La muerte de James Dean.

James Byron Dean (8 de febrero de 1931 - 30 de septiembre de 1955) se convirtió en toda una celebridad del cine en la década de los 50, pese a su muy corta carrera como actor. Tras su traumática muerte pasó a ser un eterno icono cultural de inconformismo adolescente y rebeldía. Pero su temprana muerte es lo que, aún tantas décadas después, suscita muchas incógnitas.


El 30 de septiembre de 1955 James Dean moría de camino al hospital tras un grave accidente de tráfico, ocurrido en la intersección de las carreteras 41 y 46 de Cholame, California. El joven actor de tan solo 24 años conducía su mítico Porsche 356 Speedster, al que se le conocía con el sobrenombre de “Little Bastard”, en compañía de su buen amigo y mecánico Rolf Wuetherich. Justo tras terminar el rodaje de la película Gigante, ambos se pusieron de camino para participar unas horas después en el rally de Salinas, cerca de San Francisco.



Llegados a dicha intersección, Dean que era el conductor del vehículo, no pudo evitar el choque frontal con otro vehículo conducido por un estudiante del Instituto de Tecnología Cal Tech, Donald Turnupseed. James Dean se fracturó los dos brazos y el cuello, muriendo de camino al hospital, mientras que su acompañante lograría sobrevivir al aparatoso accidente.




La versión oficial de la policía decretó que la causa del accidente y la muerte del actor, fue debida a la alta velocidad a la que circulaba. Lo extraído y divulgado de la investigación durante tantos años apoyarían la versión oficial, pero las declaraciones de su amigo y mecánico, que le acompañaba en aquel mítico “Little Bastard”, generaron rápidamente ciertas dudas al respecto, al menos en el que pudo ser el fondo que llevo a ese fatal accidente.

Según explicó Wuetherich, ambos vieron con suficiente tiempo al otro coche, dando tiempo incluso de no solo advertirle del peligro, también de esquivarlo o maniobrar para evitarlo. Wuetherich siempre destacó que Dean era un piloto experimentado, por lo que nunca entendió aquel accidente.

Tras el accidente y la muerte de su amigo, Wuetherich se recuperó físicamente, pero nunca ni mental ni anímicamente, algo que le llevó a varios intentos de suicidio hasta que en 1981, caprichos del destino, moriría en un accidente automovilístico.

Tras su gran salto a la fama, pronto empezó a recibir críticas por lo que consideraban un estancamiento temprano de su carrera. Aquello ligado a un cambio gradual de imagen, una ruptura sentimental y una complicada vida sexual para la época pudieron sumir poco a poco al eterno rebelde del cine, en una peligrosa depresión que escondía a sus más allegados.

Anna Maria Pierangeli o como se la conocía por su nombre artístico Pier Angeli, fue una actriz italiana que en los 50 dio el gran salto en su carrera llegando a Hollywood. En 1953 Pier Angeli mantuvo un romance con Kirk Douglas, pero aquella relación se rompió y durante un periodo de tiempo muy corto, tan solo tres meses, mantuvo un intenso idilio de amor con James Dean. Aquella relación provocó una gran tensión con la madre de la actriz, una mujer de convicciones muy conservadoras que presionó a Angeli para que diera por acabado aquel romance. Tras aquello conocería al actor Vic Damone, con el que terminaría contrayendo matrimonio y teniendo un hijo en común. Aquella ruptura rompió el corazón de Dean, que consideraba a Angeli el amor de su vida.

Con tan solo tres películas como protagonista a sus espaldas, James Dean suscitó infinidad de rumores entre la prensa del corazón. Los más sórdidos y más comprometedores en aquel momento tendrían que ver con su tendencia sexual. Aunque públicamente nunca lo desmintió o, por lo menos, no cerró la puerta a ello fue el tema de su homosexualidad. Hay quien a día de hoy piensa que era homosexual y otros que era bisexual, lo cierto es que pese a que en aquel tiempo era ilegal, aquello no fue aparentemente nunca un problema para Dean, como si pudo serlo una confidencia a su buena amiga Elizabeth Taylor sobre su infancia. Público y notorio fue que una de las personas que más influyeron en él, tras la muerte de su madre cuando tan solo tenía 11 años, fue el párroco de su iglesia el cual, según confesó Liz Taylor “off the record” en una entrevista de 1997, con la condición de tan solo publicarlo tras su muerte, este abusó sexualmente del pequeño Dean, algo que que el actor arrastraría como una losa en secreto y que le marcaría el resto de su vida.

Días antes del accidente Dean pudo haber hecho ciertos comentarios extraños a amigos suyos, que tras declarar ante la policía reconocieron que les hizo sospechar. Antes de partir dejó su gato a cargo de su buena amiga Elizabeth Taylor, porque según Deantemía que pudiera sucederle algo malo en ese viaje”. En otra ocasión tras visitar a unos amigos, estos quedaron altamente extrañados por el comportamiento de Dean, que se presentó ante ellos con traje negro y apuntillando en una de sus despedidas mientras subía a su preciado “Little Bastard”: “que era como un hombre que había decidido suicidarse”.

La teoría del suicidio cobraría mucha importancia en la muerte de Dean. Es muy probable que tanto su crisis profesional, dada por las críticas recibidas, su en ocasiones tortuosa vida sentimental, como también su separación forzada de Pier Angeli, así como la constante presión a la que debía estar sometido, lo sumieran posiblemente en un estado mental inestable. Pier Angeli terminaría quitándose la vida tiempo después, dejando una carta de despedida en la que reconocería, aún pasado el tiempo, que el auténtico amor de su vida fue James Dean.

Así pues, la muerte de James Dean para muchas personas sigue siendo un trágico misterio, puede que por lo joven que era, por su talento que no se pudo disfrutar lo suficiente, por lo que significó para una generación o por esa imagen de espíritu libre, mucha gente se sigue negando a pensar que solo fue un accidente o que ese rebelde al que, aparentemente nada le afectaba, pudiera quitarse tan brutalmente la vida. “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver” una conocida frase atribuida al propio Dean, pero que en realidad pronunció Humphrey Bogart en la película Llamad a cualquier puerta, se ajusta perfectamente a la vida del mítico actor.

Comentarios