El Monopoly original.

¿Quién no jugó en alguna ocasión al Monopoly? Este famosísimo juego de mesa es divertido además que adictivo. Es y ha sido jugado por millones de personas entre amigos o en familia desde hace décadas. En 1935 un ingeniero estadounidense llamado Charles Darrow, patentó lo que con los años se afianzaría como uno de los juegos de mesa más jugados y exitosos de la historia. Le llamó Monopoly y es el juego que muchos consideran el ejemplo perfecto de lo que es el mundo capitalista en el que vivimos. Pero lo que muchos no conocen es que el origen y enfoque del primer y original Monopoly.

Fue a principios del siglo XX, concretamente en 1902, cuando la activista por los derechos de las mujeres, poeta e inventora Elizabeth Magie Phillips, creó un juego llamado The Landlord’s Game, algo así en su traducción como “El Juego del Terrateniente”.

Magie Phillips se inspiró en las ideas y teorías económicas del profesor en economía Henry George, al que procesaba admiración principalmente por su defensa de la teoría del Geoismo. El Geoismo, que parte inicialmente del arquitecto español Antonio Lamela, persigue, “desde lo local a lo global, diseñar estrategias territoriales mundiales capaces de contribuir a afrontar los retos planetarios. Entre ellos debe estar el cambio climático, la disminución de los bosques tropicales, la sobreexplotación de los océanos, el aumento de las desigualdades humanas, las crecientes migraciones mundiales, etc.”. En lo económico George defendía la idea de esa misma teoría de “un sistema de impuesto único para gravar las rentas de la tierra y destinar a los ciudadanos esos ingresos”. Magie Phillips quiso enseñar las diferencias entre un sistema y otro a través de su juego. Para conseguirlo ideó dos formas o reglas con las que poder jugar y que los propios jugadores, tras llegar a un acuerdo entre ellos, podían elegir para jugar, incluso con la partida empezada. 

En la primera de esas reglas la finalidad del juego residía en que quien ganase fuera aquel que empezaba con menos fondos y duplicaba su riqueza, a su vez el jugador que adquiría una propiedad no solo ganaba él con esa propiedad, también ganaban algo los demás. 

En la segunda regla o modalidad, el jugador que terminaba ganando era aquel que acaparaba el mayor número de propiedades, desplumando a los demás por el camino a base de impuestos, tasas de alquiler e incluso penas de cárcel.

Charles Darrow que se había interesado por el juego unos años antes de idear y patentar su propia versión, la bautizó con el nombre de Monopoly. Darrow obvió por completo la finalidad de concienciación y divulgación del juego original de Magie Phillips, centrándose en el modelo monopolista del mercado que terminó por gustar más y ganarse poco a poco al público. 

En 1936 la empresa de juegos Parker Brothers compró los derechos del juego de Elizabeth Magie Phillips a la propia Magie Phillips por 500 mil dólares de la época. Tras patentar y lanzar su versión modificada, Darrow también negoció la venta de su patente con Parker Brothers, aunque este a diferencia de Magie Phillips, negoció derechos de autor en la venta de su patente, garantizándose a la larga múltiples beneficios que lo convirtieron en millonario.

Ya ves que el origen del Monopoly fue bastante diferente al que se le quiso dar con la versión que finalmente llegó al gran público. Ahora bien, si quisieras recuperar la versión idealista y moralista de Elizabeth Magie Phillips, que enfrentaba de forma práctica el sistema antimonopolio, en el que creía la propia autora, y el sistema de monopolio capitalista en el que la sociedad occidental está inversa desde hace décadas, que fue en la que se basó únicamente Barrow, puedes probar aplicando dichas reglas y tener una idea de como sería el mundo con un sistema más justo, igualitario y sostenible para todo y todos en el planeta.

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