Agallas, el perro cobarde: historia, curiosidades y legado de la serie.
Estrenada en 1999, Agallas, el perro cobarde marcó a toda una generación con su mezcla de humor, terror y ternura. Pero detrás de este perro rosado hay mucho más de lo que parece.
CREACIÓN Y ESTRENO DE AGALLAS, EL PERRO COBARDE:
Creada por John R. Dilworth, Agallas, el perro cobarde fue emitida originalmente por Cartoon Network entre los años 1999 y 2002.
Dilworth la creó a raíz de un corto que rodó previamente y que fue nominado al Óscar en 1996, titulado The Chicken from outer Space. En el corto, un pollo alienígena de aspecto grotesco llega a la granja en Medio de Ninguna parte, para aterrorizar a Agallas, Muriel y Eustaquio. Muriel es secuestrada, Eustaquio es incapaz de ayudar y Agallas saca las fuerzas suficientes para rescatar a Muriel y derrotar al malvado pollo extraterrestre.
PREMISA DE LA SERIE Y ESTRUCTURA DE LOS EPISODIOS:
En la serie, Agallas es un simpático y miedoso perro rosado que vive en una granja en mitad de “Ninguna Parte, Kansas” junto a sus dueños la bondadosa Muriel y cascarrabias Eustaquio.
En cada uno de los episodios, Agallas tiene que enfrentar situaciones que van desde lo terrorífico y sobrenatural, hasta lo absurdo para salvar de cualquier peligro a su adorada Muriel, que actúa como figura maternal, protectora y cariñosa. Totalmente opuesto al cruel Eustaquio, que siempre lo menosprecia y trata mal.
SU PARTICULAR TONO:
Todas esas aventuras sucedían bajo un tono en el que se mezclaba el terror, la comedia negra y el surrealismo con dibujos poco convencionales para la época, dirigidos a un público infantil.
¿QUÉ REPRESENTÓ Y REPRESENTA PARA LA CULTURA POP?:
Agallas, el perro cobarde se convirtió en uno de los referentes para las generaciones nacidas entre el 90 y los 2000. Su animación experimental, en la que se hacía uso del CGI, técnicas como el stop-motion, collages o rudimentarios moldeados en 3D que reforzaban ese ambiente inquietante que se respiraba en cada capítulo generaba a la par, tanto fascinación como auténticas pesadillas.
SU LEGADO CULTURAL:
Esta mítica serie de Cartoon Network fue pionera en introducir contenidos en horario infantil, donde el terror psicológico y estético marcaban la propia estética de la serie.
Convertida en serie de culto, Agallas, el perro cobarde mostró el camino a otras producciones de Cartoon Network tales como Billy y Mandy, El asombroso mundo de Gumball, Hora de Aventuras o Historias Corrientes que bebían de ese estilo raro, experimental, con humor encubierto para adultos y referencias culturales.
TEORÍAS FANMADE:
Internet está repleta de fans locos por encontrar referentes en la vida real, que hubieran inspirado la serie. Algunas de esas teorías son:
- La casa en medio de la nada de Muriel, Eustaquio y Agallas. En Nuevo México, Estados Unidos, dicen que se encuentra una casa muy parecida estéticamente, vinculada a sucesos criminales.
- La pareja de ancianos desaparecida en el estado de Texas. Según cuenta los rumores y la leyenda urbana, en 1957 una pareja de ancianos desaparecieron sin dejar rastro, siendo encontrado con vida solo su perro. Esta pareja habría inspirado a Muriel y Eustaquio.
- Esos monstruos… una percepción de los miedos de Agallas. Aquí las redes se pusieron más serias para analizar la psique del propio Agallas, asegurando que esos monstruos son sus percepciones deformadas, debido a sus miedos, traumas y abandono al que estuvo sometido de cachorro.
LA INSPIRACIÓN REAL DE JOHN DILWORTH:
Por una parte, la inspiración que dio como resultado primero al corto The Chicken from outer Space y luego a la serie, tuvo que ver con una experiencia personal vivida por Dilworth.
Una noche estrellada, Dilworth se encontraba en el porche de su casa mirando las estrellas, cuando una misteriosa lo cruzó de lado a lado.
Por otra, tenemos la inspiración que llevó a la creación de Agallas. Según contó John Dilworth, la serie funcionó como terapia personal a través del humor y el terror, siendo Agallas un fiel reflejo de los miedos internos, inseguridades y neurosis de su propio creador.
RECEPCIÓN, CONTROVERSIAS E INFLUENCIA:
La serie, que terminó de emitirse en noviembre de 2002 tras cuatro temporadas y 52 capítulos, es hoy en día revisionada por infinidad de fans que crecieron o vivieron con ella, utilizada para memes, que refuerzan su posición como uno de los referentes de la cultura pop, y es constantemente analizada y teorizada por unos fans, que andan buscando explicaciones a muchos de esos capítulos algo inquietantes.
En ella, John Dilworth y su equipo de guionistas, se atrevían a tratar en un horario infantil, entre una estética caricaturesca, humor y terror temas tan serios y adultos como:
- Soledad y aislamiento.
- Maltrato y relaciones tóxicas.
- Muerte y duelo.
- Enfermedades mentales.
- Violencia doméstica y alcoholismo.
- Ansiedad.
- Traumas infantiles.
- Codicia, avaricia o corrupción.
Agallas, el perro cobarde fue una apuesta innovadora y arriesgada que salió bien, pero que enfrentó críticas de asociaciones de padres que la consideraban “demasiado oscura para los niños”. Algo que obligó a Cartoon Network a aplicar cierta censura y a modificar horarios de emisión. Paradójicamente y como suele suceder en estos casos, esas críticas y controversias generadas, solo aumentó su fama entre público de diferentes edades.
Agallas, el perro cobarde no fue un dibujo animado: fue una auténtica rareza entrañable, un espejo de nuestros miedos y de cómo enfrentarlos. Representa el legado de una época dorada de la animación televisiva. Quizá por eso, aunque ya no se emita, cada vez que escuchamos la voz temblorosa de ese perro rosado sentimos que volvemos, aunque sea por un instante, a aquella granja en “Ninguna Parte”, donde lo imposible siempre estuvo a la orden del día.
Comentarios
Publicar un comentario
Si quieres comentar, adelante, pero siempre con respeto. ¡Gracias!