Reseña de cómics: 30 días de noche – El cómic que marcó el regreso del terror adulto.

Cuando en 2002 Steve Niles y Ben Templesmith presentaron en sociedad 30 días de noche, revolucionaron el cómic de terror reintroduciendo justo, el terror adulto en el cómic mainstream. Un hito que los posicionó a ambos como auténticos referentes del género y a su obra conjunta, en uno de esos clásicos modernos del cómic estadounidense.


En el pueblo de Barrow, Alaska, los inviernos son gélidos y oscuros. Una vez al año el sol se pone un día para no volver a aparecer hasta 30 días más tarde. O mejor dicho, 30 noches más tarde. Cuando un vampiro descubre la existencia del pueblo y de su larga noche, decide organizar un gran festín con los habitantes de Barrow como manjar. 30 días de horror, oscuridad y sangre en los que solo los más fuertes lograrán sobrevivir.

 



La llegada de 30 días de noche supuso un rotundo éxito de ventas y una bocanada de aire fresco para el género de terror en el cómic. Desde la historia en sí, ambientada en Barrow, un pueblo de Alaska en el que una vez al año se viven 30 días de completa oscuridad, hasta el dibujo caótico y oscuro de Templesmith que convierten a la obra, en una historia con una atmósfera muy asfixiante.

La historia y guion de Niles es sencilla y se desempeña de forma muy ágil. La trama se desata rápidamente, llegando al climax bastante pronto, pero sin dar la sensación de perderte nada por el camino. Se nota que Niles va a lo que va y eso es una de las partes buenas de la obra.



El dibujo de Templesmith es especial, con un estilo que combina acuarelas digitales que aportan un toque sucio rodeado de sombras que funciona magnífico con la historia. Pero en otras ocasiones se antoja algo demasiado caótico y confuso, obligando a parar demasiado para seguir el ritmo de algunas escenas.



Que los vampiros se muestren tan despiadados, grotescos y sangrientos aportó en su momento una visión diferente, además, que tengan 30 días de total oscuridad en un ambiente aislado y cubierto de nieve, ayuda mucho a que se sienta ese terror.



La edición que he leído es un volumen editado por Norma Editorial, que recopila la icónica primera historia de 30 días de noche, así como las dos siguientes continuaciones que te permiten disfrutar en un solo libro de una historia más amplia y te inicia en un lore, que tuvo más continuaciones e historias aprovechando el tirón que tuvo obra de 2002.




En mi caso, mi primera interacción con la obra de Niles y Templesmith no fue precisamente con el cómic y sí con la adaptación que Hollywood trajo a los cines en 2007. Aquella adaptación, vista ahora tras disfrutar de la obra original en papel, aún tiene más mérito pese a las lógicas licencias que se tomaron para adaptarla. 



En definitiva, 30 días de noche es un gran cómic de terror que abrió un abanico de posibilidades para el género con una historia oscura, violenta y asfixiante. Uno de esos clásicos modernos indispensables.




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