Los colores de la Navidad.
Como toda festividad, la Navidad tiene unos colores representativos que son con los que se la asocia, representa e incluso se engalanan hogares y calles. Estos colores tienen unos significados asociados a la propia Navidad, con los que se honra al nacimiento de Jesús y todo el simbolismo a su alrededor.
ROJO: Representa la vida, el amor y el fuego, también simboliza la sangre de Cristo. Se utiliza en la decoración navideña para aportar calidez.
VERDE: Representa la naturaleza, concretamente a las hojas de aquellos árboles de hoja perenne que se mantienen verdes todo el año, así mismo, representa eternidad y esperanza. En la decoración navideña lo encontramos en el propio Árbol de Navidad, el muérdago, las guirnaldas o en partes del Pesebre de Navidad como el musgo.
ORO o AMARILLO: Representa la luz del Sol, la riqueza y el poder. Este color se asocia a los presentes dorados que los Reyes Magos entregaron a Jesucristo por su nacimiento. En la decoración navideña aporta elegancia y el esplendor propio de estas fechas.
BLANCO: Representa la pureza, la paz y el nacimiento de Jesucristo. En decoraciones navideñas aporta limpieza y tranquilidad.
PLATA o GRIS: Representa la luz, la luna, la protección y la calma. En la decoración navideña aporta sofisticación y brillo.
AZUL: Representa al cielo y al agua, pero también a la serenidad y la verdad. Aunque es el menos utilizado en general en decoraciones navideñas caseras, en ocasiones tiende a dar tributo a la Virgen María.
Hasta aquí, los colores de la Navidad y sus significados. Si los desconocías, ahora ya sabes que representan cada uno cuando los utilizas para adornar tu casa o cuando paseas por las calles engalanadas por estas fechas.
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