El inspirador sueño de Mary Shelley que dio vida al monstruo.

Es poético a la vez que un poco siniestro, pero seguro que igual que otros y otras grandes de la literatura en la historia de la humanidad, las ideas más reveladoras en muchas de las obras de todos y todas esas personas, nacieron después de un sueño e incluso una pesadilla. Una de las más grandes escritoras de la historia fue Mary Shelley o Mary Wollstonecraft Godwin, que era su nombre de soltera. Una mujer que no tuvo una vida fácil y que, repasando la historia de su vida, estuvo rodeada de muerte, incluso literariamente.

Durante su nacimiento, su madre falleció debido a una mala atención durante el parto. Un médico poco habilidoso y descuidado no supo retirar correctamente la placenta, que le provocó una perdida de sangre mortal. Cuando un médico amigo llegó a toda prisa para asistir a la maltrecha madre ya era tarde. Aquella fue la primera vez en la vida de Mary Shelley que la muerte se cruzó en su camino. 

Pero pese a ser muy interesante la historia de su vida y que recomiendo, al menos buscar para conocerla, lo que hoy quiero compartir sobre Mary Shelley fue un dato curioso sobre la creación de “El Moderno Prometeo”, conocida popularmente como “Frankenstein” y que por si no conocías como se gestó, te lo explico a continuación.

Fue en la tercera edición de su mayor obra “El Moderno Prometeo” (1818), considerada la primera obra de ciencia ficción de la historia, en la que Mary Shelley quiso contar en su prólogo como se gestó la historia de su monstruo.

Mary Shelley se encontraba de retiro veraniego junto a su esposo y amor de su vida Percy B. Shelley, en la Villa Diodati (Suiza) junto a un hermoso lago. Un lugar tranquilo en mitad de la naturaleza, que acabó siendo un lugar de reclusión durante tres días debido al mal tiempo para ella, su esposo y tres de sus compañeros de retiro como fueron Lord Byron, su esposa y hermanastra de Mary, Claire y John W. Polidori

Para amenizar su estancia en mitad de aquellas tormentas de verano, Lord Byron propuso a sus compañeros un concurso de relatos de terror. Mary Shelley esbozó una idea sobre su futura novela en ese momento, pero algo le faltaba para presentarla a sus compañeros. John W. Polidori también consiguió dar vida en esos tres días a una de sus más reconocidas obras titulada “El Vampiro”, precursora del género literario Vampiro romántico. Lord Byron gran poeta británico de su época, también supo sacar provecho literario de esos días. 

Pese a que Mary Shelley empezó a tejer en su mente la que a la postre sería su gran obra, algo le faltaba y el empujón necesario le llegaría la madrugada del 16 de junio de 1816 a través de un sueño. Algunos aseguran que fue una auténtica revelación aterradora en mitad de la noche, otros que fue el efecto de una parálisis del sueño por como lo describió. Aunque lo mejor de todo es leer parte de ese prólogo que escribió en la tercera edición de “El Moderno Prometeo”:

Muchas y largas fueron las conversaciones entre Lord Byron y Shelley (Percy), a las que yo asistía como una devota pero, casi siempre, silenciosa oyente. Durante una de esas conversaciones, se discutieron varias doctrinas filosóficas y, entre ellas, las referidas a la naturaleza del principio de la vida, y también la posibilidad de que dicho principio llegara a ser algún día descubierto y divulgado. Hablaron de los experimentos del doctor Darwin (…).

Cuando apoyé la cabeza sobre la almohada no pude dormir, tampoco podría asegurar que estuviese pensando. Mi imaginación, sin yo requerirlo, me poseyó y me guió, dotando a las imágenes que surgían en mi mente de una intensidad que estaba más allá de las fronteras del sueño. Vi —con los ojos cerrados, pero a través de una aguda visión mental —al pálido estudiante de artes diabólicas arrodillado al lado de aquella cosa que había conseguido juntar. Vi el horrendo fantasma de un hombre yacente, y entonces, bajo el poder de una enorme fuerza, aquello dio señales de vida y se agitó con un torpe, casi vital, movimiento. Era espantoso (…)

La idea había tomado posesión de mi mente de tal manera que el miedo recorría todo mi cuerpo como un escalofrío y traté de cambiar las fantasmales imágenes de mi fantasía por la realidad que me circundaba. (…) Al día siguiente anuncié que había pensado una historia.

La gran Mary Shelley publicó tan solo dos años después de aquel viaje a Suiza de forma anónima, en 1818 y con 20 años de edad, una obra que es un referente del terror clásico y de la ciencia ficción, que ha inspirado a cientos de artistas literarios y obras de todo tipo alrededor del mundo y los años. Una obra que esconde una visión aterradora, vivida una noche de verano tras una tormenta y bajo una luna llena que lo iluminaba todo en la oscuridad, sobre un monstruo que fue su inspiración definitiva y trascendental.

Comentarios

  1. Hola.
    Muy buena informacióín. Yo sabía que se habían reunido ella, Byron y Polidori pero desconocía los prolegómenos y que la base de la creación del monstruo fue una pesadilla de Shelley. Leí la obra, grandiosa novela del romanticismo en el instituto. Gracias. Saludos

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  2. Muy buena nota. Es muy interesante conocer cómo surgen las ideas.
    Un saludo

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