Los fantasmas del Mercat de la Boquería.

El Mercat de Sant Josep o como se le conoce comúnmente, Mercat de la Boquería es uno de los reclamos turísticos más importantes de Barcelona. Con un estilo propio del neoclacisismo y modernismo, el Mercat de la Boquería es el mercado de alimentación más grande de Catalunya y el que atrae a más personas. En pie desde 1836, este mercado situado en Las Ramblas de Barcelona rebosa historia por los cuatro costados, historia e historias que, en ocasiones, traspasan el plano terrenal.


Cada mañana, levantan sus persianas unos 300 comercios que ofrecen desde productos frescos de todo tipo y todo lugar, hasta servicios de restauración de toda la vida. Hombres y mujeres, algunos de varias generaciones, que junto a la clientela habitual y la turística, trabajan y pasean por un suelo con mucha historia. Pero, ¿qué no tiene historia en Las Ramblas?

INICIO FUERA DE LAS MURALLAS.

Aunque su año de construcción data de 1836 y su inauguración oficial de 1840, se cree que el Mercat de la Boquería primigenio es más antiguo, concretamente de 1217, aunque para entonces algo alejado de su enclave actual.


Ese primer Mercado de la Boquería se ubicaría en el exterior de las antiguas murallas de Barcelona, aprovechando que allí fuera los comerciantes se ahorraban el impuesto que debían pagar si operaban dentro de los límites de la ciudad condal.


Su traslado fue a raíz de unos actos vandálicos, contra uno de los edificios eclesiásticos que se situaban en Las Ramblas.

EL CONVENTO DE SAN JOSÉ Y LA ATERRADORA SEÑAL.

En 1586, la Orden de los Carmelitas Descalzos, obtuvieron los permisos necesarios para fundar el Convento de San José. Este convento, igual que el de los Trinitarios descalzos, también en Las Ramblas, donde luego se levantaría el Teatre del Liceu, sufrirían las consecuencias de los conocidos como “Motines anticlericales” de 1835.


Estos motines, que fueron revueltas políticas extendidas por toda España en contra de las órdenes religiosas, motivadas por el apoyo de estas al bando carlista en la Guerra Civil iniciada tras la muerte de Fernando VII, llevaron a la quema de estos conventos e, incluso, a la muerte de muchos religiosos.

Cuentan que unos pocos días antes de las revueltas, un joven fraile advirtió de que algo peligroso se estaba gestando, aconsejando no celebrar la vigilia de la patrona por temor a lo que pudiera sucederles, a lo que el Prior del convento decidió no hacer caso.

Durante la vigilia de la Virgen del Carmen, unas voces despertaron a todos los religiosos del convento. Desconcertados se dirigieron hasta la iglesia, que era de donde provenían esas extrañas voces. Al llegar encontraron en el coro a una serie de frailes ataviados con sus túnicas y sus capuchas en la cabeza cantando salmos. Cuando los religiosos vieron las caras de esos frailes, se dieron cuenta que eran rostros cadavéricos. Al terminar sus salmos, estos encendieron una vela por fraile y se dirigieron, en riguroso orden hasta el cementerio del convento.

Al volver a sus aposentos, los religiosos encontraron al joven fraile muerto. Tan solo diez días después, el fatídico 25 de julio de 1835, su convento sería quemado hasta los cimientos, con la mayoría de religiosos dentro.

LEVANTAMIENTO DE LA PLAZA REAL Y TRASLADO DEL MERCADO.

Fue en 1836, cuando las autoridades decidieron expropiar a la orden de los Carmelitas descalzos los terrenos, derruir los restos que quedaban del convento y levantar la plaza Real y los porxos d’en Xifré, la plaza más grande de Europa, con grandes columnas y rodeada de porches. Pero el proyecto de aquella plaza se acabaría desestimando, conservándose tan solo los pórticos.

Ese mismo año se decidiría trasladar temporalmente allí el mercado, aunque no se tardaría mucho en decidir que esa fuera su ubicación fija. Pocos años después, en 1840, se realizarían las obras del techado completando su traslado definitivo.


SALMOS DE ULTRATUMBA Y EL CEMENTERIO DEL CORRALET.

Y aquí viene la leyenda de fantasmas que guarda el Mercat de la Boquería, puesto que hay quien asegura que en la vigilia de cada 15 de julio, unas voces de ultratumba resuenan en el interior del mercado, entonando unos salmos de otro tiempo.

Pero lo que mucha gente desconoce, es que en la plaza que se sitúa detrás del mismo mercado y que tiene un pequeño parque infantil, está sobre el antiguo Cementerio del Corralet o Fossat del Corralet, antigua fosa para los pacientes que morían en  Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.

Construido pared con pared con la Academia de medicina, allí se enterraban en fosas comunes a personas pobres, vagabundos y prostitutas. Los cuerpos, llegado el caso, les servían a la Academia de medicina para sus estudios de anatomía. Tras las revueltas anticlericales de 1835, la gran mayoría de cementerios de este tipo fueron clausurados por el ayuntamiento. 

Hoy en día, hay quien asegura que por ese parque infantil e, incluso, por el interior del mercado, se puede llegar a presenciar algún que otro fantasma errante de aquellos pacientes enterrados de cualquier manera en el Cementerio del Corralet, como de aquellos frailes que en un tiempo habitaron el lugar.



Comentarios

  1. Un parque infantil siniestro, el cementerio del Corralet, la academia de medicina con sus fosas comunes, el hospital de Santa Creu i Sant Pau, las revueltas anticlericales, la vigilia de cada 15 de julio con sus voces de ultratumba... todo conforma unas circunstancias y unos escenarios tétricos y estremecedores. Muy interesante tu artículo, muy bien documentado.
    Te invito a pasarte por mi blog y comentar alguno de mis posts.
    Saludos.

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