La leyenda del Coco: el origen del temido Hombre del Saco.
Es fascinante comprobar cómo una historia inventada puede convertirse en una leyenda urbana y, con el paso de los siglos, permanecer viva en la cultura popular de diferentes países. Pocos mitos sirven mejor como ejemplo como el del Coco, también conocido como el Hombre del Saco o Boogieman.
No es un monstruo exclusivo de España: su sombra se extiende por Europa, América e incluso Oriente Medio, adoptando distintas formas, pero siempre con un mismo propósito: castigar a los niños desobedientes.
La imagen clásica del Coco es la de un hombre encapuchado, con un largo sayo que oculta su rostro deformado. Merodea por las calles oscuras en busca de pequeños que no hicieron caso a sus padres.
El lugar donde se oculta cambia según la tradición: para muchos, acecha debajo de la cama, listo para aparecer cuando la oscuridad cae en las habitaciones de los niños.
SUS VERSIONES EN EL MUNDO.
El Coco, bajo cualquiera de sus nombres, ha acompañado la infancia de millones de personas. Detrás de él no solo hay un monstruo inventado para asustar a los niños, sino un reflejo de cómo las culturas han utilizado el miedo como herramienta educativa.
No es un monstruo exclusivo de España: su sombra se extiende por Europa, América e incluso Oriente Medio, adoptando distintas formas, pero siempre con un mismo propósito: castigar a los niños desobedientes.
EL RETRATO DEL COCO.
La imagen clásica del Coco es la de un hombre encapuchado, con un largo sayo que oculta su rostro deformado. Merodea por las calles oscuras en busca de pequeños que no hicieron caso a sus padres.
En su leyenda se cuenta que fue asesinado por su madre nada más nacer, y desde entonces regresa convertido en un ser adulto que descarga su ira contra los más pequeños e indefensos.
El lugar donde se oculta cambia según la tradición: para muchos, acecha debajo de la cama, listo para aparecer cuando la oscuridad cae en las habitaciones de los niños.
SUS VERSIONES EN EL MUNDO.
- Durante las cruzadas, los musulmanes advertían a los niños del peligro de Melek-ric, inspirado en Ricardo Corazón de León, que vendría desde Europa para llevarse a los pequeños desobedientes como esclavos eternos.
- En Luxemburgo, aparece el Housecker, que secuestra niños, los mete en un saco y los azota con una vara de madera.
- En los Países Bajos, el mito toma la forma de Piet Zwart (Pedro Negro), que rapta a los pequeños en Navidad para arrojarlos al mar o llevárselos a España.
- En la cultura anglosajona, el Boogieman es considerado un demonio: espera escondido en armarios, bajo las camas o junto a las ventanas, arañando los cristales para despertar a los niños dormidos.
El Coco, bajo cualquiera de sus nombres, ha acompañado la infancia de millones de personas. Detrás de él no solo hay un monstruo inventado para asustar a los niños, sino un reflejo de cómo las culturas han utilizado el miedo como herramienta educativa.
Y pese al paso del tiempo, el Coco continúa escondido en las sombras dispuesto a recordarnos que algunas leyendas nunca mueren.
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