General Prim, el secreto de un asesinato de estado.

Para empezar y así entrar en materia con este post de misterio recordaré a este personaje histórico: Juan Prim y Prats fue un destacado militar español, natural de Reus, y que llegó a Presidente del Consejo de Ministros de España (Presidente del Gobierno) entre el 1869 y el 1870. El General Prim era un militar admirado y destacado que participó en conflictos como la Primera Guerra Carlista y la Guerra de África, entre otras muchas por el mundo en las que sus dotes de mando le llevaron a ganarse un gran reconocimiento tanto nacional como internacional. También ejerció como Ministro de Guerra (1868/1870), Diputado en las Cortes Generales por Tarragona, Barcelona y Madrid (1841/1869) e incluso fue Gobernador de Puerto Rico (1847/1848). Cuando fue designado Presidente impulsó una serie de cambios entre la sociedad civil, empresarial y económica de España empezando por la expulsión de los Borbones y la instauración como monarca del italiano Amadeo I de la Casa de Saboya. Finalmente el 30 de diciembre de 1870 mientras volvía del Parlamento sobre las 19:30 en la madrileña calle del Turco, su carruaje fue tiroteado por varias personas, hiriendo de muerte al General Prim que finalmente tres días después moriría siendo el primer Presidente español muerto en un atentado.

 
Esta es la historia oficial y claro está resumida. Personaje español histórico e influyente, pero como toda gran historia tiene lados oscuros que aún hoy se intentan tapar, según algunos investigadores y teóricos de la conspiración para que no sepamos la auténtica verdad. 

En 2012 se creó de forma independiente la Comisión Prim, con la misión de investigar 142 años después el atentado y posterior muerte del General Juan Prim. En el sumario de aquella época de unos 18 mil folios quedaban muchos interrogantes y contradicciones que por lo visto se pasaron por alto.

En el momento del atentado Prim fue herido tanto en el hombro y codo izquierdo como en la mano derecha, de la que perdió el pulgar, la Comisión Prim lo deduce de la heridas encontradas en la autopsia practicada a la momia conservada del General en Reus y las marcas de bala del carruaje y las ropas que vestía aquel momento, que aún se conservan en un museo militar de Toledo. En el momento de la muerte en 1870, no se le practicó ninguna autopsia al cuerpo e incluso se llegó a restaurar sin motivos los daños de un lado del carruaje que había sufrido el tiroteo desde ambos lados. En la actual autopsia de los restos se encontró unas marcas extrañas alrededor del cuello que forenses de la Comisión Prim determinaron que eran marcas de estrangulamiento a lazo, algo que sorprende ya que la historia cuenta que Prim murió tres días después del atentado debido al mal estado de las heridas e importancia de las mismas.  Los expertos y forenses de la Comisión Prim llegaron a la conclusión de que la gravedad de las heridas hicieron perder mucha sangre al General Prim. En aquel entonces no se practicaban transfusiones por lo que seguramente pudo llegar a perder el conocimiento casi en el momento, pero no murió debido a que ningún órgano interno quedó afectado. Si esto es así, en esos tres días posteriores al atentado el General Prim nunca hubiera podido estar consciente para firmar ningún documento, como se afirmaba hasta ahora, ya que tampoco era capaz de agarrar nada con la mano debido a sus heridas y la falta de fuerza por la perdida de sangre. El sumario tampoco terminó por esclarecer exactamente cuales fueron los reponsables de su atentado, tampoco ayuda que con el tiempo se hayan perdido muchos folios de dicho sumario que aclararían algunas dudas del caso.

De todo esto se deduce que hubo un complot contra el General Prim, que quería remover muchas cosas en el país y que afectaban a gente muy poderosa. Ante el "frustado" atentado que no acabó con la muerte de Prim, muy posiblemente sus enemigos se pusieron nerviosos al ver que tras tres días aún estaba vivo, grave pero vivo, por lo que presumiblemente orquestaron un asesinato para terminar definitivamente con un personaje incomodo para algunos. Una historia que de aceptarse a nivel nacional, haría tambalearse a una parte de la sociedad que quedaría en una posición complicada por haber escondido tanto tiempo y por motivos interesados un final que no termino en atentado, si no que en asesinato.

Los conspiranóicos sitúan a sus enemigos políticos como instigadores de su muerte, otros a los exiliados Borbones que decidieron eliminarlo para poder volver como monarcas, otros implican a los masones los cuales podrían haber estado enfrentados con Prim que también fue un masón importante o a los máximos empresarios y fortunas del país que con los cambios que impulsaba Prim iban a ver perder su alta influencia. Existe una posterior investigación que echa por tierra todo el trabajo de la Comisión Prim y que la misma Comisión ha denunciado en varias ocasiones por entender que han falseado las pruebas que encontraron y destruido otras. Sea como sea parece que existe un lado oscuro que activa sus defensas cuando posiblemente se ha empezado a conocer el resultado de la búsqueda de la verdad.

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