TIRSO DE MOLINA, fantasmas en la estación.

En la ciudad de Madrid existe una estación de metro, con nombre de Tirso de Molina, un antiguo monje del Convento de la Merced. Un convento religioso que fue derruido ya hace mucho tiempo y en el que, hoy en día, hay una plaza con el nombre de Tirso de Molina y que, a su vez, da también nombre a esa estación de metro que funciona por debajo. Un lugar con historia y muchos testimonios de personas y trabajadores, que aseguran que en dicha estación, se hacen visibles diferentes apariciones de fantasmas.


Hasta 1834, en el lugar se situaba el antiguo Convento de la Merced, un convento que se decidió derribar para construir en su lugar una plaza pública, la conocida en aquel entonces como Plaza del Progreso y que tiempo después se le daría su nombre actual de Tirso de Molina, un religioso, dramaturgo, poeta y narrador barroco español, que vivió desde el 1579 hasta el 1648. Ese convento tenía un cementerio, en el que muchos monjes fueron enterrados durante decenas de años.





Poco después de la construcción de la Plaza del Progreso, se decidió construir una estación de metro, que pasaría por debajo mismo de la plaza. Durante su construcción, hubo varios trabajadores que huyeron despavoridos del lugar porque, a medida que se excavaba por debajo de la plaza, empezaron a salir los restos de cadáveres de aquellos monjes y frailes, enterrados en el cementerio del Convento de la Merced. Debido a que en aquel momento las autoridades no supieron que hacer con todo aquello, tomaron la decisión de sepultar los restos tras las paredes y debajo de lo que hoy es el andén de dicha estación.



Desde entonces, se han reportado denuncias, historias o comentarios de usuarios de la línea del metro, acerca de lamentos o leves rezos que se reproducen en el espacio que ocupa ese andén y el túnel, pasada la media noche.


Circula una historia o leyenda, que algunos aseguran que es real, que cuenta como una mujer madrileña que se sube al vagón del metro una noche, pasada la media noche, presenció algo extraordinario e imposible. Esta mujer, ya dentro del vagón, que transportaba a esas horas a poca gente, se sentó en uno de los asientos libres del mismo. En un momento dado, la mujer levanta la mirada y observa como otra mujer, escoltada por detrás por dos extraños hombres, se la queda mirando fijamente. Cuando vuelve a levantar la mirada, esa mujer continúa con esos ojos fijos en ella, sin parpadear, algo que la pone visiblemente nerviosa. En la siguiente estación, un hombre entra en el vagón que se le sienta al lado. Cuando las puertas se cierran y el tren reanuda el viaje, ese hombre con cierto disimulo susurra a la mujer lo siguiente: “Mantén la calma y no levantes la mirada. En cuanto el metro llegue a la siguiente parada, yo me levantaré, tú haz lo mismo tranquilamente y sal conmigo”. La mujer, bastante inquieta por la mirada de esa extraña mujer, hace caso al hombre y al llegar la siguiente parada, ambos descienden del vagón. Cuando se cierran las puertas y el tren reanuda la marcha, el hombre se presenta amablemente e intenta calmar a la mujer con un, “has hecho bien, esa mujer escoltada por esos dos hombres sombrios, no estaba viva, créeme, lo sé porque soy medium y yo también la he visto”.

¿Serás capaz de volver a subir a la estación de Tirso de Molina, antigua estación de Progreso, sin pensar en que te rodean decenas de restos humanos y que, tú también podrías ser testigo de una aparición fantasmagórica?


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