicen algunos que de jubilado te aburres mucho.
- Ya ya... bueno, esto lo hago por los años de amistad que nos unen y por el buen servicio que le diste a este país. Olek Mashkov, alias El Oso por su aspecto de animal enorme. De nacionalidad servia es el capo de una de las más peligrosas y activas mafias del este que operan en el sur de Europa. La mayoría de los integrantes de esta mafia son rebotados del conflicto de los balcanes en los 90. Se les atribuyen negocios en la prostitución, drogas, robos, incluso actúan como peligrosos prestamistas entre otras ocupaciones fuera de la ley.
- Menudo pieza. ¿Como es posible que siga en la calle?
- Buena pregunta. La policía de media Europa anda tras él, pero mueve cantidades ingentes de dinero que le permite comprar a los mejores abogados y corromper policías y políticos.
- ¿Sospechan en asuntos internos de algún policía?
- Buff... sospechan de un comisario.
- ¿Armado Velázquez?
- Hay indicios pero el cabrón sabe borrar su rastro delictivo situándose siempre varios pasos por delante de asuntos internos. Un pieza que supo sobrevivir en el cuerpo y posicionarse bien con el tiempo gracias a oscuros apoyos políticos.
- Tendré en cuenta el historial del Comisario, ¿sabes si Olek se dedica ahora a los secuestros?
- Algo raro hay, pero de alguna forma lo está consiguiendo ocultar.
- Gracias Roberto, me has sido de gran ayuda.
- No hay de que, la próxima vez que sea para tomarnos algo y hablar de tu jubilación. Cuídate amigo y ándate con cuidado donde te metes.
Queda claro, Olek "El Oso" anda detrás de esas desapariciones y seguro que el Comisario Velázquez colabora de alguna forma ocultando cosas, eso explicaría las lagunas en las investigaciones. Va siendo hora de saber más sobre el Comisario.

Asuntos internos tiene pinchados los teléfonos del Comisario y no han detectado nada, por lo que decido entrar en su casa y registrarla. No ha sido difícil salvar la alarma antes de entrar. Se nota que Velázquez lleva un tren de vida muy superior al que su sueldo podría permitirle y las fotos le muestran orgulloso con su joven segunda mujer. Una caja fuerte metida dentro de un armario y cuidadosamente escondida es la última oportunidad de encontrar algo que le delate. Consigo sin complicaciones abrir la caja. Dentro un revolver junto con una caja de munición y muchos fajos de billetes. También encuentro una tarjeta de acceso al puerto, la cojo, cierro la caja y me marcho sin haber dejado rastro.

Al día siguiente espero al Comisario dentro de su coche. Al arrancar y ponerse en marcha, encañono a Velázquez desde el asiento de atrás aprovechando un semáforo. Informo al Comisario lo que sé y le muestro la tarjeta de acceso que encontré en su caja de seguridad. Acto seguido le invito a desplazarnos hasta el puerto mientras me cuenta la mierda en la que está metido. A parte de aceptar sobornos de todo tipo, Velázquez ha estado ocultando los movimientos de Olek e interfiriendo en las investigaciones de las desapariciones a cambio de sumas generosas. Por lo visto Olek se dedica a secuestrar críos y hacer con ellos todo tipo de negocios en el mercado negro. Al llegar cerca del puerto le mando detener el coche en lugar seguro, golpeo al comisario dejándole inconsciente, lo ato a un árbol en el borde de la calzada, le cuelgo la tarjeta de acceso, le fotografío con su móvil y dejo dentro del bolsillo de su camisa una cinta de audio con todo lo que me acaba de contar grabado. La imagen la envío desde su móvil a la policía, aún tardarán un rato largo en encontrar al comisario, rato suficiente para colarme en el puerto y encontrar a esos hijos de puta.

Consigo sortear el puesto de control de la entrada, he de moverme con sumo cuidado ya que no quiero ser visto por las cámaras de seguridad. Logro encontrar un lugar donde hay un contenedor de mercancías vigilado por dos torres con cara de perro bien armados. Dentro del contenedor hay luz que se filtra hacia el exterior. He de actuar rápido ya que no creo que falte mucho para que la policía haga presencia en el puerto, pongo el silenciador a mi arma y me dispongo a acabar con todo. Aparezco de entre las sombras y no doy tiempo a los dos de la puerta a reaccionar, disparo mi arma dos veces, dos disparos certeros directos a sus cabezas. Me muevo rápido ya que la caída de esos dos puede haber alarmado a los de dentro. Abro la puerta del contenedor apuntando a un único individuo, va vestido con un delantal largo y blanco manchado de lo que parece sangre. Levanta las manos asustado, esperaba encontrar dentro a Olek por lo que me acerco mientras me quito el pasamontañas e interrogo a ese hombre apuntándole directamente en la cara. Ese pobre infeliz canta todo lo que sabe mientras se mea encima. El desde ese contenedor era el responsable de preparar a los niños dependiendo para lo que los necesitaran. A los que no colocaban a pederastas de medio mundo, los descuartizaban y vendían sus órganos a los mejores postores, era algo asqueroso y terrible. Ese hombre parecía estar limpiando y recogiendo el lugar cuando entré, seguramente llegué muy tarde para evitar lo que hubiera pasado. Miro al hombre que cae al suelo de rodillas suplicando y llorando. Algo dentro de mí toma el control de la situación y dispara directamente a la cara. Todo a quedado salpicado, incluso yo, allí ya no hay nada más que pueda hacer solo huir mientras la policía parece que llega al puesto de control.

Pasados los días ya en casa junto con Marisa estamos escuchando las noticias en televisión, hablan sobre como se ha destapado de forma violenta una trama de secuestros de niños en la que estaba implicado el comisario de la principal comisaría de la ciudad. La hipótesis mantenida es que un posible ajuste de cuentas pudo acabar con esa gente muerta y el comisario traicionado a la policía. Sobre Olek "El Oso" la policía lo detiene gracias a la grabación que dejé con el testimonio de Velázquez. Todo parece haber salido bien, pero no paro de pensar en que no puede todo haber salido bien cuando el nieto de Alfonso y los demás siguen perdidos o están muertos. Pasados los días las noticias anuncian que el juez del caso ha de soltar a Olek por falta de más pruebas. No soporto que la justicia no la haga con ese monstruo.

01:00 de la madrugada, alguien abre la puerta de un dormitorio, es Olek acompañado de una joven rubia. Al encender la luz y cerrar la puerta a parezco por detrás de la puerta, golpeo a la chica dejándola inconsciente en el suelo y a Olek le apunto con el arma directamente al corazón:
- Solo te lo preguntaré una vez, ¿mantienes en tú poder alguno de los niños secuestrados?
- Valiente estúpido, no saldrás vivo de aquí.
- Eso da igual, tú contesta.
- Yo no me quedo a esos niños, no me gustan los niños, me desago de ellos rápido.
- Supongo que si te pregunto por uno de esos niños ni sabrás su nombre ni su aspecto.
- Si no me equivoco fuiste tú quién mataste a quienes veían a esos críos, yo solo soy un hombre de negocios que no me mancho las manos, por eso estoy libre.
Me descubro la cara miro a los ojos de Olek y le respondo:
- Yo siempre me las he manchado.
Disparo a su corazón. Tras unos segundos descuelgo mi móvil y marco:
- ¿Alfonso? Lo siento, no hay forma de saber que fue de tu nieto, pero quienes tuvieron algo que ver ya no lo volverán a hacerlo.
- ... ¿Los has matado?...
- He hecho lo que los hombres buenos como tú, no podrían hacer.
- ... Gracias...

Después de aquello volví junto con Marisa y me prometí no volver a la vida que dejé una vez atrás, ya que pese acabar con los malos no siempre el resultado es el mejor.

FIN.



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