Escenas épicas: Un domingo cualquiera.

En el año 2000 el director norteamericano Oliver Stone estrenaría UN DOMINGO CUALQUIERA , en la que seguiría reflejando los problemas de la sociedad con su particular sello, pero esta vez desde la perspectiva del espectáculo del deporte de masas como lo es el fútbol americano. Un gran elenco interpretativo de calidad acompañan a una historia trepidante sobre la gestión comercial de un deporte, que prioriza los ingresos a costa de la gente y que vende su producto como si de un espectáculo de circo romano se tratara. De entre los 162 minutos que dura la película, siempre destaco un momento en la recta final que para mí, es otro de los momentos más épicos y motivacionales del cine. ¿Imaginas cuál puede ser? Sígueme y lo recordaremos juntos.